Fiesta del Rock en Camagüey
27 de mayo de 2013
Los cimientos de Camagüey se estremecieron durante casi una semana, con la actuación de las bandas de seis provincias cubanas, que participaron en el décimo Festival de Rock Sonidos de la Ciudad. Entre las agrupaciones más destacadas figuraron la habanera Hipnosis, la cienfueguera Breaking The Silence, la espirituana Oscuro, la villaclareña Resistencia, la holguinera Other Brain, y la camagüeyana Grinder Carnage.
Además de las descargas y los conciertos, Sonidos de la Ciudad contó con interesantes intercambios teóricos, que contribuyeron a la consolidación del Festival, que a todas luces mantendrá su carácter anual, gracias a la aceptación del género entre la juventud camagüeyana.
Sin grandes pretensiones escenográficas, ni mucho desborde técnico, Sonidos de la Ciudad ofreció una excelente muestra del death metal, el metal core y el heavy metal, que se hace en el mal llamado “interior” del país, en lugares donde las bandas tienen escasa o ninguna promoción, y mucho menos apoyo oficial.
Momentos antes de la descarga de bienvenida, Pavel Guerra, director artístico del Festival y de la banda anfitriona Grinder Carnage, aseguró que se conoce muy poco de la evolución y trascendencia del rock cubano, sobre todo el que se hace en las provincias, lejos de los tradicionales escenarios capitalinos, pero que tiene gran impacto cultural en un segmento importante de la juventud cubana.
Este año Sonidos de la Ciudad estuvo dedicado a rendir homenaje al promotor Salvador Torres Crespo, uno de los fundadores del Festival, quien con mucho esfuerzo y ningún apoyo, sensibilizó durante estos años a las autoridades e instituciones culturales, para hacer madurar un evento en el que el movimiento rockero se ve representado, si no por lo mejor, al menos por quienes comparten su amor por esta manifestación.
Todas las noches el anfiteatro del Casino Campestre acogió los conciertos de las bandas participantes, y para quienes seguimos de alguna u otra manera la evolución del rock cubano, fue una verdadera sorpresa constatar los avances experimentados por agrupaciones como Antagon y Hirden, quienes comienzan a identificarse con un particular sello en el que sobresalen el trabajo vocal y el fraseo de las guitarras.
Después del concierto Yoghenrry Bourricaudy Roman, guitarrista y líder de la agrupación Hirden expresó: “Sonidos en la Ciudad tiene la virtud de agrupar a los exponentes más jóvenes del rock cubano, y constituye una sólida vía para promover el género entre los profesionales y público”.
“Camagüey -añadió- es una plaza importante para el intercambio profesional entre las bandas que no renuncian al objetivo, crear un rock cubano, parecido a su realidad, a su contexto. El Festival tiene el mérito de defender la calidad en la creación, y de dar a conocer las nuevas o poco difundidas agrupaciones que hacen rock, desde el respeto al género, y de la profesionalidad y calidad de su arte”.
“La polémica en torno al rock cubano es profunda y ética, -agrega- pues se clama por representar una factura puramente nacional, que refleje en sus letras y sonidos a la sociedad cubana, pero no olvidemos que en la actualidad algunas bandas inglesas tienen mucha influencia nuestra”.
“Enriquecemos el rock con nuestras raíces -concluye- antes se hablaba de historias ajenas a nuestra realidad, hoy nos referimos a hechos concretos que denuncian la injusticia social”.
El Festival de Rock Sonidos de la Ciudad también incluyó la realización por primera vez del proyecto KarppaTatoo, experiencia que viene del Brutal Fest, pero que ahora mostró mayor variedad y participación, y en el que sobresalieron los trabajos del joven Edgardo Ramírez.
Sin embargo, los camagüeyanos guardaron lo mejor para el final. El concierto de despedida con la participación de las bandas Other Brain, Resistencia, Strike Back y Suffering Tool. Esa noche de domingo fue mágica y mostró todo el potencial artístico y musical de los rockeros cubanos. Tres horas y media de puro metal, que dejaron a muchos con ganas de seguir escuchando y disfrutando de las interpretaciones.
Sonidos en la Ciudad dejó un sabor gratificante sobre todo por la masiva participación de jóvenes seguidores del género. Es incuestionable que Camagüey se consolida como una de las plazas rockeras más importantes del país, aunque todavía con muchos retos y metas por alcanzar.
El rock y su influencia se transmite en la tierra de los tinajones de generación en generación, y el Festival Sonidos de la Ciudad se consolida como el espacio ideal, no sólo para disfrutar del género per se, sino también para reencontrarse con bandas noveles como Prótesis, de Las Tunas; Claim, de Holguín; Tragedy, de Santiago de Cuba; y las camagüeyanas Antagon y Konflikt.
Sin dudas, los ecos de Sonidos de la Ciudad se extenderán y afianzarán el poder de convocatoria de los rockeros camagüeyanos, quienes desde ya trabajan para el reencuentro del próximo año.
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27 de mayo de 2013
Los cimientos de Camagüey se estremecieron durante casi una semana, con la actuación de las bandas de seis provincias cubanas, que participaron en el décimo Festival de Rock Sonidos de la Ciudad. Entre las agrupaciones más destacadas figuraron la habanera Hipnosis, la cienfueguera Breaking The Silence, la espirituana Oscuro, la villaclareña Resistencia, la holguinera Other Brain, y la camagüeyana Grinder Carnage.
Además de las descargas y los conciertos, Sonidos de la Ciudad contó con interesantes intercambios teóricos, que contribuyeron a la consolidación del Festival, que a todas luces mantendrá su carácter anual, gracias a la aceptación del género entre la juventud camagüeyana.
Sin grandes pretensiones escenográficas, ni mucho desborde técnico, Sonidos de la Ciudad ofreció una excelente muestra del death metal, el metal core y el heavy metal, que se hace en el mal llamado “interior” del país, en lugares donde las bandas tienen escasa o ninguna promoción, y mucho menos apoyo oficial.
Momentos antes de la descarga de bienvenida, Pavel Guerra, director artístico del Festival y de la banda anfitriona Grinder Carnage, aseguró que se conoce muy poco de la evolución y trascendencia del rock cubano, sobre todo el que se hace en las provincias, lejos de los tradicionales escenarios capitalinos, pero que tiene gran impacto cultural en un segmento importante de la juventud cubana.
Este año Sonidos de la Ciudad estuvo dedicado a rendir homenaje al promotor Salvador Torres Crespo, uno de los fundadores del Festival, quien con mucho esfuerzo y ningún apoyo, sensibilizó durante estos años a las autoridades e instituciones culturales, para hacer madurar un evento en el que el movimiento rockero se ve representado, si no por lo mejor, al menos por quienes comparten su amor por esta manifestación.
Todas las noches el anfiteatro del Casino Campestre acogió los conciertos de las bandas participantes, y para quienes seguimos de alguna u otra manera la evolución del rock cubano, fue una verdadera sorpresa constatar los avances experimentados por agrupaciones como Antagon y Hirden, quienes comienzan a identificarse con un particular sello en el que sobresalen el trabajo vocal y el fraseo de las guitarras.
Después del concierto Yoghenrry Bourricaudy Roman, guitarrista y líder de la agrupación Hirden expresó: “Sonidos en la Ciudad tiene la virtud de agrupar a los exponentes más jóvenes del rock cubano, y constituye una sólida vía para promover el género entre los profesionales y público”.
“Camagüey -añadió- es una plaza importante para el intercambio profesional entre las bandas que no renuncian al objetivo, crear un rock cubano, parecido a su realidad, a su contexto. El Festival tiene el mérito de defender la calidad en la creación, y de dar a conocer las nuevas o poco difundidas agrupaciones que hacen rock, desde el respeto al género, y de la profesionalidad y calidad de su arte”.
“La polémica en torno al rock cubano es profunda y ética, -agrega- pues se clama por representar una factura puramente nacional, que refleje en sus letras y sonidos a la sociedad cubana, pero no olvidemos que en la actualidad algunas bandas inglesas tienen mucha influencia nuestra”.
“Enriquecemos el rock con nuestras raíces -concluye- antes se hablaba de historias ajenas a nuestra realidad, hoy nos referimos a hechos concretos que denuncian la injusticia social”.
El Festival de Rock Sonidos de la Ciudad también incluyó la realización por primera vez del proyecto KarppaTatoo, experiencia que viene del Brutal Fest, pero que ahora mostró mayor variedad y participación, y en el que sobresalieron los trabajos del joven Edgardo Ramírez.
Sin embargo, los camagüeyanos guardaron lo mejor para el final. El concierto de despedida con la participación de las bandas Other Brain, Resistencia, Strike Back y Suffering Tool. Esa noche de domingo fue mágica y mostró todo el potencial artístico y musical de los rockeros cubanos. Tres horas y media de puro metal, que dejaron a muchos con ganas de seguir escuchando y disfrutando de las interpretaciones.
Sonidos en la Ciudad dejó un sabor gratificante sobre todo por la masiva participación de jóvenes seguidores del género. Es incuestionable que Camagüey se consolida como una de las plazas rockeras más importantes del país, aunque todavía con muchos retos y metas por alcanzar.
El rock y su influencia se transmite en la tierra de los tinajones de generación en generación, y el Festival Sonidos de la Ciudad se consolida como el espacio ideal, no sólo para disfrutar del género per se, sino también para reencontrarse con bandas noveles como Prótesis, de Las Tunas; Claim, de Holguín; Tragedy, de Santiago de Cuba; y las camagüeyanas Antagon y Konflikt.
Sin dudas, los ecos de Sonidos de la Ciudad se extenderán y afianzarán el poder de convocatoria de los rockeros camagüeyanos, quienes desde ya trabajan para el reencuentro del próximo año.
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