Y que se cumplan los sueños
13 de mayo de 2013
Viviendo en este fenómeno de moda actual, donde se ha perdido un poco de la cultura tradicional, todavía encontramos personas con un buen sentido del gusto. Este es el caso de Carlos Hernández, a quien descubrí cuando me encontraba hablando con unas amistades en las afueras de la Casa de Cultura de Playa. Él estaba ensimismado sacándole notas a su guitarra, así que poco a poco me acerqué y entablamos una conversación como si nos conociéramos de toda una vida.
Sentados en uno de los muros de las afueras de la Casa de Cultura, descubrí que aparte de la guitarra, Carlos también canta y no lo hace nada mal. Cualquiera podría pensar que Carlos sólo es uno más con la guitarra, pero para asombro de muchos, este joven algo tímido, prefiere géneros que pocos se atreverían a interpretar y que otros simplemente dan por perdidos.
Con sólo 15 años ha participado en algunas peñas importantes y alguna que otra actividad a la que lo han invitado. Me comentó que comenzó a cantar con apenas 10 años, pero sólo lo hacía como hobby. La primera vez que se interesó por la guitarra fue cuando entró a la secundaria. Un primo de él le había regalado una de uso y le enseñó algunas notas, así que aprovechó para aprenderse las canciones de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. “Porque son las que todos se aprenden al principio”, según afirmó.
Luego fue interesándose más por canciones de otro tipo, pero para eso tuvo que optar por buscar un profesor de música que le enseñara lo básico. Su primer profesor le dio clases privadas, y en apenas 4 meses ya Carlos sabía por lo menos cómo debía sonar cada género.
Cuando le pregunté qué género prefería, me respondió: “me gustan todos, pero prefiero el blues, el soul, el funk y el pop rock, y excepto este último, los demás no sabía ni cómo debían sonar en la guitarra y por eso me busqué el profesor. Raúl me ayudó mucho, aparte de lo básico, ahora con Ernesto casi que lo que hago es aprenderme otras cosas”. Realmente me asombró que un joven de 15 años de esta generación se interesara por estos géneros.
También me comentó que a su profesor le sucedió igual, “no creía que fuera posible que un chico como yo cantara este tipo de canciones. No tendré una voz grandiosa, pero por lo menos dicen que no lo hago tan mal”.
De pequeño, su abuela siempre escuchaba un tocadiscos viejo que aún funciona y ponía canciones de Benny Moré. “No tiene nada que ver con lo que me gusta, pero me empecé a interesar por las cosas antiguas y así fue como llegué a la música de Elvis Presley, Louis Armstrong, casi toda era música americana”. Su profesor lo ayudó a que conociera más de la cultura cubana, pero aún así, Carlos nunca cedió en el gusto por la música de los 80.
Actualmente está en proceso de grabar algunos temas de los que hace, pues dentro de poco comienza el servicio militar activo. “No quiero dejar nada para último, no sé qué tiempo libre tenga cuando comience el Servicio y no tengo idea si algo me haga cambiar de idea en cuanto a seguir con la música por el resto de mi vida”, fue lo que me dijo cuando le pregunté por qué no esperaba un poco más para hacer las grabaciones. “De todas formas ya se quedan ahí y si mañana cambio de parecer, cosa que no creo, pues queda algo bonito para recordar una parte de mi vida, ¿no crees?”
Con una sonrisa, al final de esta entrevista casual, Carlos confesó que tenía varios sueños que cumplir, pero no importaba si no se cumplían todos, “a fin de cuentas, cuando se cumple un sueño, nace otro, lo malo es cuando no se cumple ninguno, pero de eso es responsable cada uno”.
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13 de mayo de 2013
Viviendo en este fenómeno de moda actual, donde se ha perdido un poco de la cultura tradicional, todavía encontramos personas con un buen sentido del gusto. Este es el caso de Carlos Hernández, a quien descubrí cuando me encontraba hablando con unas amistades en las afueras de la Casa de Cultura de Playa. Él estaba ensimismado sacándole notas a su guitarra, así que poco a poco me acerqué y entablamos una conversación como si nos conociéramos de toda una vida.
Sentados en uno de los muros de las afueras de la Casa de Cultura, descubrí que aparte de la guitarra, Carlos también canta y no lo hace nada mal. Cualquiera podría pensar que Carlos sólo es uno más con la guitarra, pero para asombro de muchos, este joven algo tímido, prefiere géneros que pocos se atreverían a interpretar y que otros simplemente dan por perdidos.
Con sólo 15 años ha participado en algunas peñas importantes y alguna que otra actividad a la que lo han invitado. Me comentó que comenzó a cantar con apenas 10 años, pero sólo lo hacía como hobby. La primera vez que se interesó por la guitarra fue cuando entró a la secundaria. Un primo de él le había regalado una de uso y le enseñó algunas notas, así que aprovechó para aprenderse las canciones de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. “Porque son las que todos se aprenden al principio”, según afirmó.
Luego fue interesándose más por canciones de otro tipo, pero para eso tuvo que optar por buscar un profesor de música que le enseñara lo básico. Su primer profesor le dio clases privadas, y en apenas 4 meses ya Carlos sabía por lo menos cómo debía sonar cada género.
Cuando le pregunté qué género prefería, me respondió: “me gustan todos, pero prefiero el blues, el soul, el funk y el pop rock, y excepto este último, los demás no sabía ni cómo debían sonar en la guitarra y por eso me busqué el profesor. Raúl me ayudó mucho, aparte de lo básico, ahora con Ernesto casi que lo que hago es aprenderme otras cosas”. Realmente me asombró que un joven de 15 años de esta generación se interesara por estos géneros.
También me comentó que a su profesor le sucedió igual, “no creía que fuera posible que un chico como yo cantara este tipo de canciones. No tendré una voz grandiosa, pero por lo menos dicen que no lo hago tan mal”.
De pequeño, su abuela siempre escuchaba un tocadiscos viejo que aún funciona y ponía canciones de Benny Moré. “No tiene nada que ver con lo que me gusta, pero me empecé a interesar por las cosas antiguas y así fue como llegué a la música de Elvis Presley, Louis Armstrong, casi toda era música americana”. Su profesor lo ayudó a que conociera más de la cultura cubana, pero aún así, Carlos nunca cedió en el gusto por la música de los 80.
Actualmente está en proceso de grabar algunos temas de los que hace, pues dentro de poco comienza el servicio militar activo. “No quiero dejar nada para último, no sé qué tiempo libre tenga cuando comience el Servicio y no tengo idea si algo me haga cambiar de idea en cuanto a seguir con la música por el resto de mi vida”, fue lo que me dijo cuando le pregunté por qué no esperaba un poco más para hacer las grabaciones. “De todas formas ya se quedan ahí y si mañana cambio de parecer, cosa que no creo, pues queda algo bonito para recordar una parte de mi vida, ¿no crees?”
Con una sonrisa, al final de esta entrevista casual, Carlos confesó que tenía varios sueños que cumplir, pero no importaba si no se cumplían todos, “a fin de cuentas, cuando se cumple un sueño, nace otro, lo malo es cuando no se cumple ninguno, pero de eso es responsable cada uno”.
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