Hirden: originalidad y calidad del black metal en Camagüey
1 de julio de 2013
Entre las bandas cubanas de rock que cultivan el black metal destaca por su especial sonoridad y calidad interpretativa, la camagüeyana Hirden, una versión original de sus similares europeas, según críticos y especialistas.
El sonido que identifica a Hirden es una mezcla de acordes y tonalidades menores, ausentes de teclados, donde la atmósfera característica del género la crean el bajo y la guitarra.
Eugenio Bazán, guitarrista y director de Hirden, afirma que a pesar de ser una banda provinciana, cuentan con seguidores en muchas partes del país, como en La Habana y Santiago de Cuba, pues no pierden ninguna oportunidad para presentarse en esos escenarios, y han sido invitados a los conciertos del Brutal Fest.
“A los jóvenes les gusta la música que hacemos, no sólo porque asisten a las presentaciones, –agrega Bazán– sino que también agotaron las existencias del disco que logramos grabar el pasado año. La última semana del mes de marzo acabamos de filmar un video clip, pero no sabemos dónde, ni cuándo lo presentaremos”.
Atrás quedaron los tiempos en los que a los conciertos de Hirden asistían solo cincuenta o sesenta personas, pues no encontraban estilo y sonoridad propias, pero todo cambió con la entrada a la agrupación del bajista Mandy Junco.
“Con Mandy –destaca Bazán– dejamos atrás la experimentación de géneros y nos concentramos en el black metal. Ahora todos dicen que lo hacemos de manera diferente, con un toque muy cubano, el cual nos diferencia de los estilos europeos. Recuerdo que a la primera de las presentaciones con Mandy, asistieron unas doscientas personas, y eso nos dio la confianza que nos faltaba”.
Los integrantes de Hirden votan con ambas manos por la continuidad de los festivales de rock Sonidos de la Ciudad, que cada año se organizan en Camagüey, porque les da la oportunidad de comparar su trabajo con el que hacen otras bandas en el país.
“Sonidos de la Ciudad –dice Bazán– se convierte cada año en un gran intercambio cultural, y una oportunidad para los participantes de mostrar su labor. El festival se caracteriza por su sencillez, es un intercambio entre amigos, en el que compartimos hasta nuestras inquietudes personales, al tiempo que aunamos esfuerzos para difundir la música que hacemos”.
“Otra cosa –enfatiza– es el Brutal Fest, antes no se celebraba en Camagüey, pero cuando se percataron de que las bandas de esta ciudad estaban realizando una meritoria labor y que teníamos suficientes seguidores, se interesaron por planificar algunos de sus conciertos aquí. Eso nos aporta nuevas experiencias, sobre todo porque nos da la oportunidad de compartir con los miembros de algunas bandas foráneas, principalmente europeas, quienes hasta se llevan nuestros discos, no sé si para copiar o difundirnos, pero aún así nos damos a conocer entre ellos”.
Bandas como Hirden convirtieron a Camagüey en una de las plazas más importantes del rock extremo en Cuba, e incluso con prestigio internacional Ahora la Ciudad de los Tinajones es una plaza importante del rock extremo, no sólo en Cuba, sino también internacionalmente. Por sólo citar un ejemplo, se calcula que a los conciertos de la última edición del Festival Sonidos de la Ciudad asistieron cada noche, entre mil y dos mil personas, cifras significativas por tratarse de un concierto de rock en Cuba.
Hirden ha hecho realidad su sueño de hacer black metal cubano, y ganarse un lugar en el mundo del rock nuestro, que avanza a pesar de limitaciones materiales e incomprensiones oficiales, pero que gana adeptos por doquier y se consolida como una de las más distintivas manifestaciones de la cultura alternativa en Cuba.
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1 de julio de 2013
Entre las bandas cubanas de rock que cultivan el black metal destaca por su especial sonoridad y calidad interpretativa, la camagüeyana Hirden, una versión original de sus similares europeas, según críticos y especialistas. El sonido que identifica a Hirden es una mezcla de acordes y tonalidades menores, ausentes de teclados, donde la atmósfera característica del género la crean el bajo y la guitarra.
Eugenio Bazán, guitarrista y director de Hirden, afirma que a pesar de ser una banda provinciana, cuentan con seguidores en muchas partes del país, como en La Habana y Santiago de Cuba, pues no pierden ninguna oportunidad para presentarse en esos escenarios, y han sido invitados a los conciertos del Brutal Fest.
“A los jóvenes les gusta la música que hacemos, no sólo porque asisten a las presentaciones, –agrega Bazán– sino que también agotaron las existencias del disco que logramos grabar el pasado año. La última semana del mes de marzo acabamos de filmar un video clip, pero no sabemos dónde, ni cuándo lo presentaremos”.
Atrás quedaron los tiempos en los que a los conciertos de Hirden asistían solo cincuenta o sesenta personas, pues no encontraban estilo y sonoridad propias, pero todo cambió con la entrada a la agrupación del bajista Mandy Junco.
“Con Mandy –destaca Bazán– dejamos atrás la experimentación de géneros y nos concentramos en el black metal. Ahora todos dicen que lo hacemos de manera diferente, con un toque muy cubano, el cual nos diferencia de los estilos europeos. Recuerdo que a la primera de las presentaciones con Mandy, asistieron unas doscientas personas, y eso nos dio la confianza que nos faltaba”.
Los integrantes de Hirden votan con ambas manos por la continuidad de los festivales de rock Sonidos de la Ciudad, que cada año se organizan en Camagüey, porque les da la oportunidad de comparar su trabajo con el que hacen otras bandas en el país.
“Sonidos de la Ciudad –dice Bazán– se convierte cada año en un gran intercambio cultural, y una oportunidad para los participantes de mostrar su labor. El festival se caracteriza por su sencillez, es un intercambio entre amigos, en el que compartimos hasta nuestras inquietudes personales, al tiempo que aunamos esfuerzos para difundir la música que hacemos”.
“Otra cosa –enfatiza– es el Brutal Fest, antes no se celebraba en Camagüey, pero cuando se percataron de que las bandas de esta ciudad estaban realizando una meritoria labor y que teníamos suficientes seguidores, se interesaron por planificar algunos de sus conciertos aquí. Eso nos aporta nuevas experiencias, sobre todo porque nos da la oportunidad de compartir con los miembros de algunas bandas foráneas, principalmente europeas, quienes hasta se llevan nuestros discos, no sé si para copiar o difundirnos, pero aún así nos damos a conocer entre ellos”.
Bandas como Hirden convirtieron a Camagüey en una de las plazas más importantes del rock extremo en Cuba, e incluso con prestigio internacional Ahora la Ciudad de los Tinajones es una plaza importante del rock extremo, no sólo en Cuba, sino también internacionalmente. Por sólo citar un ejemplo, se calcula que a los conciertos de la última edición del Festival Sonidos de la Ciudad asistieron cada noche, entre mil y dos mil personas, cifras significativas por tratarse de un concierto de rock en Cuba.
Hirden ha hecho realidad su sueño de hacer black metal cubano, y ganarse un lugar en el mundo del rock nuestro, que avanza a pesar de limitaciones materiales e incomprensiones oficiales, pero que gana adeptos por doquier y se consolida como una de las más distintivas manifestaciones de la cultura alternativa en Cuba.
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