No soy nadie… soy un Fulano d’ Tal



Conservar una completa libertad de espíritu, esta es la máxima del dúo de trova fusión Fulano d’ Tal, conformado por Liubys Belkis Portilla Díaz y José Antonio Morejón Cirión. Los azares del serendipity me hicieron encontrar estos jóvenes que desde el 2007 juntaron sus destinos en el arte. El dúo es el resultado final de ingentes ensayos que incluyeron un trío, un septeto, un conjunto de música electrónica: el dúo plus un DJ, y un cuarteto acústico. Liubys y José me comentaron que su intención era buscar alguien con quien armonizar, pero no lograron unir en las mismas coordenadas espacio-tiempo un buen instrumentista, el instrumento y el compromiso necesario para trabajar, muchas veces sin remuneración.

José: Todo empezó por la necesidad de expresar lo que uno siente y la trova nos dio esta posibilidad, pero no había institución, nadie nos apoyaba, nadie nos contrataba como profesionales. Pensamos: no somos nadie, entonces somos un fulano de tal, y así surgió el nombre del grupo. No somos músicos de academia. Yo tomo clases de música con una profesora particular y Liubys estuvo en varias escuelas de artes, pero por diferentes motivos, no llegó a graduarse en ninguna. Si no tienes academia el camino es muy difícil, cada paso requiere infinito esfuerzo. No hay problema para profesionalizarse como vocalista, aún sin títulos institucionales, pero como instrumentista es casi imposible, no importa que demuestres buena técnica o talento, el camino tiene una sola vía: las escuelas profesionales de arte… ¿Sabes? La trova es patrimonio, es calle, es lo que llevas en la sangre, lo cotidiano, sigo las raíces. ¿Cómo van a decirme “si no tienes academia no puedes ser reconocido como artista”?

Fulano d’ Tal dice tener influencias rocanroleras, además del funk, del blues, del reggae, y por supuesto, de la música cubana en sus variadas vertientes. Todos sus números son inéditos y han participado en diversos festivales de arte joven, así como invitados en peñas de trovadores como Ray Fernández en El Diablo Tún Tún, Inti Santana en el Fresa y Chocolate, Toni Ávila en el Barbaram, y la de Reinier Aldana y el grupo Mate, en el Amanecer. Conversar con estos muchachos fue un placer, pues todavía conservan la frescura de quienes empiezan y tienen el ímpetu de perseverar.

Liubys: Aunque no tenemos promoción, mantenemos una peña los primeros viernes de cada mes, a las 6:00 p.m., en el Patio de la AHS, y creamos un proyecto donde fusionamos música, artes plásticas y poesía, que llamamos Bohemia a la luz, donde incentivamos el discurso social, la observación del entorno que nos rodea, sin más pretensiones que invitar al público a que interactúe, que se exprese con un pincelazo, una canción, un poema, lo que surja. Es un espacio para ser nosotros mismos.

José: Somos muy independientes y a pesar que no podemos vivir de nuestro arte, amamos lo que hacemos. Algunas personas nos llaman, entonces acudimos, tocamos y nos vamos. Cada paso es muy difícil, incluso para los intercambios culturales o para grabar un demo. Grabamos las voces en las noches, a la caza del momento exacto, a veces hay que parar por algún grito y hay que grabar todo de nuevo. Todo lo que buscamos son oportunidades, todo el tiempo luchamos para eso. Para que no se quede en un sueño.

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