Ramuf, más allá de la poesía



Un día del que ellos mismos no quieren acordarse, tres jóvenes amigos decidieron dejar el pequeño poblado de San José, en la actual provincia cubana de Mayabeque. Liaron sus bártulos y partieron hacia La Habana, con dos guitarras y un libro de poesía entre las manos.

Sus padres y demás familiares los tildaron de locos y aventureros, pero ellos decidieron poner en riesgo sus carreras universitarias de sociología y veterinaria, y hasta un trabajo como profesor de teatro, para unir los proyectos artísticos individuales en uno solo, y probar suerte en el mundo cultural alternativo capitalino.

Poco tiempo después, Daniel Acevedo, Adrián Noa, y Raydel Estrada se dieron a conocer como Ramuf, un trío de músicos-poetas, o de poetas-músicos, que ponen la experimentación en primerísimo lugar, sumando a sus actuaciones otras manifestaciones artísticas como el performance y el teatro, pero con la poesía como hilo conductor.

Todo en materia de arte lo hacen en colectivo, y del debate y la perseverancia nacen las ideas que los ayudan a conformar los espectáculos, así como brindarle al público formas diferentes de conocer, entender, escuchar, y acercarse a la poesía.

Ramuf no pierde la oportunidad de presentarse en los más diversos escenarios, para interactuar con el público, y en la mayoría de las veces sólo se llevan la calidez de los aplausos y alguna que otra frase de reconocimiento.

“Muchas veces –dice Daniel– nos dicen que es raro lo que hacemos, pero es fascinante observar las caras de las personas desde el escenario en cada momento. Nos miran con admiración, otras con desprecio, y muchas como diciendo que no entienden lo que hacemos o decimos, pero lo importante es que comprenden que en ningún lugar de Cuba se pueden encontrar con una opción como la nuestra”.

En ocasiones en las presentaciones de Ramuf se escucha decir que son una especie de Les Luthiers cubanos, o que son los nuevos Virulos de Cuba, pero ellos no siempre están muy de acuerdo con esas opiniones. “No nos consideramos humoristas, ni poetas, ni trovadores –acota Adrián– sólo queremos ser diferentes. A veces decimos un poema muy serio y a la gente le causa risa, pero no buscamos hacer humor con la música y la poesía, siempre queremos encontrar el alma de las personas. Hacemos de todo con el fin de que las cosas salgan lo mejor posible, y experimentamos con lo que suene, tenga rima o no, y con lo que se pueda hacer música”.

La manera de hacer y de decir de Ramuf les ha ganado el cartelito de conflictivos y rebeldes ante las instituciones oficiales, pero ellos no se inmutan y siguen adelante. “Nuestros temas son sociales, –dice Raydel–, pero no nos interesa la protesta. El objetivo es crear un ambiente neutro, donde simplemente expresar lo que vemos a diario y lo que pensamos de la sociedad, sea bueno o malo”.

“No somos novedosos, –agrega– aunque algunos piensen que sí. Nos encanta la sátira, el cubaneo, y con esas herramientas expresar ideas, aunque tengamos que correr los riesgos. Sin dudas, el humor ayuda, pero otras no, y lo importante está en saber escoger el momento, el lugar y la forma para decirlas”.

Ramuf piensa en grande, y como se declaran admiradores del serbio Emir Kusturica, quieren grabar su primer disco por ellos mismos, y realizar varios videos clip de alguno de los temas, pero el principal reto es que la gente se mantenga hablando de ellos, que les permitan seguir experimentando con la poesía, la música, la sátira y el humor, para continuar sazonando el universo cultural alternativo cubano con versatilidad, inteligencia, y por qué no, con muchas sonrisas.

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Comentarios   Dejar un comentario
AIDA
13 de junio, 2013 3:34 pm (GMT-5:00)
ME ENCANTARIA VER A ESTE GRUPO EN VIVO, QUISIERA VER LO QUE HACEN, SENTIRLO.EXCELENTE