MC Donald, indigesta



Hace una década, un niño de solo diez años de edad llegó de las manos de su tío a la desaparecida Peña del Parque Almendares, en La Habana, y desde entonces el rap pasó a formar parte inseparable de su vida.

Mientras simultaneaba los estudios de Informática con la música, no desaprovechaba ninguna oportunidad para poner a prueba sus dotes de cronista social, al tiempo que se codeaba con los mejores improvisadores del género.

Durante varios años, los Jardines de la Tropical fueron el lugar que le ayudó a forjarun estilo único en el universo cubano del rap, y donde podía expresar su aguda visión de las realidades e insatisfacciones sociales de la Isla. Allí, en uno de los últimos Festivales Free Style que se organizaron en Cuba, se alzó con el primer lugar, y obtuvo el reconocimiento del público y de los artistas participantes, muchos de los cuales le doblaban en edad y experiencia.

La vida quizás le puso antes de tiempo en una encrucijada. Tuvo que decidir entre continuar los estudios y dedicarse por entero al rap. No lo dudó. Triunfó la opción más sacrificada y peligrosa: ser artista.

Desde entonces Milton MC Donald Almagro enfrenta en solitario los azares, desilusiones, y riesgos de ser rapero en Cuba. “Creo que todo eso me hizo madurar y ser mejor persona -afirma con seguridad- ahora soy capaz de ver y sentir más los matices, y las aptitudes de losque me rodean, de poder expresar mejor el interior del alma de los cubanos. De decir con mayor facilidad, lo que la mayoría de la gente quiere, pero por doble moral no es capaz de expresar”.

“Eso ha hecho mi discurso artístico cada vez más abierto y duro” -dice mientras cierra los puños- “unos me apoyan, otros me critican, muchos me cierran puertas o me viran las espaldas, pero yo no claudico, formo parte de la nueva generación de raperos cubanos, que no quiere sustituir a nadie, ni busca fama y dinero a costa de la marginalidad o del sufrimiento del pueblo, solo somos continuidad de los fundadores, y deben darnos nuestro lugar”.

En el mundo del rap cubano underground, Milton destaca por ser uno de los artistas que con mayor crudeza expone las realidades y penurias económicas y sociales de suscoterráneos. Sus conciertos en los Festivales Puños Arriba junto a los raperos Discípulo, integrante de la agrupación Mano Armada,y P & P, lo llevaron a obtener la “honrosa” condición de persona non grata entre los promotores y las instituciones culturales de la Isla.

“Desde entonces” -dice- “solo una o dos veces al año puedo presentarme en lugares públicos. Mi última actuación fue hace cinco meses en el club nocturno Karachi, y por mucho que me esfuerce siempre me dan evasivas. Cada día es más difícil ganarse la vida, pero yo soy consecuente con mi manera de decir y hacer”.

“Con pocos recursos y la ayuda de varios amigos” -agrega- “terminé el pasado año el disco Por la vergüenza, que fue un éxito en la música y en el mercado underground cubano. Su título no es casual, es un llamado a la unión de todos los raperos cubanos, a ser reales representantes del interés y de las motivaciones de las masas, a escapar de las mentiras, el compadreo, la corrupción y la pseudo promoción de instituciones como la Agencia Cubana de Rap”.

“Para salir de la situación adversa que vive el rap cubano actual” -enfatiza- “hay que darles a todos iguales oportunidades, y no solo promocionar a amigos o a quienes dejan algunos dividendos como hacen la Agencia Cubana de Rap y Viviart. El verdadero talento está en las calles, en los barrios, en muchachos que a diario luchan por expresarse, y que en cualquier esquina dicen más verdades en una noche, que la radio y la televisión cubanas en un año. Allí está la evolución y el desarrollo del rap cubano”.

“Puede parecer muy liberal decirle a alguien: habla lo que quieras, y no le pidas cuenta a nadie, pero esa es la esencia del rap cubano. Intentar comercializarlo, cambiarlo, acercarlo al oficialismo, o construir el género sobre sus mentiras es matarlo. No se puede vender el alma por un plato de comida”.

Milton vuelve a abstraerse en sus pensamientos, mientras la cámara trata de recoger la mejor expresión de su semblante.Solo una reflexión queda en el ambiente como mudo secreto compartido, ojalá hubieran muchos MC Donald como este, listos a alimentar el futuro del rap cubano underground, o a ser constante fuente de malas digestiones para quienes en la Isla intenten acallarlo.

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Karlito
12 de marzo, 2013 8:37 am (GMT-5:00)
Lo mejor es que a pesar de las dificultades iempre hay personas como Milton, digno que se mantiene firme en sus convicciones y con las ideas de hacer lo que le gusta, con mal tiempo y dispuesto a enfrentar el temporal, este tipo de gente se merece salir adelante, ser premiados, muy buena entrevista.FELICIDADES PMU