De Jagüey Grande para toda Cuba



Hace apenas cuatro años inició su trayectoria en el camino del hip hop Emilio Alvarado Robaina, un joven rapero del poblado Jagüey Grande, de la provincia Matanzas.

King es el nombre artístico que Emilio escogió cuando comenzó a dar sus primeros pasos. “Al principio yo escuchaba rap en inglés y decidí estudiar un poco de este idioma. Entonces, cuando escuché la palabra King me gustó y decidí que ese sería mi nombre artístico”.

Asegura que la principal motivación que le incitó a cantar hip hop es que este género le permite expresar todo lo que siente. “En el rap encuentro la manera de desahogarme de las cosas que me agobian y de expresar todo aquello que pasa por mi mente”.

Son disimiles las temáticas que Emilio aborda en sus canciones. “Mis letras tratan acerca de muchos temas: en contra de la guerra, la prostitución y en ocasiones relacionadas con la protección del medio ambiente”.

A partir que comienza a tomar conciencia acerca de un grupo de problemas de la sociedad, en especial los relacionados con su pueblo Jagüey Grande, decide cambiar sus letras e impregnarle una inyección de críticas. “Mis letras fueron pasando por varios escalones evolutivos. Después de un tiempo de iniciarme en el rap le incorporé a mi lírica un poco de crítica social sobre los problemas que veía todos los días en las calles de mi pueblo”.

Reconoce que algunos raperos cubanos y extranjeros han sido muy influyentes en su estilo. “Los principales artistas que han influido en mi forma de cantar y en mis letras son: Los Aldeanos, Calle 11 (grupo de Jagüey Grande) y Eminem”.

“Los Aldeanos son mi modelo a seguir, pues admiro grandemente su forma de cantar, sus letras directas inundadas de críticas sociales y esa forma peculiar que tienen de proyectarse en el escenario”, dijo Emilio al referirse a sus ídolos musicales.

Con mucho esfuerzo ha logrado grabar en estudios independientes cuatro discos: Guerrero de los justos, Hasta el final, Sobreviviente y En pie de lucha.

Considera que el hip hop no tiene el apoyo suficiente por parte de las instituciones gubernamentales en su municipio y tampoco en Matanzas. “No se está haciendo lo necesario para dar a conocer este género. No existe ningún espacio para nosotros, lo mismo para cantar que para ensayar. Tampoco tenemos ningún lugar en el que podamos reunirnos y presentar nuestra música a todos aquellos que son seguidores de la poesía urbana”.

Una de las anécdotas que Emilio recuerda con profundo regocijo fue la ocasión en la que se presentó por primera vez en el Club Karachi de La Habana. “En el momento en que el DJ anunció mi presentación los pelos se me pusieron de puntas, entonces subí al escenario y comencé a cantar. El público mostró una gran aceptación y al concluir todos me querían conocer. Realmente me sentí muy feliz, nunca olvidaré ese día”.

A pesar de no contar con espacios habituales de presentación, King ha logrado cantar en diferentes escenarios, entre los que se encuentran: Café de Colón, Centro Recreativo La Bomba, El Anfiteatro, La Casa de Cultura y en las fiestas populares que se celebran en su municipio.

Cuando se refirió a los planes para el futuro, el joven rapero ciñó los ojos y con una sonrisa en el rostro contestó: “El futuro es muy incierto, pero puedo asegurarte que por el momento continuaré haciendo rap, desde Jagüey Grande para toda Cuba”.

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