Black metal en Cuba: un panorama poco reconocido



El black metal cubano ha cosechado fabulosos trabajos en los últimos años. Los álbumes Carpathian Tales (2000) de Mephisto, Hell Fuckin' Metal (2008) de Ancestor, Diabolus Incarnatus (2011) de Narbeleth y Descensus Averni (2012) de Unlight Domain, muestran una asombrosa calidad.

Esta vertiente radical del underground logró consolidarse en un país donde ni siquiera el rock comercial tuvo pleno respaldo institucional. Está claro que los tiempos han cambiado, pero la guerra fría contra determinadas sonoridades foráneas continúa vigente.

Las muestras de hostilidad incluyen insuficiente promoción, constantes problemas con los aseguramientos durante las giras, o la carencia de contratos discográficos entre otras dificultades. Amílcar Israel Guerra, tecladista de Mephisto, en una entrevista para Scriptorium Zine en marzo de 2008 expresó: “es bien sabido que las disqueras cubanas no se interesan por el género”.

El pasado año la Agencia Cubana de Rock con la colaboración de Supremacy Studio lanzó los álbumes Descensus Avernide, de Unlight Domain, y I Am The Truth de Ancestor, dando un paso de avance en la producción musical. Este tipo de apoyo es sólo para las agrupaciones que forman parte de su catálogo, así que los trabajos independientes continuarán siendo mayoría.

Para suerte de sus seguidores, el black metal está acostumbrado a nadar contra corriente y no persigue la popularidad, sino arremeter contra lo convencional en una especie de reencuentro con lo primitivo, lo lejano, lo olvidado, lo sombrío y lo épico.

Al igual que las legendarias bandas europeas, las canciones revelan un gran interés por la misantropía, el ocultismo, el naturalismo, el belicismo y la muerte, entre otros tópicos. Por ejemplo: “Blackult”, “Vlad The Impaler”, “Hymno de Guerra 6.6.6” y “The Christians Hunt”, todas pertenecientes al álbum Hell Fuckin' Metal de Ancestor, corroboran lo antes expuesto.

A diferencia de otros géneros, la divulgación corre fundamentalmente a cargo de los fanzines, foros y blogs. Sin embargo, Ancestor (Ciudad de La Habana), Unlight Domain (Matanzas) y Mephisto (Holguín) han tenido cierta cobertura en televisión participando en el programa Cuerda Viva, y en periódicos y revistas.

Los detractores del black metal opinan que es una música estruendosa, pero en realidad es más compleja de lo que muchos creen. Las guitarras distorsionadas, la extrema disonancia, la frecuente alteración de las escalas, la inconsistencia dinámica o las típicas voces cavernosas son difíciles de ejecutar.

Y si bien es complicado descifrar el lenguaje sonoro, también lo es asimilar la súper extravagante proyección escénica que adoptan los músicos con vestuario exclusivamente negro, maquillaje cadavérico o corpse paint, uso de símbolos antiguos, etc. Los creadores de black metal en Cuba sobre todo han asumido la vestimenta o incluso prescinden de ella, a veces debemos esperar los primeros acordes para desentrañar que se trata del metal oscuro.

Otras bandas que deben ser mencionadas por ganarse el respeto del público son Haborym Mastema (Holguín), Dana (Cienfuegos), Morbo (Guantánamo), Darkness and Bliss (Cienfuegos), y The Chaos Nether Silence (La Habana), esta última desintegrada ya.

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Comentarios   Dejar un comentario
Jc
8 de marzo, 2013 5:20 pm (GMT-5:00)
Ojala pudiera escuchar la musica de estos grupos... muy interesante este articulo.. Gracias

Ray
4 de marzo, 2013 4:12 pm (GMT-5:00)
Buen comentario, sobre todo si se tiene en cuenta que el metal no tiene mucho espacio en la Isla, ya sea porque no guste o lo que dice, pero existe y muchos lo seguimos, gracias

Nani
1 de marzo, 2013 5:18 pm (GMT-5:00)
Viva la música oscura

Yoel
27 de febrero, 2013 5:05 pm (GMT-5:00)
Hail! para el black metal. Disfruté mucho la lectura

Yaris
27 de febrero, 2013 8:02 am (GMT-5:00)
Muy buen artículo, lo agradecemos todos los fans del black.

Angel
27 de febrero, 2013 2:19 am (GMT-5:00)
Gracias por dar un espacio al metal oscuro.