Hace falta más que un Déjà Vu para triunfar en Cuba



El devenir de este Déjà Vu no ha sido fácil. Lo que empezó como un proyecto que integró a varios compositores y otros tantos artistas en una descarga de amigos, hoy es un grupo con todas las de la ley y sus miembros poseen numerosas inquietudes artísticas.

En un edificio del barrio Nuevo Vedado, en la Ciudad de La Habana, este grupo tiene su particular sala de ensayo. La habitación escogida para semejante empresa no mide más de dos metros y medio por tres metro, del techo cuelga un trípode con un micrófono ruso que es capaz de grabar hasta el movimiento de una hormiga. Allí también se encuentran la batería, las tumbadoras y un pequeño espacio para que casi milimétricamente quepan parados, el guitarrista, el bajista, la cantante y una computadora.

A través de la personalidad paciente de Yamil Reyes, su director y compositor, y con el apoyo de prestigiosos exponentes de la melodía de nuestro país como David Torrens, Déjà Vu está formando su estilo que aspira a perdurar en la sonoridad cubana. En la banda se denota un sello único que muestra como ritmos y letras diferentes pueden resultar del gusto popular. La novel banda “vista alguna vez en el pasado”, va recogiendo más adeptos a sus estilos fusionados, bajo el ritmo del reggae, en escenarios de cualquier parte de la Isla.

La fusión es la realidad de la música universal. Un fenómeno espontáneo en la que se mezclan combinaciones de sonidos. Cuando se trata de definir las influencias en el tipo de música que Déjà Vu hace, su director y compositor, Yamil, prefiere llamarle “fusión urbana”, porque cada uno de sus músicos aporta aquellos ritmos que -antes de que pertenecieran a esta banda-, fueron recogiendo individualmente de las tocatas realizadas en calles de La Habana, escenario donde emergen juveniles explosiones musicales de carácter espontáneo y experimental.

Yamil junto al baterista Alberto Roque, el guitarrista Miguel Comas, el bajista Alejandro González y el percusionista Michel Fusté, crearon el conjunto en el 2007.

Tras una de sus presentaciones, Roque le habla sobre la banda a PMU: “A todos nos ha ocurrido alguna vez que estamos sintiendo algo que ya habíamos percibido. Una especie de sueño hecho realidad o algo más complicado de la psicología francesa. Pero no es menos cierto que Déjà Vu deja mucho en qué pensar, y es que si indagamos en los perfiles de los artistas que componían el grupo desde sus inicios, todos han salido en la pantalla chica formando parte de disímiles bandas, y que una vez congregados recurrimos a la típica frase: “eh, a este yo lo he visto en algún lado. De ahí la cuestión de ponerle al grupo un nombre tan singular, pero que todo el mundo siente y reconoce”.

“Nuestros comienzos fueron tiempos de mucha locura, sin ninguna estabilidad profesional. Saltamos de banda en banda que no tenían difusión alguna ni empresa. Trabajábamos con el corazón, porque no se gozaba de resultados económicos, lo hacíamos porque teníamos fe. Por el camino, uno empieza a aprender de todas las maneras de las que se vive y se siente la música, viendo la forma de trabajar por el deseo artístico de hacer algo en lo que uno crea, en que no sea específicamente lo que los demás prefieren”.

Yamil Reyes, director del conjunto, se une a nuestra conversación y relata sus vivencias: “empezamos dando un concierto donde quiera que nos abrieran una puerta. Recuerdo que una de nuestras primeras presentaciones fue en una peña de Los Gens, en un lugar que se llamaba El Galicia y que hoy es Escaleras al Cielo. Ellos hacían sus temas de rock and roll, y nosotros llegamos con nuestros temas de fusión y la gente se quedó un poco alucinada. Luego tuvimos una peña en el bar de 11 y 4. Increíblemente, el local se fue llenando con el tiempo y para nosotros que nos fueran a ver 50 personas, era un exitazo”.

“Llegar hasta aquí ha sido gratificante. Desde que tuve mi año sabático por no encontrarle el camino a lo que deseaba lograr, depresivo a un estado tal que sentía que llevaba una pared delante llena de señales prohibitivas y ahora estar donde estamos, nos hace el grupo más feliz de Cuba, porque hemos recogido el fruto de nuestros resultados en bastante poco tiempo. Estamos haciendo algo diferente que vale la pena escuchar. Una propuesta fresca que no agrede al público, sin un ritmo repetido, que lo que aspira es liberar la mente y que escuchen música del mundo”.

“Quiero que todo el mundo nos conozca, al precio que sea. Pienso que los medios comunicativos tienen un poco de mal proceder a la hora de las propuestas que le brindan a la población. No se presta atención a la música joven. Están de cierta forma, opacando lo que está sucediendo con la verdadera música cubana actual. Seguimos escuchando a los mismas artistas y sonoridades desde hace 40 años, y por ende se empieza a perder credibilidad en las cosas jóvenes que están surgiendo”.

“Déjà Vu se mueve por todas las ramas del reggae. Lo fusionamos con la música cubana, con el son, con la bossa nova, con el jazz, con el blues, con ritmos africanos. De cierta manera es una especie de mensaje porque hoy el mundo está envuelto en conflictos de territorios, de recursos naturales, en un millón de problemas, y me parece que hacer música del mundo es pedir por la concordia”.

“Al público le damos una sensación placentera porque no lo agredimos, no los maltratamos, sino que tratamos de transmitirle que la vida tiene sentido y que los problemas en algún momento se solucionarán. Las canciones son vivencias personales, lo que me ha pasado a mí en el transcurso de mi vida musical, en el transcurso de mi vida consciente. Las letras son bastantes pasionales, son letras más bien de amor, de historias de parejas, a veces nos salimos un poco del contexto de pareja y hacemos letras un tanto sociales”.

Déjà Vu cuenta con un álbum musical titulado Perfecto balance, aún sin comercializar con las disqueras cubanas. De la realidad al papel, ha sido el trayecto de muchos de los temas que componen esta sugestiva muestra fonográfica. Componer para Yamil se ha convertido en más que un ejercicio que se va perfeccionando con el tiempo, y en una búsqueda para hallar ese complemento que le funcione a todo el mundo en la sociedad.

El grupo tiene a la vista la presentación de su primer video clip realizado por El Central Producciones con el tema “Deseos en Penumbra”, así como otra producción discográfica independiente bajo el nombre de “Cree”, con varias sorpresas melódicas.

Los miembros de Déjà Vu son excelentes músicos que con la voz e inventiva de Yamil Reyes, han logrado construir su burbuja, su espacio dentro del universo musical que los distingue, tanto por la música como por el show que proponen, además de por la unión del grupo, elementos envidiables en estos tiempos.

Conocer la música fusión llevará por rachas a tocar teclas imprecisas, una vez que el oído de la audiencia esté con las cuerdas de lo convencional. Siempre se lleva consigo la frase: “para los gustos se han hecho los colores”. Probablemente si tenemos más Déjà Vu de este tipo, ampliemos nuestro espectro de color y aprendamos a disfrutarlo mejor.

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Comentarios   Dejar un comentario
Daniela Cabrera
24 de abril, 2014 6:11 pm (GMT-5:00)
He escuchado poco del grupo, pero la muestra que conozco me basta para reconocer la originalidad y transparencia que los caracteriza. Gracias por apoyar la música de género fusión urbana y por tratar de transmitirla a los jóvenes cubanos. No se destiñan con el pasar del tiempo, perfecciónense . Les deseo mucho éxitos, bueno realmente ya los tienen. Sigan así...

Jc Rodriguez
21 de marzo, 2013 11:58 am (GMT-5:00)
Interesante..... Gracias