El Mejunje, la casa underground de Cuba



La ciudad de Santa Clara atesora uno de los sitios más célebres de la historia del movimiento underground cubano. El acogedor ambiente de paredes de ladrillos rojos, cubiertos por innumerables capas de graffitis y la sombra de majestuosos framboyanes, recibe desde hace más de treinta años a los visitantes de El Mejunje, quien brinda un espacio a todos por diferentes y diversos que sean.

La leyenda de El Mejunje crece y se multiplica en cada una de las generaciones que a lo largo del tiempo encontraron, y encuentran allí, la posibilidad de expresarse, de compartir ideas, proyectos, sueños. Entre todos escriben la mayor historia cubana de respeto a la diversidad que aún no vislumbra final.

El artífice de este oasis cultural del centro de la Isla es Ramón Silverio, un hombre de espíritu y pensamiento siempre joven, que compartía en las noches la tisana de hierbas que preparaba, con quienes prolongaban la tertulia. Desde entonces él es el corazón y el alma de El Mejunje.

“Una noche –dice Silverio- alguien se apareció con un cartel que decía El Mejunje de Silverio, en alusión a la estimulante bebida. Entonces comprendí que nada podía definir mejor este sitio como ese nombre, pues realmente es un mejunje de cultura, de preferencias, de credos, y de otras muchas cosas que se mezclan en un gran ajiaco”.

“La fama y la popularidad de El Mejunje –agrega Silverio- se deben al espíritu de libertad que hemos logrado mantener a lo largo del tiempo. Aquí todos disfrutan plenamente de la vida, la gente se siente a gusto, y en todo momento priman el respeto y la comprensión”.

“En realidad –enfatiza- eso nunca fue mi objetivo primario, nunca me lo propuse, pero El Mejunje se convirtió en el lugar donde todo el mundo tiene un sitio, en el que lo único que exigimos es respeto”.

Quien visita El Mejunje se siente como en casa. Es el hogar de la cultura alternativa cubana donde fluyen, se mezclan y complementan, todas las manifestaciones artísticas a favor de los gustos más diferentes y exigentes.

El Mejunje y sus moradores, con Silverio a la cabeza, han sabido sortear incomprensiones, carencias, falta de atención, y hasta malas intenciones, pero al mismo tiempo lograron poner a la inclusión social por encima de todo, y la apuntalaron con creatividad y renovación constantes, para lograr que la gente se reconozca, divierta, aprenda y crezca, defendiendo a capa y espada la diversidad y la diferencia.

“Para mí El Mejunje es ante todo un espacio humano –afirma Silverio- además de ser un centro cultural muy importante. No existe en Cuba otro lugar como este, que logre reunir a tantas personas distintas, que se respeten y colaboren entre ellos, esa es la clave del éxito”.

“En todos estos años hemos tenido infinidad de detractores, - concluye Silverio- pero sucumbieron ante el peso de nuestra labor y de las ideas que defendemos, de ellos nunca nos acordamos. Sí lo hacemos de nuestros amigos, de la gente que siempre creyó en El Mejunje, que nos alentaron, apoyaron y ayudaron, esos nunca se olvidan. Las incomprensiones a veces fueron absurdas y vacías, pero siempre prevaleció El Mejunje. Hemos vencido en todas las batallas, porque hemos combatido con la verdad y la razón. Para mí la mayor satisfacción son estos treinta años, y los que vendrán con un Mejunje cada vez mejor. Esta casa siempre estará abierta a la cultura alternativa, a la diversidad, al respeto, a la tolerancia. Aquí nunca nadie podrá decir que se le negó amor, bondad, y apoyo. El Mejunje seguirá abierto para todos”.

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Comentarios   Dejar un comentario
Yaicel
25 de abril, 2013 5:24 pm (GMT-5:00)
A Silverio habrá que hacerle un monumento en Santa Clara. Su trabajo es elogiable y todos los jóvenes lo queremos mucho. Es mucha verdad que en El Mejunje todos tienen un lugar, TODOS, no como en otros lugares de Cuba donde te discriminan por rapero o por tu prefenrecia sexual. Allí todos nos sentimos a gusto. Gracias por hablar de El Mejunje y de Silverio

Rakel
22 de abril, 2013 12:53 pm (GMT-5:00)
He ido al Mejunje. Hace varios años fui y me pareció un antro donde podía haber de todo, hace poco tiempo me llegué y pude ver que poco a poco se ha convertido en algo mejor, y hoy es una de las plazas más sobresalientes de la cultura no solo en la provincia de Villa Clara, sino en el país, no hay una persona que pase por Santa Clara, sobre todo si es joven, que no quiera llegarse al Mejunje, centro donde todos, todos de verdad, son bienvenidos. Gracias por escribir del Mejunje