¿Música alternativa en la iglesia?



Cuando Iván Placencia aceptó hace ya varios años, la plaza de custodio en la parroquia de nuestra Señora de Monserrate, ni él ni sus empleadores sospecharon que un tiempo después el joven se convertiría en el director del coro de esa iglesia, ubicada en la capitalina intersección de Galiano y Concordia, en Centro Habana.

Para menguar la soledad y la monotonía de las largas horas de guardia, Iván solía llevar su destartalada guitarra con él. En una ocasión en que la rasgueaba distraídamente no se percató de la cercana presencia del párroco Fernando de la Vega. “Pensé que me iba a reprender, pero ocurrió todo lo contrario: me celebró y me propuso incorporarme al coro de la iglesia”.

PMU: ¿Contabas entonces con experiencia en la musical coral?

Iván Placencia: En la coral exactamente no, pero en los años 70 estudié guitarra con Orlando Llerena, un gran maestro, y después hice mis primeras presentaciones en casas de la cultura municipales, centros de trabajo y campamentos de becados, así como en los teatros Martí y Amadeo Roldán. También realicé una breve gira por la Isla de la Juventud. Pero, impedido de profesionalizarme por diferentes razones, me vi obligado a buscar un salario estable y por eso ingresé a esta iglesia como custodio.

Le comento a Iván que es realmente sorprendente la calidad y cantidad de géneros musicales que interpreta la agrupación coral que dirige y sobre todo, la contemporaneidad de los arreglos que logran una fusión de la frescura y el colorido de lo mundano con el místico espíritu religioso.

PMU: ¿Con esta fórmula han logrado incrementar el número de feligreses que asisten al templo, en especial de los más jóvenes?

Iván Placencia: Efectivamente, pero déjame decirte que no fue nada fácil. Hubo que romper con patrones y esquemas, y no tanto los sostenidos por la autoridad eclesiástica, sino los que provenían de los asiduos asistentes a los oficios religiosos, en su mayoría personas muy adultas y acostumbradas a la sonoridad clásica. Pero por suerte el oído se adapta y la mente también.

PMU: Háblanos sobre la estructura del coro.

Iván Placencia: Está compuesto por más de veinte personas mayormente jóvenes y otros ya no tanto. Solamente contamos con tres profesionales que son: Daymari, la directora coral; Onil, el organista; y Raquel, la solista principal del coro. Los demás son todos cantantes aficionados que han logrado acoplar muy bien las voces.

PMU: ¿En el orden personal cuál es el saldo que te reporta este trabajo?

Iván Placencia: Realmente es algo complejo. Si lo enfoco desde el lado espiritual y profesional me resulta satisfactorio, aunque no con la plenitud que deseo, estoy convencido de que puedo lograr más. En lo referente a lo material la respuesta sería: nada o casi nada. Sigo siendo el custodio de la iglesia y me pagan módica, e indistintamente por ello y por dirigir el coro. Te mentiría si te dijese que el dinero no me interesa, pero la música, tanto la que hago para la iglesia como la que cultivo con otras pretensiones, compensa el no poder cubrir todas mis necesidades materiales. Del lobo un pelo, al menos por ahora.

PMU: ¿Iván se mueven en ti motivos religiosos para continuar con este proyecto coral?

Iván Placencia: Bueno, yo soy creyente, católico, pero sin fanatismo, ni siquiera comulgo. La música se ha convertido en un componente de mi religiosidad.

PMU: ¿Cómo te ves proyectado en el futuro?

Iván Placencia: Pues te diré que sueño con presentarme algún día como músico profesional y, sobre todo, ser reconocido por la calidad de mis interpretaciones y composiciones, y cada mañana me digo que lo lograré.

PMU: Y mientras eso se logra, que no lo dudo, ¿tienes algún proyecto más tangible?

Iván Placencia: En estos momentos acepté la propuesta de formar parte de un cuarteto de música tradicional, algo que me ha entusiasmado mucho. El grupo, aún sin nombre, está en formación, montando y ensayando los números, pero ya su director tiene en plan la grabación de un disco que nosotros mismos vamos a financiar.

La conversación con Iván Placencia concluyó minutos antes de iniciarse la misa dominical en la parroquia de nuestra Señora de Monserrate. En la intimidad del culto oré porque se hagan realidad los sueños de Iván y los de otros tantos jóvenes que se esfuerzan por alcanzar un ideal.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
NALEYDIS
1 de mayo, 2013 10:17 am (GMT-5:00)
NO ENTIENDO NADA,NO SE COMO INSERTAR A IVAN EN EL MOVIMIENTO UNDERGROUND CUBANO, DE VERDAD QUE NO SE.