¿Será demasiado pedir?
14 de enero de 2013
El sueño de ser una voz del reggaetón ha estado palpado de por vida en la mente de un joven habanero de baja estatura física y temperamento hiperactivo. Su infinita pasión por el ritmo urbano lo llevó desde temprana a edad a recibir clases de guitarras y vocalización en la Casa de la Cultura de 10 de Octubre. Dichas clases no fueron según él, suficientes para lograr los conocimientos actuales adquiridos, por lo que se vio forzado a pedir ayuda a un tío residente en los Estados Unidos, quien lo ayudó a costearse cursos particulares de baile y canto.
Su nombre artístico es Yuko, y actualmente ya tiene un pequeño estudio musical ubicado en su propia residencia. “En un principio era algo pequeño y sus paredes estaban tapizadas con cartones de huevos para una mayor capacidad acústica, y la tecnología consistía en una consola de uso y mezcladores de media máquina. Ahora tengo mejores equipos y el espacio es de cuatro por cuatro metros, debido a que me asocie con Lifa, un amigo mío que es Dj y cantante, y con el cual comparto varios proyectos”, nos cuenta Yuko.
Seguimos conversando, le pregunto por sus proyectos y me comenta al respecto. “He grabado muchas canciones y hasta mi propio disco titulado Yuko al duro. Me sigue hablando de su trabajo. “En mi estudio han grabado músicos que hoy en día son reconocidos tanto en Cuba como en el extranjero. Entre ellos, El Micha, Pipey, y Chocolate, así como otros que no son tan populares. También trabajamos con Raúl Lora, ex integrante de “Piso 6”, (programa de la Televisión Cubana), que ahora se abre paso en el ritmo urbano. En fin, mi propósito está junto a la música. Es mi pasión y mi vida, y espero algún día lograr algo significativo dentro de ella”.
Entre risas, jocosidades y tarareos de canciones compuestas de su propia mano, da su opinión sobre la calidad de otros músicos cubanos que están luchando por darse a conocer. “Actualmente existen artistas urbanos con mucho talento, pero que no tienen respaldo económico para salir adelante; otros son censurados por los medios y su música solo se oye en un entorno reducido. Al menos tengo la satisfacción de prestar ayuda a jóvenes talentosos para que graben sus discos en mi modesto local, algo que resulta inalcanzable en estudios profesionales”.
En sus inicios Yuko enfrentó desacuerdos con las autoridades del barrio porque algunos jóvenes que visitaban su hogar no exhibían un “aspecto adecuado”. Pero dice que con el tiempo y al dar a entender la naturaleza noble de su proyecto, tales conflictos se desvanecieron. La cuestión legal es un poco más compleja, pues carece de licencia para ejercer, ya que este tipo de negocio no está clasificado aun en los proyectos trazados por el Estado en cuanto a los cuentapropistas, y más bien tendría que pertenecer a alguna entidad cultural como la EGREM, la ACAA o la Asociación Hermanos Saíz, lo cual resulta bastante difícil. También influye el no ser un chico de escuela o hijo de padres ya establecidos dentro de la farándula musical.
Yuko también comenta que no solo grabar el disco le abre camino al artista. “Bueno eso es otra historia bien complicada, ellos tienen que buscar la promoción con su propio esfuerzo, como especie de agentes libres o auto representarse, muchos llevan sus disco a la radio para ver si les ponen un tema en algún huequito que tengan las emisoras de música, una vez que consigan eso deben pagar al menos 5 CUC por día con las frecuencias ajustadas por la emisora radial, creo que por ahí anda la cosa, no sé explicártelo bien. Y eso es si consiguen que los pongan. Algo importante, también depende del contenido de sus discos, no cualquier tema es posible ponerla por mucho que paguen”.
Ya casi despidiéndose, debido a lo agotador del día en el estudio, añadió: “mis sueños son musicales, no me concibo haciendo otra cosa, si no puedo lograr ser un buen cantante me dedicaré a algo que tenga que ver con la música, ya sea como Dj, como agente representante o simplemente como dueño de un estudio de grabación, sería mi vida realizada, espero que no sea demasiado pedir”.
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14 de enero de 2013
El sueño de ser una voz del reggaetón ha estado palpado de por vida en la mente de un joven habanero de baja estatura física y temperamento hiperactivo. Su infinita pasión por el ritmo urbano lo llevó desde temprana a edad a recibir clases de guitarras y vocalización en la Casa de la Cultura de 10 de Octubre. Dichas clases no fueron según él, suficientes para lograr los conocimientos actuales adquiridos, por lo que se vio forzado a pedir ayuda a un tío residente en los Estados Unidos, quien lo ayudó a costearse cursos particulares de baile y canto.
Su nombre artístico es Yuko, y actualmente ya tiene un pequeño estudio musical ubicado en su propia residencia. “En un principio era algo pequeño y sus paredes estaban tapizadas con cartones de huevos para una mayor capacidad acústica, y la tecnología consistía en una consola de uso y mezcladores de media máquina. Ahora tengo mejores equipos y el espacio es de cuatro por cuatro metros, debido a que me asocie con Lifa, un amigo mío que es Dj y cantante, y con el cual comparto varios proyectos”, nos cuenta Yuko.
Seguimos conversando, le pregunto por sus proyectos y me comenta al respecto. “He grabado muchas canciones y hasta mi propio disco titulado Yuko al duro. Me sigue hablando de su trabajo. “En mi estudio han grabado músicos que hoy en día son reconocidos tanto en Cuba como en el extranjero. Entre ellos, El Micha, Pipey, y Chocolate, así como otros que no son tan populares. También trabajamos con Raúl Lora, ex integrante de “Piso 6”, (programa de la Televisión Cubana), que ahora se abre paso en el ritmo urbano. En fin, mi propósito está junto a la música. Es mi pasión y mi vida, y espero algún día lograr algo significativo dentro de ella”.
Entre risas, jocosidades y tarareos de canciones compuestas de su propia mano, da su opinión sobre la calidad de otros músicos cubanos que están luchando por darse a conocer. “Actualmente existen artistas urbanos con mucho talento, pero que no tienen respaldo económico para salir adelante; otros son censurados por los medios y su música solo se oye en un entorno reducido. Al menos tengo la satisfacción de prestar ayuda a jóvenes talentosos para que graben sus discos en mi modesto local, algo que resulta inalcanzable en estudios profesionales”.
En sus inicios Yuko enfrentó desacuerdos con las autoridades del barrio porque algunos jóvenes que visitaban su hogar no exhibían un “aspecto adecuado”. Pero dice que con el tiempo y al dar a entender la naturaleza noble de su proyecto, tales conflictos se desvanecieron. La cuestión legal es un poco más compleja, pues carece de licencia para ejercer, ya que este tipo de negocio no está clasificado aun en los proyectos trazados por el Estado en cuanto a los cuentapropistas, y más bien tendría que pertenecer a alguna entidad cultural como la EGREM, la ACAA o la Asociación Hermanos Saíz, lo cual resulta bastante difícil. También influye el no ser un chico de escuela o hijo de padres ya establecidos dentro de la farándula musical.
Yuko también comenta que no solo grabar el disco le abre camino al artista. “Bueno eso es otra historia bien complicada, ellos tienen que buscar la promoción con su propio esfuerzo, como especie de agentes libres o auto representarse, muchos llevan sus disco a la radio para ver si les ponen un tema en algún huequito que tengan las emisoras de música, una vez que consigan eso deben pagar al menos 5 CUC por día con las frecuencias ajustadas por la emisora radial, creo que por ahí anda la cosa, no sé explicártelo bien. Y eso es si consiguen que los pongan. Algo importante, también depende del contenido de sus discos, no cualquier tema es posible ponerla por mucho que paguen”.
Ya casi despidiéndose, debido a lo agotador del día en el estudio, añadió: “mis sueños son musicales, no me concibo haciendo otra cosa, si no puedo lograr ser un buen cantante me dedicaré a algo que tenga que ver con la música, ya sea como Dj, como agente representante o simplemente como dueño de un estudio de grabación, sería mi vida realizada, espero que no sea demasiado pedir”.
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