Norge de Las Tunas
25 de marzo de 2013
Un sabor diferente dejó a todos los que asistimos al concierto de Norge Batista en el Cine Teatro Tunas, un sabor opuesto al de otras ocasiones, un gusto a resignación, pues quizá sea el último en un buen tiempo, y es que el autor del tema “Búscame adentro”, dedicado a su gran amigo y escritor tunero Guillermo Vidal, donde evoca uno de su lugares preferidos de la ciudad, la calle Colón, se nos fue para La Habana. El Caballero de la Trova, como se le ha bautizado, se ha trasladado a la capital de país para residir de manera permanente, no para una gira, ni un concierto, ni una invitación a alguna peña, de ahora en adelante tendremos que conformarnos con sus visitas, escuchar su discos y pensar o decirle a algún amigo: “ese que canta, ese es Norge Batista, tunero pero vive en La Habana”.
Los jóvenes trovadores de Las Tunas se empeñaron en convertir la velada en algo especial, algo digno de recordar, y que sirviera de agradecimiento a quien es el padre de la joven generación de cantautores tuneros. Carlos Dragoni, uno de los más prometedores bardos organizó todo, se encargó de juntar en el mismo escenario a varias generaciones que le deben, de una manera u otra, gratitud al más ilustre de los trovadores tuneros.
El creador de los discos Búscame adentro y Algo crece, Norge Batista Albuerne, nació en Las Tunas el 30 de octubre de 1969, y desde los 13 años está vinculado al mundo de la música, específicamente a la canción de autor. Amigo y sobre todo, padrino de aquel que se interese por la música inteligente, es sin dudas un ejemplo a seguir.
Las circunstancias lo alejan de su ciudad natal, de su pueblo querido, y muchos ven con tristeza su partida, pero la mayoría de los que lo quieren bien, se consuelan con la idea de que se marcha para impulsar su carrera, para estar más cerca del éxito profesional que tanto merece.
Algunos asistieron al concierto, ajenos a lo que pasa, los menos iban a una despedida, la mayoría fue a desear buena suerte al amigo, y así se repletó el teatro Tunas. Una noche tranquila, sin nubes y con una temperatura agradable, como agradable fue el ambiente del espectáculo. Canciones como “Adolescencia” interpretada con la maestría de siempre junto a su inseparable guitarra, fue motivo del escurrimiento de una que otra lágrima. Norge además, aprovechó la oportunidad para agradecer a quienes de invitados, se convirtieron en anfitriones en la última velada suya como residente tunero.
El grupo Kereya, Rioja, Carlos Dragoni y otros, interpretaron temas del Caballero de La Trova, y ese fue su tributo a quien se torno en ícono para la historia cultural de Las Tunas.
Jóvenes, menos jóvenes, todos juntos en el auditorio escuchando, tarareando, o simplemente aplaudiendo cada canción, cada acorde del instrumento inseparable del juglar tunero. Los destellos parpadeantes de las cámaras fotográficas se dejaban ver fundiéndose en el ambiente, todos querían una instantánea.
Más de una hora de buenas canciones, poesía y excelentes interpretaciones fue el regalo de Norge y sus amigos para los tuneros, un presente a modo de despedida que si bien ha dejado un sabor a adiós, no ha sido amargo, porque se convirtió en un canto a la amistad y la gratitud por el pueblo que lo vio nacer. Desde hoy, Norge Batista Albuerne ya no será solo nuestro, de los tuneros, sino de los cubanos.
En hora buena para los capitalinos que lo tendrán de primera mano, lo podrán conocer y disfrutar en peñas y conciertos. Con suerte sus presentaciones en la televisión nacional lo impulsarán al conocimiento nacional, el sueño de todo artista cubano, hecho realidad para nuestro Norge.
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25 de marzo de 2013
Un sabor diferente dejó a todos los que asistimos al concierto de Norge Batista en el Cine Teatro Tunas, un sabor opuesto al de otras ocasiones, un gusto a resignación, pues quizá sea el último en un buen tiempo, y es que el autor del tema “Búscame adentro”, dedicado a su gran amigo y escritor tunero Guillermo Vidal, donde evoca uno de su lugares preferidos de la ciudad, la calle Colón, se nos fue para La Habana. El Caballero de la Trova, como se le ha bautizado, se ha trasladado a la capital de país para residir de manera permanente, no para una gira, ni un concierto, ni una invitación a alguna peña, de ahora en adelante tendremos que conformarnos con sus visitas, escuchar su discos y pensar o decirle a algún amigo: “ese que canta, ese es Norge Batista, tunero pero vive en La Habana”.
Los jóvenes trovadores de Las Tunas se empeñaron en convertir la velada en algo especial, algo digno de recordar, y que sirviera de agradecimiento a quien es el padre de la joven generación de cantautores tuneros. Carlos Dragoni, uno de los más prometedores bardos organizó todo, se encargó de juntar en el mismo escenario a varias generaciones que le deben, de una manera u otra, gratitud al más ilustre de los trovadores tuneros.
El creador de los discos Búscame adentro y Algo crece, Norge Batista Albuerne, nació en Las Tunas el 30 de octubre de 1969, y desde los 13 años está vinculado al mundo de la música, específicamente a la canción de autor. Amigo y sobre todo, padrino de aquel que se interese por la música inteligente, es sin dudas un ejemplo a seguir.
Las circunstancias lo alejan de su ciudad natal, de su pueblo querido, y muchos ven con tristeza su partida, pero la mayoría de los que lo quieren bien, se consuelan con la idea de que se marcha para impulsar su carrera, para estar más cerca del éxito profesional que tanto merece.
Algunos asistieron al concierto, ajenos a lo que pasa, los menos iban a una despedida, la mayoría fue a desear buena suerte al amigo, y así se repletó el teatro Tunas. Una noche tranquila, sin nubes y con una temperatura agradable, como agradable fue el ambiente del espectáculo. Canciones como “Adolescencia” interpretada con la maestría de siempre junto a su inseparable guitarra, fue motivo del escurrimiento de una que otra lágrima. Norge además, aprovechó la oportunidad para agradecer a quienes de invitados, se convirtieron en anfitriones en la última velada suya como residente tunero.
El grupo Kereya, Rioja, Carlos Dragoni y otros, interpretaron temas del Caballero de La Trova, y ese fue su tributo a quien se torno en ícono para la historia cultural de Las Tunas.
Jóvenes, menos jóvenes, todos juntos en el auditorio escuchando, tarareando, o simplemente aplaudiendo cada canción, cada acorde del instrumento inseparable del juglar tunero. Los destellos parpadeantes de las cámaras fotográficas se dejaban ver fundiéndose en el ambiente, todos querían una instantánea.
Más de una hora de buenas canciones, poesía y excelentes interpretaciones fue el regalo de Norge y sus amigos para los tuneros, un presente a modo de despedida que si bien ha dejado un sabor a adiós, no ha sido amargo, porque se convirtió en un canto a la amistad y la gratitud por el pueblo que lo vio nacer. Desde hoy, Norge Batista Albuerne ya no será solo nuestro, de los tuneros, sino de los cubanos.
En hora buena para los capitalinos que lo tendrán de primera mano, lo podrán conocer y disfrutar en peñas y conciertos. Con suerte sus presentaciones en la televisión nacional lo impulsarán al conocimiento nacional, el sueño de todo artista cubano, hecho realidad para nuestro Norge.
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