Festival de invierno en la capital del rap

18 de marzo de 2013



En la década del 90 del siglo pasado, los festivales de rap en Alamar le confirieron a esa comunidad, situada al Este de La Habana, un rasgo insoslayable de su identidad cultural y un reconocido título como La Capital del Rap.

A pesar del pesimismo de algunos seguidores del género se logró celebrar en los días 22, 23 y 24 de febrero, la 2da Edición del Festival de Invierno de Hip Hop. Este es considerado por muchos, como un nuevo intento por retomar la celebración de estos festivales y rescatar el terreno perdido en todos estos años.

El festival se realizó en el anfiteatro alamarense, que a pesar de estar deteriorado por el salitre y el olvido, refleja en los grafitis de sus paredes la huella de aquella época de esplendor en que los festivales de rap movilizaban a todos los raperos del país.

La escenografía era muy sencilla y original, incluía elementos indisolubles de la cultura del hip hop y un sello inconfundible de cubanía: la bandera cubana, que con sus vivos colores lograba una perfecta armonía con el colorido escenario.

Durante los tres días del evento el espectáculo se inició a las nueve de la noche. La falta de propaganda y divulgación propició que en las tres jornadas no se sobrepasaran los cincuenta espectadores, algo que indudablemente atentó contra la calidad de la actividad.

El festival estuvo auspiciado por la Dirección de Cultura Provincial y contó con la colaboración de la Agencia Cubana de Rap.

Se presentaron una gran cantidad de artistas provenientes, en su mayoría, de diferentes municipios de La Habana y de las provincias Artemisa y Mayabeque. Algunos de estos fueron: El Blanco, Escobar, Prince Mohalik, Mene Urbano, Renovación Urbana y David de OMNI Zona Franca.

Uno de los artistas más aplaudidos fue Jesús Meneses, cuyo nombre artístico es Mene Urbano. Durante la interpretación de la canción “Opera prima”, el público se puso de pie y al escuchar el fragmento que decía: “las ideas no se matan, las ideas no se entierran, soy otro soldado que a la bandera se aferra”, todos subieron los puños arriba en manifiesto de apoyo al joven rapero.

Minerva Romero fue la presentadora del festival, la cual se valió de una formidable actuación y de un excelente vestuario para interpretar su personaje Chicuelo, una auténtica rapera cubana.

“Yo vi esto crecer y pinté todos estos muros, esto está de pinga aquí”, fueron las palabras de David, de OMNI Zona Franca, al coger el micrófono en la mano. Su proyección en el escenario y el contenido de las letras de sus canciones impactó al público de una manera estrepitosa, todos quedaron hipnotizados durante su presentación.

Las Cálidas fue una de las agrupaciones que más gustó. Este dúo de mujeres vino desde el poblado de San Germán, provincia Holguín, para participar en esta cita del hip hop cubano.

El día 24 se declaró el final del Festival de Invierno desde otro escenario: el Boulevard Valencia, en las cercanías de la Casa de Cultura Municipal. Muchos quedaron decepcionados, pues esperaban una clausura llena de sorpresas y una mayor presencia de público, elementos que no aparecieron durante la desolada actividad.

Un nuevo intento por retomar espacios perdidos por el hip hop cubano había concluido aquella noche de domingo. Algunos sintieron que sus expectativas se habían desmoronado y que el evento había sido un total fracaso; pero de lo que no cabe la menor duda, es que la 2da Edición del Festival de Invierno de Hip Hop, fue una nueva oportunidad para rescatar las tradiciones que permitieron otorgar a Alamar el título por excelencia, de la Capital del Rap en Cuba.

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