El lado Pro del Chico que proporciona legítimo hip hop underground
1 de abril de 2013
Resulta imposible conversar con él y obviar su mirada inquieta, seguirle los labios mientras tararea una de sus canciones y dejar de detallar el micrófono, la bandera cubana y el gallo tatuados en su brazo derecho, símbolo este último que, según él, representa la improvisación en el género del que se hace eco.
Promover, propiciar y proclamar son algunos de los calificativos que pudieran adjudicársele al hip hop que ofrece el villaclareño Rolando Díaz Reyes, el Chico-Pro, quien desde el municipio de Ranchuelo se propone llevar excelente música a quienes gustan del género en Cuba y el mundo.
Sus principales motivaciones surgen del diarismo del cubano de a pie y la cotidianidad de quienes como él, nacieron y conviven “en un lugar donde los más jóvenes y por qué no los de la tercera edad, a veces no entendemos muchas cosas”.
Desde 1999 el Chico-Pro, junto a algunos amigos del preuniversitario donde estudiaba, comenzó a interpretar algunos de los temas de rap que más se escuchaban en aquel momento, sobre todo rap norteamericano. “Aunque no comprendía la mayoría de las letras, la música resultaba muy contagiosa, y lo que hacía era componer mis propias canciones y utilizar los background”.
Por aquellos años la música hip hop estaba de moda entre los jóvenes y muchas agrupaciones salieron a la luz como Alto Voltaje, grupo musical que dio a conocer al Chico-Pro, y que en el año 2000 cambió su nombre por Asunto Serio, cuando sus integrantes comenzaron a tomar con más responsabilidad y pasión su trabajo.
Durante los 5 años de vida de esta agrupación, varias fueron las presentaciones en la Casa de Cultura de Ranchuelo, donde tenía lugar la peña del hip hop, que frecuentaban también otros grupos de rap del municipio y donde la afluencia de público era verdaderamente numerosa. Mientras el Chico-Pro integró Asunto Serio grabó el álbum ¿Qué suele ser la vida? con 6 sencillos, donde todos los temas abordaban “la realidad cubana de la época recrudecida a raíz del período especial”.
El año 2005 cambió la rutina del Chico-Proporque desaparecieron las peñas y los demás grupos de rap de Ranchuelo dejaron de escucharse. Sin embargo el Chico-Pro continuó aferrado a su música, y luego de transitar por varios caminos, consolidó una estrecha relación con los integrantes de Los Aldeanos, con Silvito El Libre, El Discípulo, Papá Humbertico, Bárbaro El Urbano Vargas, El Lápiz y otros reconocidos raperos del país, lo que le permitió seguir con el trabajo totalmente underground que venía haciendo hacía ya algunos años. Igualmente comenzaron sus presentaciones en escenarios habaneros, su participación en simposios y festivales de rap celebrados en la capital, trabajos comunitarios en barrios de la periferia habanera y de la ciudad de Santa Clara, y en institutos de reclusión de diferentes zonas del país.
Tal ha sido el apego del Chico-Pro al hip hop que ya cuenta con tres discos: Detrás de los telones, Poesía de barrio y Arroba de rimas. Además trabaja actualmente en su cuarto álbum, el cual llevará por nombre El Díaz de los Reyes, con la intención de hacer un juego de palabras con los apellidos del artista.
Por estos días el Chico-Pro se encuentra inmerso en un proyecto denominado Real 70 Crew junto a populares raperos cubanos como El Discípulo, Papá Humbertico, El Lápiz, El Elocuente, Anderson, Hermanos de Causa y otros. Este proyecto lleva un mensaje de paz mediante la música y audiovisuales de rap underground cubano, a las diferentes naciones de Latinoamérica.
Quizás lo más asombroso e interesante en la vida diaria del Chico-Pro sea el hecho que trabaja todos los días en una panadería de la Empresa Cubana del Pan, para respaldar monetariamente las inversiones que hace con el fin de obtener temas musicales completamente pulidos.
A pesar de no contar con todo el apoyo de las instituciones culturales que deben tener como premisa promover el rap en la isla, a excepción del conocido Mejunje santaclareño, y de tampoco gozar de espacios fijos para presentaciones sistemáticas, el Chico-Pro asegura que su música, y por ende el hip hop cubano, recobran auge, y son reconocidos y respetados en muchos países del mundo, sobre todo en América Latina.
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1 de abril de 2013
Resulta imposible conversar con él y obviar su mirada inquieta, seguirle los labios mientras tararea una de sus canciones y dejar de detallar el micrófono, la bandera cubana y el gallo tatuados en su brazo derecho, símbolo este último que, según él, representa la improvisación en el género del que se hace eco.
Promover, propiciar y proclamar son algunos de los calificativos que pudieran adjudicársele al hip hop que ofrece el villaclareño Rolando Díaz Reyes, el Chico-Pro, quien desde el municipio de Ranchuelo se propone llevar excelente música a quienes gustan del género en Cuba y el mundo.
Sus principales motivaciones surgen del diarismo del cubano de a pie y la cotidianidad de quienes como él, nacieron y conviven “en un lugar donde los más jóvenes y por qué no los de la tercera edad, a veces no entendemos muchas cosas”.
Desde 1999 el Chico-Pro, junto a algunos amigos del preuniversitario donde estudiaba, comenzó a interpretar algunos de los temas de rap que más se escuchaban en aquel momento, sobre todo rap norteamericano. “Aunque no comprendía la mayoría de las letras, la música resultaba muy contagiosa, y lo que hacía era componer mis propias canciones y utilizar los background”.
Por aquellos años la música hip hop estaba de moda entre los jóvenes y muchas agrupaciones salieron a la luz como Alto Voltaje, grupo musical que dio a conocer al Chico-Pro, y que en el año 2000 cambió su nombre por Asunto Serio, cuando sus integrantes comenzaron a tomar con más responsabilidad y pasión su trabajo.
Durante los 5 años de vida de esta agrupación, varias fueron las presentaciones en la Casa de Cultura de Ranchuelo, donde tenía lugar la peña del hip hop, que frecuentaban también otros grupos de rap del municipio y donde la afluencia de público era verdaderamente numerosa. Mientras el Chico-Pro integró Asunto Serio grabó el álbum ¿Qué suele ser la vida? con 6 sencillos, donde todos los temas abordaban “la realidad cubana de la época recrudecida a raíz del período especial”.
El año 2005 cambió la rutina del Chico-Proporque desaparecieron las peñas y los demás grupos de rap de Ranchuelo dejaron de escucharse. Sin embargo el Chico-Pro continuó aferrado a su música, y luego de transitar por varios caminos, consolidó una estrecha relación con los integrantes de Los Aldeanos, con Silvito El Libre, El Discípulo, Papá Humbertico, Bárbaro El Urbano Vargas, El Lápiz y otros reconocidos raperos del país, lo que le permitió seguir con el trabajo totalmente underground que venía haciendo hacía ya algunos años. Igualmente comenzaron sus presentaciones en escenarios habaneros, su participación en simposios y festivales de rap celebrados en la capital, trabajos comunitarios en barrios de la periferia habanera y de la ciudad de Santa Clara, y en institutos de reclusión de diferentes zonas del país.
Tal ha sido el apego del Chico-Pro al hip hop que ya cuenta con tres discos: Detrás de los telones, Poesía de barrio y Arroba de rimas. Además trabaja actualmente en su cuarto álbum, el cual llevará por nombre El Díaz de los Reyes, con la intención de hacer un juego de palabras con los apellidos del artista.
Por estos días el Chico-Pro se encuentra inmerso en un proyecto denominado Real 70 Crew junto a populares raperos cubanos como El Discípulo, Papá Humbertico, El Lápiz, El Elocuente, Anderson, Hermanos de Causa y otros. Este proyecto lleva un mensaje de paz mediante la música y audiovisuales de rap underground cubano, a las diferentes naciones de Latinoamérica.
Quizás lo más asombroso e interesante en la vida diaria del Chico-Pro sea el hecho que trabaja todos los días en una panadería de la Empresa Cubana del Pan, para respaldar monetariamente las inversiones que hace con el fin de obtener temas musicales completamente pulidos.
A pesar de no contar con todo el apoyo de las instituciones culturales que deben tener como premisa promover el rap en la isla, a excepción del conocido Mejunje santaclareño, y de tampoco gozar de espacios fijos para presentaciones sistemáticas, el Chico-Pro asegura que su música, y por ende el hip hop cubano, recobran auge, y son reconocidos y respetados en muchos países del mundo, sobre todo en América Latina.
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- Tomás
- 3 de abril, 2013 4:39 pm (GMT-5:00)
- Tengo una duda, por favor, si pueden aclararla. Chico Pro solo en sus inicios cantó en Santa Clara, ahora está radicado en La Habana y aquà ha hecho la mayor parte de su carrera como rapero. No aprieten
- 3 de abril, 2013 4:39 pm (GMT-5:00)