Dany y su cola de caballo
8 de julio de 2013
Daniel, alias “El Dani”, es un joven capitalino de 32 años, carismático y amistoso que vive en el municipio Centro Habana. Es un mestizo de estatura media que lleva una cola de caballo y hace mucho ejercicio físico para mantener una buena forma física y artística. Le gusta mucho la comida criolla y la música latina, sus cantantes favoritos son Alain Daniel y Tito Nieves.
Desde los 10 años, Dani ya cantaba delante de su familia en algún evento familiar o fiesta de los amigos del barrio. Más tarde estudió Técnico Medio en Mecánica Automotriz, pero abandonó los estudios al segundo año y se dedicó a trabajar como ayudante en un taller, limpiando y arreglando carros. “A los 20 años es donde de veras me tomé la música en serio. Aunque mi aprendizaje fue autodidacta, logré perfeccionarme mucho en el ámbito musical, principalmente en los géneros oriundos de Cuba como el danzón, la guaracha y el son. Para mi formación o superación autodidacta, leí mucho sobre música y escuchaba música a toda hora del día, aún lo hago, creo que eso me desarrolló un talento innato que llevaba por dentro. Con algunos ahorros que tenía guardados, logré comprarme una guitarrita y pude perfeccionar y poner en práctica lo que había aprendido. Creo que en los libros aprendí mucho de teoría y de conceptos estructurales sobre la música”.
¿Qué haces en estos momentos en el ámbito musical?
“Empecé por primera vez en el restaurante llamado ‘La Carreta’, ahí tocaba algunos temas para acompañarles el ambiente a los comensales, todo con mi guitarra, aunque también interpretaba baladas y canciones de gran fama internacional como ‘La copa de la vida’ de Ricky Martin, o ‘Salome’ de Chayanne, por lo que me considero un poco de trovador y de cantante pop, es una liga que hay en mi repertorio y por ahí desarrollo mi trabajo, siempre esperando alguna propinita”.
¿Qué pasó con la mecánica?
“Mantengo mi trabajo en el taller de mecánica, ya que soy hijo de madre soltera y sin hermanos, y debo mantener mi casa económicamente. Desde que tenía 15 años cuando mi padre nos abandonó, estuve llevando las dos cosas a la par, trabajando en ocasiones en varios restaurantes o ‘paladares’ particulares, sin dejar el taller. Ahora me encuentro en estos momentos cantando con el grupo de animación turística del Hotel Saint John, precisamente en la disco Pico Blanco… ahí me presento en los shows nocturnos como solista, donde canto algunas canciones de mi propia autoría e interpreto algunas baladas y canciones de algunos cantantes famosos mayormente latinos. Se puede disfrutar de mi música casi todos los fines de semana y a veces entre semana, aunque no es el lugar que quisiera un cantante de carrera, es algo para empezar. Otro aspecto es que te deja algo de dinerito y con eso voy tirando hasta que aparezca algo mejor”.
¿Qué obstáculos has afrontado para realizar tu trabajo?
“Muchos. Mi vida ha sido dura porque desde muy temprano tuve que dejar la escuela y dedicarme a trabajar para mantener a mi familia que era sólo mi madre, porque ella no puede trabajar ya que está muy enferma. Además del trabajo del taller, tenía que encargarme de las labores de la casa y desarrollarme como músico que era lo que más quería. Tuve muchos problemas para lograr cantar en algún lugar y desarrollarme como músico, porque nadie me quería ‘dar la mano’, o solamente una oportunidad de trabajo, aunque el trabajo en Cuba constituye un derecho por constitución. A pesar de todo como ves, al fin estoy aquí tranquilo y con la posibilidad de que alguien me vea y se interese por mi trabajo, siempre que llueve, escampa, como dice el dicho”.
¿Qué proyectos y aspiraciones tienes para el futuro?
“Por ahora mantenerme aquí, cantando y haciendo lo que me gusta, hasta que me suceda algo mejor. Tengo en planes hacer un disco que pienso ponerle Las aventuras de Dani, donde aparecerán pasajes de mi vida y cosas de la vida cotidiana de mi propia composición. Espero que salga bien y que a la gente le guste. Siempre he sido un soñador incansable y espero que algún día alguien venga aquí al show y se interese por este cantante de 32 años, y que sea pronto porque el tiempo es corto, aunque tengo muchas esperanzas”.
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8 de julio de 2013
Daniel, alias “El Dani”, es un joven capitalino de 32 años, carismático y amistoso que vive en el municipio Centro Habana. Es un mestizo de estatura media que lleva una cola de caballo y hace mucho ejercicio físico para mantener una buena forma física y artística. Le gusta mucho la comida criolla y la música latina, sus cantantes favoritos son Alain Daniel y Tito Nieves.
Desde los 10 años, Dani ya cantaba delante de su familia en algún evento familiar o fiesta de los amigos del barrio. Más tarde estudió Técnico Medio en Mecánica Automotriz, pero abandonó los estudios al segundo año y se dedicó a trabajar como ayudante en un taller, limpiando y arreglando carros. “A los 20 años es donde de veras me tomé la música en serio. Aunque mi aprendizaje fue autodidacta, logré perfeccionarme mucho en el ámbito musical, principalmente en los géneros oriundos de Cuba como el danzón, la guaracha y el son. Para mi formación o superación autodidacta, leí mucho sobre música y escuchaba música a toda hora del día, aún lo hago, creo que eso me desarrolló un talento innato que llevaba por dentro. Con algunos ahorros que tenía guardados, logré comprarme una guitarrita y pude perfeccionar y poner en práctica lo que había aprendido. Creo que en los libros aprendí mucho de teoría y de conceptos estructurales sobre la música”.
¿Qué haces en estos momentos en el ámbito musical?
“Empecé por primera vez en el restaurante llamado ‘La Carreta’, ahí tocaba algunos temas para acompañarles el ambiente a los comensales, todo con mi guitarra, aunque también interpretaba baladas y canciones de gran fama internacional como ‘La copa de la vida’ de Ricky Martin, o ‘Salome’ de Chayanne, por lo que me considero un poco de trovador y de cantante pop, es una liga que hay en mi repertorio y por ahí desarrollo mi trabajo, siempre esperando alguna propinita”.
¿Qué pasó con la mecánica?
“Mantengo mi trabajo en el taller de mecánica, ya que soy hijo de madre soltera y sin hermanos, y debo mantener mi casa económicamente. Desde que tenía 15 años cuando mi padre nos abandonó, estuve llevando las dos cosas a la par, trabajando en ocasiones en varios restaurantes o ‘paladares’ particulares, sin dejar el taller. Ahora me encuentro en estos momentos cantando con el grupo de animación turística del Hotel Saint John, precisamente en la disco Pico Blanco… ahí me presento en los shows nocturnos como solista, donde canto algunas canciones de mi propia autoría e interpreto algunas baladas y canciones de algunos cantantes famosos mayormente latinos. Se puede disfrutar de mi música casi todos los fines de semana y a veces entre semana, aunque no es el lugar que quisiera un cantante de carrera, es algo para empezar. Otro aspecto es que te deja algo de dinerito y con eso voy tirando hasta que aparezca algo mejor”.
¿Qué obstáculos has afrontado para realizar tu trabajo?
“Muchos. Mi vida ha sido dura porque desde muy temprano tuve que dejar la escuela y dedicarme a trabajar para mantener a mi familia que era sólo mi madre, porque ella no puede trabajar ya que está muy enferma. Además del trabajo del taller, tenía que encargarme de las labores de la casa y desarrollarme como músico que era lo que más quería. Tuve muchos problemas para lograr cantar en algún lugar y desarrollarme como músico, porque nadie me quería ‘dar la mano’, o solamente una oportunidad de trabajo, aunque el trabajo en Cuba constituye un derecho por constitución. A pesar de todo como ves, al fin estoy aquí tranquilo y con la posibilidad de que alguien me vea y se interese por mi trabajo, siempre que llueve, escampa, como dice el dicho”.
¿Qué proyectos y aspiraciones tienes para el futuro?
“Por ahora mantenerme aquí, cantando y haciendo lo que me gusta, hasta que me suceda algo mejor. Tengo en planes hacer un disco que pienso ponerle Las aventuras de Dani, donde aparecerán pasajes de mi vida y cosas de la vida cotidiana de mi propia composición. Espero que salga bien y que a la gente le guste. Siempre he sido un soñador incansable y espero que algún día alguien venga aquí al show y se interese por este cantante de 32 años, y que sea pronto porque el tiempo es corto, aunque tengo muchas esperanzas”.
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