El legado de Anderson
8 de julio de 2013
En Cuba resulta bien difícil para cualquier rapero insertarse en la escena musical, máxime cuando sólo se cuenta con la formación basada en el talento innato. La inclinación de Anderson Ibáñez Justiz por el género hip hop se remonta a finales de los años 90. Hasta ese momento, Anderson siquiera valoraba la posibilidad de interpretar un tema musical, y mucho menos subirse a un escenario, pues su ilusión estaba centrada en el béisbol, sueño nada imposible de lograr tratándose del deporte nacional de la Isla. Pero la vida tiene sus artimañas y otro era su destino.
Su interés por el género parte de una simple preferencia por el discurso que en cada casete de 60 minutos y discos de platino en aquel entonces, plasmaban los raperos más viejos en la escena rap underground. Las temáticas llamaban su atención más que la música en sí. Las críticas sociales, las diferentes realidades vividas y reflejadas desde la percepción de cada uno de los raperos que escuchaba, lo incitaron a componer sin proponerse grandes retos, el hip hop que hasta hoy ha llevado al público conocedor del trabajo musical que realiza.
Desde el año 1999 que comienza su carrera en solitario y hasta la actualidad, Anderson se ha propuesto continuar el legado de aquellos viejos raperos que tantas buenas sensaciones y experiencias le transmitían con sus discursos. Varias han sido las colaboraciones en diferentes discos con temas de su autoría que lo corroboran.
Invitaciones hechas por colegas que había ganado en este ámbito, a peñas y a espectáculos, ocuparon los primeros años en la carrera de Anderson. Ya en el 2002 se propone ser más ambicioso y se presenta al Festival de Alamar con el proyecto “Criminales Clásicos”, colaborando con temas de su autoría. En los años posteriores, especialmente en el 2003, colabora con varios de sus temas en el disco Sonido Turbio y en el 2005 graba “Salgan del medio”. Dos de sus temas fueron seleccionados en el año 2007 para formar parte de la producción “La Comisión Depuradora”; en el 2009 graba “El profesional”, y en el pasado año 2012 participa en la producción Para esto me presto.
Para este año Anderson espera el lanzamiento del disco en el que lleva trabajando todo el año conjuntamente con Bárbaro El Urbano Vargas y que llevará por nombre Dónde están mis balas.
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8 de julio de 2013
En Cuba resulta bien difícil para cualquier rapero insertarse en la escena musical, máxime cuando sólo se cuenta con la formación basada en el talento innato. La inclinación de Anderson Ibáñez Justiz por el género hip hop se remonta a finales de los años 90. Hasta ese momento, Anderson siquiera valoraba la posibilidad de interpretar un tema musical, y mucho menos subirse a un escenario, pues su ilusión estaba centrada en el béisbol, sueño nada imposible de lograr tratándose del deporte nacional de la Isla. Pero la vida tiene sus artimañas y otro era su destino. Su interés por el género parte de una simple preferencia por el discurso que en cada casete de 60 minutos y discos de platino en aquel entonces, plasmaban los raperos más viejos en la escena rap underground. Las temáticas llamaban su atención más que la música en sí. Las críticas sociales, las diferentes realidades vividas y reflejadas desde la percepción de cada uno de los raperos que escuchaba, lo incitaron a componer sin proponerse grandes retos, el hip hop que hasta hoy ha llevado al público conocedor del trabajo musical que realiza.
Desde el año 1999 que comienza su carrera en solitario y hasta la actualidad, Anderson se ha propuesto continuar el legado de aquellos viejos raperos que tantas buenas sensaciones y experiencias le transmitían con sus discursos. Varias han sido las colaboraciones en diferentes discos con temas de su autoría que lo corroboran.
Invitaciones hechas por colegas que había ganado en este ámbito, a peñas y a espectáculos, ocuparon los primeros años en la carrera de Anderson. Ya en el 2002 se propone ser más ambicioso y se presenta al Festival de Alamar con el proyecto “Criminales Clásicos”, colaborando con temas de su autoría. En los años posteriores, especialmente en el 2003, colabora con varios de sus temas en el disco Sonido Turbio y en el 2005 graba “Salgan del medio”. Dos de sus temas fueron seleccionados en el año 2007 para formar parte de la producción “La Comisión Depuradora”; en el 2009 graba “El profesional”, y en el pasado año 2012 participa en la producción Para esto me presto.
Para este año Anderson espera el lanzamiento del disco en el que lleva trabajando todo el año conjuntamente con Bárbaro El Urbano Vargas y que llevará por nombre Dónde están mis balas.
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