Carlos Miyares y su saxo de puntería



Si en el entorno musical de Carlos Miyares mencionamos a grandes como Chucho Valdés, Carlos Varela, Bobby Carcasés, José Luis Chicoy y Pancho Céspedes, la primera idea que nos viene a la mente seguramente es que estamos ante la presencia de un artista bien conocido por el público cubano. Pero lo cierto es que este magnífico saxofonista tenor no es célebre, aunque siempre ha estado acompañando a prestigiosas agrupaciones y músicos, y ahora ha decidido irrumpir en el escenario con un rol protagónico, algo que para él no resulta complicado, pero si diferente.

La provocación para dar ese gran paso en su quehacer musical ha sido su primera incursión discográfica personal Chucho Valdés presenta a Carlos Miyares, que recoge ocho temas, todos de su autoría, excepto “The Star in Your Eyes” del norteamericano Archie Shepp, pionero del free jazz en Estados Unidos.

Los inicios de Miyares en la música fueron a los 7 años de edad cuando empezó a estudiar piano en la Escuela de Arte José María Heredia, en su natal Santiago de Cuba. Adoptó el saxofón porque su tío, quien era su profesor de piano, sufrió un accidente y tras no aprobar los exámenes, le exigieron cambiar de instrumento. Luego ingresó en el conservatorio de Nivel Medio Superior Esteban Salas, donde se graduó con el maestro Julio César González.

“Mis influencias, -relata Carlos Miyares- provienen de Oscar de León, Son 14, Los Karachi, Los Van Van, Adalberto Álvarez, Compay Segundo, Sexteto Santiaguero, Bebo Valdés y Paquito Rivera”.

“De cada uno aprendí, -continúa diciendo- pero mi Instituto Superior de Arte ha sido tocar con Chucho Valdés, todavía me falta mucho por alcanzar porque trabajar con él lleva un nivel de exigencia muy grande y cualquiera no lo hace. Ha sido genial actuar en los mejores festivales del mundo de jazz, conocer a los más destacados músicos de este género en la actualidad y en algunos casos compartir con ellos”.

“En mi vida no todo ha sido este género, he trabajado con el grupo Interactivo, Alexis Bosh, José Luis Chicoy, Pancho Céspedes, David Álvarez y Juego de Manos. Todas esas grabaciones han servido para enriquecer mi versatilidad como músico” - recuerda sus experiencias.

El interés de Carlos Miyares por el jazz se advierte desde la búsqueda misma de sus composiciones: “este género no se aprende, es una manera de expresar lo que se siente, no tienes que guiarte por un patrón. En el jazz haces un tema y sobre eso improvisas, siempre es diferente, es libertad para tocar y sentirte bien, al menos yo lo que hago es divertirme cuando toco, nada de competencia”.

Miyares no sólo es un entusiasta del jazz, sino que también piensa que tiene un buen futuro en la Isla. “Creo que en Cuba el movimiento jazzístico está en alza, de un tiempo para acá han surgido nuevos talentos como Harold López Nussa, Yaroldis Abreu, Michel Herrera, Tony Rodríguez, y muchos más”.

Aunque el jazz crece entre los jóvenes músicos, Miyares admite que todavía hay muchas brechas que cerrar en materia de música. “Una de mis mayores aspiraciones es presentarme en las escuelas de arte porque creo que los muchachos se deben motivar más, y deben ver jóvenes tocando con experiencia. Me considero experimentado porque he trabajado con muchos artistas de diferentes géneros, quiero ayudar a las nuevas generaciones para que ellos no pasen por mi impericia que cuando estaba estudiando, no había nadie del cual guiarme, era yo solo escuchando y tratando de aprender un acorde”.

“No entiendo por qué en nuestro país con tanta música popular que se ha hecho través de la historia, no existe una escuela que abarque todos los géneros musicales para el que quiera estudiar jazz, son cubano, música tradicional, bolero o feeling, pueda hacerlo. Esta diversidad musical es la que nos representa en el mundo entero. Por ejemplo en Estados Unidos hay mil conservatorios de jazz y además, hay extensiones de música brasileña, salsa, funk y pop. Deberían hacer esa escuela ya, y cuando eso suceda, yo soy el primero para graduarme del Instituto Superior de música popular”.

El sonido peculiar y limpio que proyecta el saxo de Carlos Miyares pudiera ser descubierto, si el público tuviera la oportunidad de escuchar las composiciones de este talentoso y experimentado joven instrumentista con más frecuencia en la radio y la televisión. Su mayor aspiración de darse a conocer en Cuba, aún está por realizarse. Esperemos que en la próxima entrevista nos cuente si finalmente su saxo ya tiene puntería.

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Ernesto Juan
28 de mayo, 2013 9:20 am (GMT-5:00)
musicazo