Solitarias en el spoken word urbano

6 de mayo de 2013



El spoken word es un arte para algunos y un modo de decir para muchos, pero siempre es una puerta abierta a la espiritualidad cuando está llena de palabras y ritmo. Puede existir sin música, pero no puede trascender sin ella.

A ese mundo se llega, por lo menos aquí en Santiago de Cuba, sólo tocando las puertas del hip hop. Y en ese escenario dos figuras femeninas en solitario, hasta el momento, lo defienden: Yisi Kaliber (Yaisel Perera Faure), de Golpe Seko, más activa; y Morlove (Isnaisis Moreno Agramonte), hoy disfrutando de una maternidad ensanchada.

"El hip hop es algo que vives", dijo KRS-One, y como la vida, es también diverso. El rap puede llegar a ser divertido y entretenido, la cultura hip hop puede llegar a ser reflexiva y contundente, el spoken word tiene que ser bien pensado y escuchado.

Cuando nació, como elemento poético y literario de ese movimiento, se apropió del lenguaje callejero y de un conocimiento ancestral para posesionarse. Hoy en día aparece en espectáculos diversos, en fusión con la música, como un elemento independiente, o bien en recitales de poesía. Y en estas tierras orientales es mayoritariamente femenino, a diferencia de otras geografías de este archipiélago. Sólo Alayo MC (Alain García Artola), de TNT La Rezistencia, se apodera, y muy bien, del slam.

Yisi Kaliber y Morlove en sus inicios bebieron como Las Krudas, de Magia (Obsesión), y también de aquel megaproyecto G1-2K, Grupo de Apoyo Kultural a la Komunidad, único de su tipo en el país, que se fundó en septiembre del 2005, en Santiago de Cuba.

Proyecto Espiral era una de sus derivaciones que convidaba a las mujeres, todas sin distinción, a que se identificaran con el hip hop. Entonces se podía disfrutar del dúo Equilibrio, donde Alkana MC y Morlove lograban cautivar con sus rimas e improvisaciones, en ocasiones más bien cautas y en otras puramente feministas, tomando como base el rap. Ahora el tiempo ha reducido esos espacios y se inclina ante dos figuras solitarias.

Yisi Kaliber es la más popular de las poetas, con su puro sonido Golpe Seko (GSK).Tiene un estilo ghetto más urbano oriental, a lo crudo, como las calles de tierra o semi asfaltadas que rodean el barrio donde vive. Ese barrió donde florece, detrás de famosas avenidas, una manera peculiar de defenderse, y en el cual la violencia se cuela de madrugada, o después de las fiestas. Allí la negritud está pavimentada, como su palabra."Afrocultívate" es su carta de presentación, puro credo de una negra cubana, reclamo para los que olvidan al continente madre, la tierra africana, donde los griots* levantaban sus historias al sol y a la luna. Yisi es una griot moderna, enjuta, con filosa voz, que declama como rapea, “sacando chispas” por ser afrodescendiente. Después de escuchar esta declamación, sólo resta seguir el sonido GSK.

Morlove anda por las cuerdas de una poesía más soft, dedicada al amor de la pareja, a un barrio citadino donde las mujeres que sobreviven en cuarterías o no, son duras y a la vez frágiles. Ella recuerda a El Brujo, Lucy, Yorisel, habaneros que le dieron algo más que un espacio, en aquellos primeros simposios capitalinos donde el spoken word tenía su propio reino. Ahora la maternidad la ha ayudado a "parir" singles sobre las raíces africanas, y quiere sacar a la luz materiales que "podrían revolucionar su propio trabajo". Poesía negra se llama su último disco. Afirma que admira a la actriz santiaguera Fátima Paterson, del grupo teatral Macubá, pues la considera otra defensora del spoken word.

Así marcha la “palabra hablada” en Santiago de Cuba, en una soledad que amerita más espacios para sus aplausos.

*Griot: Un griot o jeli es un narrador oral de historias de África Occidental, que cuenta la Historia de forma poética, como un cantante de alabanzas o un músico vagabundo.

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