Los Compinches de la diversidad cultural



Compinche según el DRAE es amigo, camarada y ¿la diversidad cultural? Viajamos hasta Pinar del Río para recabar opiniones y nos encontramos con Dennys Pérez Acanda, director de Los Compinches y su “piquete” compuesto, además, por Leicester Correa Corbillón y Leodan Hiviricu Reina “Dj Buti”.

Dennys nos cuenta: “estudié Artes Plásticas en la Escuela de Superación de Arte de Pinar del Río como forma de encaminar mis inquietudes artísticas. De hecho participé en varios salones de Arte Joven de la Asociación Hermanos Saíz, realicé exposiciones personales, murales, hasta terminar pintando por encargo y tatuando. Pero siempre fui un aficionado a la música: SFDK, Vico C, Queen, Calle 13, Tego Calderón, Black Eyed Peas, Varela, Frank Delgado, Melendi, y Sabina”.

“Por los ‘90 recuerdo que fue la explosión del movimiento del rap en la provincia” En el ‘96 y ‘97 empecé a hacer rap como podía: haciendo backgrounds con la boca, “ponchando”, los fondos eran grabaciones en casetes de la música de los videojuegos. Seguí experimentando hasta que encontré a Leicester que antes tenía su propio piquete Mezcla Perfecta, y le dije: tiene que ser una cosa seria, y él lo tomó con tanto desenfado que hasta hoy no sé si es una cosa seria. Lo cierto es que formamos una agrupación desde el 1ro de diciembre de 2004 y pensamos en una banda. Realizar un trabajo más serio con la música. La plástica me ayudó mucho a saber administrar el barco, a no cerrarte, a encontrar los espacios sin necesidad de hacer únicamente sopa, porque debo confesar que hay dos o tres discos opcionales para los que prefieren las fórmulas manidas”.

Los Compinches tienen peñas habituales los terceros sábados de cada mes en La Casa de las Promociones Musicales de Pinar del Río a las 10:00pm, y los segundos viernes en la Casa del Joven Creador a partir de las 7:00pm. En estos espacios se dan cita sus seguidores que repiten motes como fulandiol, partydown, everybody, y fula de game.

Dennys nos comenta que sus propósitos no son sólo llegar al público rapero sino al público en general, y abunda sobre la evolución del grupo a partir de un análisis de sus fonogramas, producidos todos, en estudios independientes y con la colaboración de amigos. “Nuestro primer disco, y, por supuesto, el más experimental se denominó Cosas que no entiendo. En ese momento, hablamos del 2005-2006, no estaba claro qué era el hip hop underground como medio de expresión. Había muchas justificaciones y pocas respuestas. Esa vez fusionamos con música tradicional cubana e incluso incorporamos la poesía de Nicolás Guillén. El segundo CD vino entre 2006 y 2007, La real partidera. Aquí nos reunimos varios proyectos para promocionar el hip hop en Pinar del Río. En la mayoría de los temas usamos lo que nosotros llamamos represent, o sea, cada uno presentaba su trabajo, sus integrantes y sus intenciones. En uno de los temas sampleamos al Benny. Para los backgrounds empezamos con la melodía, inventamos, le adicionamos la per cusión, todo hecho por nosotros, todo, todo, es música electrónica, pero hecha.

“En el 2008 llegó el tercero: Pa’que me acusen. Este ganó todas las menciones de La Capital de la Moñay fuimos nominados a los premios Cuerda Viva. Fue el proceso de transculturación, de materialización de lo que quería el piquete, de búsqueda de la música por la que nos pudieran reconocer. Trabajamos sobre la base del drum and bass mucho. Rápidamente vino Ruido que fue segundo premio de La Capital de la Moña, que marcó una historia, más madurez. Tumulto, netamente underground, se trataba de volver a los principios, para muchos raperos el mejor disco, para mí no, pero sí sentí que no se había perdido la historia, independientemente de todo lo demás continuamos trabajando. Ahora queremos terminar Rap con Pik Pik, tratar de hacer un discurso más sublime que no es Buena Fe, pero tampoco es Los Aldeanos. Queremos trabajar más en la música, quizá usar una banda, apoyos en vivo, metales. Por supuesto, no decimos que no a la tecnología que ha sido nuestro mejor aliado, pero queremos animar, que suene más natural, menos robótico, salir de lo esquemático de cómo se hace el rap, en busca de una expresión más occidental, más vueltabajera. Mucho invento porque como decían aquellos de Explosión Suprema: “si no innova, no barre bien la escoba”.

“Creo que el movimiento underground en Pinar del Río no es ni el 50% de lo que era en los años ‘90. Los artistas se han desmotivado, la industria de la cultura se está rigiendo por lo más comercial, o tal vez es una etapa de tregua, de reposo, pero lo cierto es que aunque hay nuevos exponentes, sin espacio, sin promoción, no tienen la misma motivación, el mismo deseo, no creen, no están seguros de lo que quieren y de lo que van a hacer y esto no se adquiere de un día para otro. Yo me equivoqué, lo asumí y seguí y aunque me limito, no tengo pelos en la lengua. Creo que el rap debe, además de un discurso fuerte y consciente, dar un espacio para divertirse, desarrollar ideas, mezclar tendencias y artes y, sobre todo,contribuir a la diversidad cultural”.

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