Son Tradición y su defensa de la música cubana
8 de abril de 2013
Son Tradición no es un grupo nuevo en la escena musical underground cubana. Lleva más de 15 años de fundado y sus integrantes nunca han podido entrar a un estudio oficial de grabación. El demo que grabaron hace poco titulado A Puro Sabor lo hicieron de modo artesanal y sufragado por sus propios miembros.
Sus inicios se remontan a julio de 1999 en la ciudad de Camagüey donde cultivaban la música tradicional cubana. Su formación ha cambiado con los años y varios de sus miembros han viajado al extranjero integrando otras agrupaciones.
Estos muchachos han cantado en todo tipo de lugares y aunque pertenecen a la empresa Ignacio Piñeiro, aún ansían con llenar algún teatro de importancia.
Varios de los integrantes de Son Tradición contaron su historia a PMU.
En un principio su formato fue el tradicional de tres, guitarra, flauta y contrabajo, que es la base armónica del sexteto. Después insertaron el piano en lugar de la guitarra, el bongó y las tumbadoras, además de voces masculina y femenina para crear un equilibrio y buen empaste.
En estos momentos la banda la integran en la percusión Andrés Zaragoso, su director Lázaro “Makay” Miguel en el bongó, al piano está Ángel Sed Cano, en el tres toca Antonio Domínguez, en el contrabajo y la dirección musical se encuentra Antonio Irizarri, en la flauta Yamila Delgado Escalante, Lázaro “Kiko Ruiz” Tondique en la voz prima, junto a Lisandra Milagros.
Estos músicos son muy jóvenes, pero crecieron escuchando la música tradicional cubana y por tanto la defienden con mucho orgullo. Cultivan el son tradicional, la guaracha y el bolero, y cuentan entre sus principales influencias a Juan Formell, Manolito y su Trabuco, Chucho Valdés, Cachao, Irakere y Carlos del Puerto. También interpretan algunos temas de jazz, pues desean abarcar la mayor cantidad de géneros posibles.
Entre los temas que destacan en su repertorio se encuentran: “Quizás, Quizás, Quizás”, “Idilio”, “Dos Gardenias” y “Píntate los Labios María”, donde se denota la influencia de Celia Cruz, y Laito y su Sonora. Igualmente interpretan composiciones de la autoría de varios de sus miembros, tales como “La Raspita” y “Saca la Lengua”.
Durante las presentaciones, la vocalista se hace cargo de los boleros y Kiko Ruiz asume los sones, empastando muy bien sus voces. Lástima que la acústica no sea la mejor en el restaurante-bar La Lluvia de Oro, local donde se presentan desde hace ocho años, ubicado en la esquina de las calles Obispo y Habana, en La Habana Vieja.
Sus arreglos son interesantes y los instrumentistas se encargan de unos coros bien melódicos. También poseen muy buena proyección escénica, tan necesaria en ese tipo de lugar. Además de su sitio habitual, se han presentado en la Casa de la Trova de Camagüey, en varios centros turísticos y en carnavales.
Antonio Domínguez declara que a Son Tradición le ha costado triunfar porque la música tradicional cubana ya no tiene la fuerza de antaño. No se puede comparar en términos de popularidad con la timba, la salsa y el reggaetón. Así que conjuntos como este no son los más indicados para grandes plazas, casas de la música y teatros importantes, y no tienen el apoyo de las instituciones estatales. Aunque existen grupos de música tradicional cubana muy populares, como los Jóvenes Clásicos del Son y el Cabildo del Son de Pancho Amat que graban en los estudios profesionales, se promocionan en la radio y se presentan en televisión.
Realmente para Son Tradición no es fácil llegar a los grandes estudios y casas disqueras porque este es un mecanismo muy difícil en Cuba, donde primero tienen que hacer su demo, para después colarse en la radio. Si al final pegan, quizás alguien se interese por su trabajo y los contrate para grabar profesionalmente un disco y promocionar su música. Pero Son Tradición no ha tenido esa suerte. Actualmente, en el país gustan las grandes orquestas y el reggaetón. Nadie contrata a un sexteto tradicional para bailar en una fiesta privada, donde esa es la clave del éxito, el termómetro para estar pegado en Cuba.
Los muchachos de Son Tradición quieren seguir defendiendo a toda costa la música tradicional cubana, aunque también desean incursionar en otros géneros tales como el jazz, la salsa y el bolero. Pero lo que realmente ansían es llevar su música a todos los rincones del planeta, grabar con una disquera importante y presentarse en algún gran teatro como el Mella o el Karl Marx. Esperemos que sus sueños se cumplan.
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8 de abril de 2013
Son Tradición no es un grupo nuevo en la escena musical underground cubana. Lleva más de 15 años de fundado y sus integrantes nunca han podido entrar a un estudio oficial de grabación. El demo que grabaron hace poco titulado A Puro Sabor lo hicieron de modo artesanal y sufragado por sus propios miembros. Sus inicios se remontan a julio de 1999 en la ciudad de Camagüey donde cultivaban la música tradicional cubana. Su formación ha cambiado con los años y varios de sus miembros han viajado al extranjero integrando otras agrupaciones.
Estos muchachos han cantado en todo tipo de lugares y aunque pertenecen a la empresa Ignacio Piñeiro, aún ansían con llenar algún teatro de importancia.
Varios de los integrantes de Son Tradición contaron su historia a PMU.
En un principio su formato fue el tradicional de tres, guitarra, flauta y contrabajo, que es la base armónica del sexteto. Después insertaron el piano en lugar de la guitarra, el bongó y las tumbadoras, además de voces masculina y femenina para crear un equilibrio y buen empaste.
En estos momentos la banda la integran en la percusión Andrés Zaragoso, su director Lázaro “Makay” Miguel en el bongó, al piano está Ángel Sed Cano, en el tres toca Antonio Domínguez, en el contrabajo y la dirección musical se encuentra Antonio Irizarri, en la flauta Yamila Delgado Escalante, Lázaro “Kiko Ruiz” Tondique en la voz prima, junto a Lisandra Milagros.
Estos músicos son muy jóvenes, pero crecieron escuchando la música tradicional cubana y por tanto la defienden con mucho orgullo. Cultivan el son tradicional, la guaracha y el bolero, y cuentan entre sus principales influencias a Juan Formell, Manolito y su Trabuco, Chucho Valdés, Cachao, Irakere y Carlos del Puerto. También interpretan algunos temas de jazz, pues desean abarcar la mayor cantidad de géneros posibles.
Entre los temas que destacan en su repertorio se encuentran: “Quizás, Quizás, Quizás”, “Idilio”, “Dos Gardenias” y “Píntate los Labios María”, donde se denota la influencia de Celia Cruz, y Laito y su Sonora. Igualmente interpretan composiciones de la autoría de varios de sus miembros, tales como “La Raspita” y “Saca la Lengua”.
Durante las presentaciones, la vocalista se hace cargo de los boleros y Kiko Ruiz asume los sones, empastando muy bien sus voces. Lástima que la acústica no sea la mejor en el restaurante-bar La Lluvia de Oro, local donde se presentan desde hace ocho años, ubicado en la esquina de las calles Obispo y Habana, en La Habana Vieja.
Sus arreglos son interesantes y los instrumentistas se encargan de unos coros bien melódicos. También poseen muy buena proyección escénica, tan necesaria en ese tipo de lugar. Además de su sitio habitual, se han presentado en la Casa de la Trova de Camagüey, en varios centros turísticos y en carnavales.
Antonio Domínguez declara que a Son Tradición le ha costado triunfar porque la música tradicional cubana ya no tiene la fuerza de antaño. No se puede comparar en términos de popularidad con la timba, la salsa y el reggaetón. Así que conjuntos como este no son los más indicados para grandes plazas, casas de la música y teatros importantes, y no tienen el apoyo de las instituciones estatales. Aunque existen grupos de música tradicional cubana muy populares, como los Jóvenes Clásicos del Son y el Cabildo del Son de Pancho Amat que graban en los estudios profesionales, se promocionan en la radio y se presentan en televisión.
Realmente para Son Tradición no es fácil llegar a los grandes estudios y casas disqueras porque este es un mecanismo muy difícil en Cuba, donde primero tienen que hacer su demo, para después colarse en la radio. Si al final pegan, quizás alguien se interese por su trabajo y los contrate para grabar profesionalmente un disco y promocionar su música. Pero Son Tradición no ha tenido esa suerte. Actualmente, en el país gustan las grandes orquestas y el reggaetón. Nadie contrata a un sexteto tradicional para bailar en una fiesta privada, donde esa es la clave del éxito, el termómetro para estar pegado en Cuba.
Los muchachos de Son Tradición quieren seguir defendiendo a toda costa la música tradicional cubana, aunque también desean incursionar en otros géneros tales como el jazz, la salsa y el bolero. Pero lo que realmente ansían es llevar su música a todos los rincones del planeta, grabar con una disquera importante y presentarse en algún gran teatro como el Mella o el Karl Marx. Esperemos que sus sueños se cumplan.
Comentarios Dejar un comentario
- Sene Nito Arruz
- 9 de abril, 2013 9:52 am (GMT-5:00)
- muy interesante me encanta ese tipo se son
- 9 de abril, 2013 9:52 am (GMT-5:00)