Trabajo nuevo con tecnología vieja
8 de julio de 2013
“…Nacer en Cuba es un privilegio, pero nacer en esta isla y además poder cantarle es lo mejor que le podría pasar a un cantautor…” Así he querido empezar este artículo, con las propias palabras de Jesús Montes Albares, más conocido en La Habana Vieja como Periquito.
Fue por el año 96 cuando Jesús empezó en la música, lo que él se empeña en llamar “algo que hago para no aburrirme”. Después de estar por tercera vez ante la sombra de su experiencia y oír sus únicas 27 canciones bien arregladas y grabadas por él a la vieja escuela, con grabadoras de cinta y algún que otro corte en ellas para editarlas y teniendo en su total un buen trabajo logrado, no creo que sea una cura para su aburrimiento, sino que es algo innato en él que lleva a cuestas.
Acababa de cumplir 27 años cuando su abuelo le regaló una estupenda grabadora de cinta, que en aquel entonces para él era sólo un traste viejo que nunca más volvería a sentir correr por sus calles de cobre, la fuerza directa de la corriente. Sólo eso, un trasto más de los que su abuelo le regalaba. Jesús nos comenta que sentía mucha pena por su abuelo, porque ése era el cuarto aparato inservible que le regalaba y no tenía ni idea de qué hacer con ellos, los que por supuesto no eran tan inservibles ya que funcionaban perfectamente, pero en aquel momento él no lo sabía.
Un día, decidió que iba a botar esos trastos y por algo que él no sabe explicar, le entró la curiosidad y conectó estos equipos y fue cuando se percató por primera vez que todos estos funcionaban de maravilla. Empezó a trastearlos y en su afán de poder hacer algo con ellos, llamó a su abuelo y le pidió ayuda para aprender a usarlos. Sólo fue cuestión de una semana para aprender a dominar perfectamente estos equipos y fue entonces cuando le surgió la estupenda idea de grabar sus canciones con ellos, pues por esa fecha sentía hace mucho inquietud por la música.
Al escuchar las canciones me pareció que el sonido de los instrumentos era algo diferente, fue cuando Jesús me explicó que el cambio se debía a que tuvo que grabarlas con background de canciones de moña americanas y otras con los instrumentos reales con amigos que lo ayudaban una que otra vez, y así fue como poco a poco se empezó a escuchar entre las preferencia de los colegas en el barrio.
De todas sus canciones las que más me gustaron son las siete que tiene en inglés, su acento es casi perfecto, tanto que cualquiera podría pensar que son cantadas por un americano. La perfección en este idioma la obtuvo gracias a su tía que era traductora y desde pequeño se lo enseñó, pues ella siempre le decía que él tenía que aprender el idioma de los mejores.
Realmente son canciones únicas y de muy buena calidad, pero me inclino más por “Love the Old”, “After My Traces” y “The District Will Not Change Ever”.
Jesús también nos explicó que tiene pensado escoger varias de estas canciones y volverlas a grabar con toques actuales para hacer un demo y distribuirlos por el barrio, ya que tiene varios “socios” que venden CD y le han dicho que ellos lo pueden ayudar. Me extrañó, pues siendo un cantante que no es conocido le sería difícil lograr que alguien compre lo que no conoce. A esto Jesús nos dijo: “si fuera cantante profesional no tuviera problemas, pero como no lo soy, entonces existe esta nueva forma que según me han dicho mis colegas es fácil y da sus resultados. Yo realizo el demo, les entrego las copias a mis amistades que venden CD y ellos van agregando canción por canción en otros CD que tengan canciones que se escuchan en la actualidad, y cuando empiecen a regarse mis canciones por el barrio y las personas las escuchen, entonces ponen a la venta el CD completo en los estantes junto con los demás”.
La entrevista concluyó muy a pesar de ambos, pues la tarde pasó casi sin darnos cuenta. Gracias a sus vivencias estoy más que segura que nunca, que todo en la vida lleva esfuerzos y por consiguiente resultados. Esperemos que Jesús, o simplemente Periquito, sigua haciendo lo que le gusta y continúe deleitándonos con sus obras y por supuesto, que no se rinda nunca.
Comentarios Dejar un comentario
8 de julio de 2013
“…Nacer en Cuba es un privilegio, pero nacer en esta isla y además poder cantarle es lo mejor que le podría pasar a un cantautor…” Así he querido empezar este artículo, con las propias palabras de Jesús Montes Albares, más conocido en La Habana Vieja como Periquito.
Fue por el año 96 cuando Jesús empezó en la música, lo que él se empeña en llamar “algo que hago para no aburrirme”. Después de estar por tercera vez ante la sombra de su experiencia y oír sus únicas 27 canciones bien arregladas y grabadas por él a la vieja escuela, con grabadoras de cinta y algún que otro corte en ellas para editarlas y teniendo en su total un buen trabajo logrado, no creo que sea una cura para su aburrimiento, sino que es algo innato en él que lleva a cuestas.
Acababa de cumplir 27 años cuando su abuelo le regaló una estupenda grabadora de cinta, que en aquel entonces para él era sólo un traste viejo que nunca más volvería a sentir correr por sus calles de cobre, la fuerza directa de la corriente. Sólo eso, un trasto más de los que su abuelo le regalaba. Jesús nos comenta que sentía mucha pena por su abuelo, porque ése era el cuarto aparato inservible que le regalaba y no tenía ni idea de qué hacer con ellos, los que por supuesto no eran tan inservibles ya que funcionaban perfectamente, pero en aquel momento él no lo sabía.
Un día, decidió que iba a botar esos trastos y por algo que él no sabe explicar, le entró la curiosidad y conectó estos equipos y fue cuando se percató por primera vez que todos estos funcionaban de maravilla. Empezó a trastearlos y en su afán de poder hacer algo con ellos, llamó a su abuelo y le pidió ayuda para aprender a usarlos. Sólo fue cuestión de una semana para aprender a dominar perfectamente estos equipos y fue entonces cuando le surgió la estupenda idea de grabar sus canciones con ellos, pues por esa fecha sentía hace mucho inquietud por la música.
Al escuchar las canciones me pareció que el sonido de los instrumentos era algo diferente, fue cuando Jesús me explicó que el cambio se debía a que tuvo que grabarlas con background de canciones de moña americanas y otras con los instrumentos reales con amigos que lo ayudaban una que otra vez, y así fue como poco a poco se empezó a escuchar entre las preferencia de los colegas en el barrio.
De todas sus canciones las que más me gustaron son las siete que tiene en inglés, su acento es casi perfecto, tanto que cualquiera podría pensar que son cantadas por un americano. La perfección en este idioma la obtuvo gracias a su tía que era traductora y desde pequeño se lo enseñó, pues ella siempre le decía que él tenía que aprender el idioma de los mejores.
Realmente son canciones únicas y de muy buena calidad, pero me inclino más por “Love the Old”, “After My Traces” y “The District Will Not Change Ever”.
Jesús también nos explicó que tiene pensado escoger varias de estas canciones y volverlas a grabar con toques actuales para hacer un demo y distribuirlos por el barrio, ya que tiene varios “socios” que venden CD y le han dicho que ellos lo pueden ayudar. Me extrañó, pues siendo un cantante que no es conocido le sería difícil lograr que alguien compre lo que no conoce. A esto Jesús nos dijo: “si fuera cantante profesional no tuviera problemas, pero como no lo soy, entonces existe esta nueva forma que según me han dicho mis colegas es fácil y da sus resultados. Yo realizo el demo, les entrego las copias a mis amistades que venden CD y ellos van agregando canción por canción en otros CD que tengan canciones que se escuchan en la actualidad, y cuando empiecen a regarse mis canciones por el barrio y las personas las escuchen, entonces ponen a la venta el CD completo en los estantes junto con los demás”.
La entrevista concluyó muy a pesar de ambos, pues la tarde pasó casi sin darnos cuenta. Gracias a sus vivencias estoy más que segura que nunca, que todo en la vida lleva esfuerzos y por consiguiente resultados. Esperemos que Jesús, o simplemente Periquito, sigua haciendo lo que le gusta y continúe deleitándonos con sus obras y por supuesto, que no se rinda nunca.
Comentarios Dejar un comentario
- No hay comentarios en este momento.