El urbano desde las sombras
18 de marzo de 2013
Bárbaro Osniel Vargas Galdós, joven cubano y diseñador gráfico, ha llevado durante tres años una carrera artística musical paralela a esta profesión. Como todos, o como casi todos los intérpretes de hip hop dentro del género rap, se inclina por las problemáticas sociales nutriéndose de lo que acontece principalmente en Marianao, su barrio natal.
Agradece sus inicios a las interpretaciones de otros raperos ya conocidos. Llevando el ritmo en sus venas y atraído por el ojo crítico de las temáticas y la música que representa el género, Bárbaro comienza a improvisar. Poco a poco participa en peñas y eventos de poca envergadura y así se gana el respeto y la admiración dentro del grupo y de sus seguidores. Pero no es hasta que descubre la música que hay en su interior que surge el cantante y compositor de hip hop Bárbaro el Urbano Vargas.
El músico autodidacta ha participado en dos producciones dobles con Tribu Mocoya, un proyecto pensado a modo de descarga e integrado por Charly Mucha Rima, Aldo de Los Aldeanos, Escuadrón Patriota, Silvito el Libre y Macabro 12, rapero venezolano. También ha colaborado con Michel Mirabal en la producción de un disco que estuvo completamente a su cargo. Casi Crudo, su primer disco, y 88-01-18, premiado en cinco categorías incluyendo mejor disco del año en el Festival Puños Arriba, conforman sus dos producciones en solitario.
A través de la historia del rap en Cuba hemos podido comprobar las inmensas dificultades de producción, y por supuesto que las de Bárbaro no están excluidas. No cuenta con un representante y mucho menos con una institución a la cual dirigirse para llevar a cabo sus proyectos. Nos relata el Urbano Vargas que su “estudio de grabación es el cuarto de la abuela con una silla, un haragán (instrumento de limpieza que se utiliza para escurrir el agua) amarrado a la silla y en el palo se amarra un micrófono de calidad media”. Estos contratiempos eran normales para él hasta que hubo de enfrentarse solo, a una producción musical. Increíble..., pero cierto.
Con este estilo underground el artista ha grabado aproximadamente 200 canciones. Gran parte de ellas son distribuidas y promocionadas en formato digital a través de amigos que gratuitamente, deciden colaborar. Así mismo, Bárbaro promocionó su disco Créeme en el que recibió positivamente la colaboración del reconocido dúo Buena Fe, interpretando el muy gustado tema “Soy”. Entonces cabe preguntar: ¿Cómo es posible que artistas con tal currículo, permanezcan en las sombras para agencias y empresas cubanas representantes de la música?
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18 de marzo de 2013
Bárbaro Osniel Vargas Galdós, joven cubano y diseñador gráfico, ha llevado durante tres años una carrera artística musical paralela a esta profesión. Como todos, o como casi todos los intérpretes de hip hop dentro del género rap, se inclina por las problemáticas sociales nutriéndose de lo que acontece principalmente en Marianao, su barrio natal.
Agradece sus inicios a las interpretaciones de otros raperos ya conocidos. Llevando el ritmo en sus venas y atraído por el ojo crítico de las temáticas y la música que representa el género, Bárbaro comienza a improvisar. Poco a poco participa en peñas y eventos de poca envergadura y así se gana el respeto y la admiración dentro del grupo y de sus seguidores. Pero no es hasta que descubre la música que hay en su interior que surge el cantante y compositor de hip hop Bárbaro el Urbano Vargas.
El músico autodidacta ha participado en dos producciones dobles con Tribu Mocoya, un proyecto pensado a modo de descarga e integrado por Charly Mucha Rima, Aldo de Los Aldeanos, Escuadrón Patriota, Silvito el Libre y Macabro 12, rapero venezolano. También ha colaborado con Michel Mirabal en la producción de un disco que estuvo completamente a su cargo. Casi Crudo, su primer disco, y 88-01-18, premiado en cinco categorías incluyendo mejor disco del año en el Festival Puños Arriba, conforman sus dos producciones en solitario.
A través de la historia del rap en Cuba hemos podido comprobar las inmensas dificultades de producción, y por supuesto que las de Bárbaro no están excluidas. No cuenta con un representante y mucho menos con una institución a la cual dirigirse para llevar a cabo sus proyectos. Nos relata el Urbano Vargas que su “estudio de grabación es el cuarto de la abuela con una silla, un haragán (instrumento de limpieza que se utiliza para escurrir el agua) amarrado a la silla y en el palo se amarra un micrófono de calidad media”. Estos contratiempos eran normales para él hasta que hubo de enfrentarse solo, a una producción musical. Increíble..., pero cierto.
Con este estilo underground el artista ha grabado aproximadamente 200 canciones. Gran parte de ellas son distribuidas y promocionadas en formato digital a través de amigos que gratuitamente, deciden colaborar. Así mismo, Bárbaro promocionó su disco Créeme en el que recibió positivamente la colaboración del reconocido dúo Buena Fe, interpretando el muy gustado tema “Soy”. Entonces cabe preguntar: ¿Cómo es posible que artistas con tal currículo, permanezcan en las sombras para agencias y empresas cubanas representantes de la música?
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