Lina y su país de maravillas
15 de julio de 2013
La joven Lina Saroza promete ser un talento de la escena musical cubana y quien sabe hasta de la escena internacional. Toca los 4 saxofones, el piano, compone canciones y canta.
Aunque se gradúa este año del Instituto Superior de Arte (ISA) no ha perdido su tiempo porque ha sido integrante de varias agrupaciones, y siempre está ávida de trabajo y proyectos musicales. Perteneció al conjunto Lechuga Fresca, donde interpretó música para divertirse, con un estilo funk alternativo. Luego estuvo en la prestigiosa agrupación Habana Ensemble, y actualmente es integrante de la Joven Jazz Band de Joaquín Betancourt.
A pesar de su corta edad, Lina tiene una trayectoria musical competente y al escuchar su trabajo me di cuenta que estaba ante la presencia de una artista diferente, por eso le pedí que nos dejara conocer más de su vida. “En mi familia sólo mi hermana mayor es artista. A mi padre siempre le gustó la música y estuvo frustrado en ese aspecto, entonces desde chiquita me introduje en este mundo a través de mi hermana. Empecé a los nueve años en piano con clases particulares y luego entré a la Escuela Vocacional de Arte de Matanzas, porque de ahí soy. Mi papá quería que yo estudiara guitarra porque a él le gustan los Beatles, entonces mi hermana había pasado un poco de trabajo con ese instrumento y fue la que me dio la idea de estudiar saxofón, porque en esa época no había muchas mujeres que lo tocaran”.
A pesar de su juventud, Lina es una artista que muestra una madurez y deseos de hacer increíbles y nos cuenta que interpretar el saxofón es el compromiso más grande que tiene, aunque le ha cogido el gusto a componer y cantar. Las canciones que ha compuesto ninguna es por oficio, son por inspiración a partir de experiencias y sentimientos.
Posee influencias de muchos grandes del jazz, tales como John Coltrane, The Brecker Brothers, David Saborn, Grover Washington Jr. y Dave Koz. Y asegura que le encanta el smooth jazz. “Me inclino por este género porque llevo mucho tiempo tocando en la Joven Jazz Band de Joaquín Betancourt, y eso me ha marcado muchísimo, aunque puedo hacer varios estilos. De hecho el demo que estoy preparando consta de 4 canciones, una es un reggae, otra es una kizomba, un pop y un funk. Al final casi todo lo que hago tiene un trasfondo jazzístico porque lo tengo en las venas de tanto jazz band, en mis arreglos armónicos siempre va a haber una influencia grande del jazz”.
Continúa contándome. “El demo lo estoy haciendo en los estudios Blem Blem de Edesio Alejandro, es producido por él con la intención de ampliarlo y convertirlo en un disco… el piano me lo está grabando Alexis Boch que es una figura del latin jazz cubano, también están muchos compañeros míos de la jazz band que son excelentes músicos. Los arreglos son propios, tratando siempre de poner el saxofón en primer lugar porque mi intención es esa, cantar y tocar. Por supuesto todo con escasos recursos y apelando al arma más poderosa de los músicos underground: ‘la amistad desinteresada’”.
Lina tiene ya un tema terminado que se titula “Las maravillas del país de Alicia”, un nombre polémico porque todo el mundo le dice que está muy largo, y otros afirman que está muy infantil, pero ese nombre no lo puede cambiar, asegura muy segura de sí misma, porque fue lo primero que surgió al componer el tema y luego de un troque de palabras de su mejor amiga. “Además, hice la canción a partir de la última versión de la película ‘Alicia en el país de las maravillas’. Este sencillo tiene un video clip dirigido por Alex Medina y es un reggae fusionado con el smooth jazz”. Todo esto me sorprende porque por su corta edad le fue imposible vivir el boom del jazz suave de comienzos de los 90.
Pero Lina no se detiene, paralelamente forma parte de Nube Roja, dúo de música alternativa, un proyecto que apenas está dando sus primeros pasos, pero en el que tiene cifradas todas sus esperanzas de trascender. Algo difícil, pues lo alternativo no entra dentro de las prioridades de las disqueras cubanas. No obstante, Lina sigue intentándolo con su sugerente propuesta musical, su manera de tocar el saxofón, su bella voz y desenfadada imagen que hacen muy atractiva su propuesta artística. Esperemos que ese ímpetu y talento que la acompañan, la lleve por los buenos caminos en la escena musical cubana.
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15 de julio de 2013
La joven Lina Saroza promete ser un talento de la escena musical cubana y quien sabe hasta de la escena internacional. Toca los 4 saxofones, el piano, compone canciones y canta.
Aunque se gradúa este año del Instituto Superior de Arte (ISA) no ha perdido su tiempo porque ha sido integrante de varias agrupaciones, y siempre está ávida de trabajo y proyectos musicales. Perteneció al conjunto Lechuga Fresca, donde interpretó música para divertirse, con un estilo funk alternativo. Luego estuvo en la prestigiosa agrupación Habana Ensemble, y actualmente es integrante de la Joven Jazz Band de Joaquín Betancourt.
A pesar de su corta edad, Lina tiene una trayectoria musical competente y al escuchar su trabajo me di cuenta que estaba ante la presencia de una artista diferente, por eso le pedí que nos dejara conocer más de su vida. “En mi familia sólo mi hermana mayor es artista. A mi padre siempre le gustó la música y estuvo frustrado en ese aspecto, entonces desde chiquita me introduje en este mundo a través de mi hermana. Empecé a los nueve años en piano con clases particulares y luego entré a la Escuela Vocacional de Arte de Matanzas, porque de ahí soy. Mi papá quería que yo estudiara guitarra porque a él le gustan los Beatles, entonces mi hermana había pasado un poco de trabajo con ese instrumento y fue la que me dio la idea de estudiar saxofón, porque en esa época no había muchas mujeres que lo tocaran”.
A pesar de su juventud, Lina es una artista que muestra una madurez y deseos de hacer increíbles y nos cuenta que interpretar el saxofón es el compromiso más grande que tiene, aunque le ha cogido el gusto a componer y cantar. Las canciones que ha compuesto ninguna es por oficio, son por inspiración a partir de experiencias y sentimientos.
Posee influencias de muchos grandes del jazz, tales como John Coltrane, The Brecker Brothers, David Saborn, Grover Washington Jr. y Dave Koz. Y asegura que le encanta el smooth jazz. “Me inclino por este género porque llevo mucho tiempo tocando en la Joven Jazz Band de Joaquín Betancourt, y eso me ha marcado muchísimo, aunque puedo hacer varios estilos. De hecho el demo que estoy preparando consta de 4 canciones, una es un reggae, otra es una kizomba, un pop y un funk. Al final casi todo lo que hago tiene un trasfondo jazzístico porque lo tengo en las venas de tanto jazz band, en mis arreglos armónicos siempre va a haber una influencia grande del jazz”.
Continúa contándome. “El demo lo estoy haciendo en los estudios Blem Blem de Edesio Alejandro, es producido por él con la intención de ampliarlo y convertirlo en un disco… el piano me lo está grabando Alexis Boch que es una figura del latin jazz cubano, también están muchos compañeros míos de la jazz band que son excelentes músicos. Los arreglos son propios, tratando siempre de poner el saxofón en primer lugar porque mi intención es esa, cantar y tocar. Por supuesto todo con escasos recursos y apelando al arma más poderosa de los músicos underground: ‘la amistad desinteresada’”.
Lina tiene ya un tema terminado que se titula “Las maravillas del país de Alicia”, un nombre polémico porque todo el mundo le dice que está muy largo, y otros afirman que está muy infantil, pero ese nombre no lo puede cambiar, asegura muy segura de sí misma, porque fue lo primero que surgió al componer el tema y luego de un troque de palabras de su mejor amiga. “Además, hice la canción a partir de la última versión de la película ‘Alicia en el país de las maravillas’. Este sencillo tiene un video clip dirigido por Alex Medina y es un reggae fusionado con el smooth jazz”. Todo esto me sorprende porque por su corta edad le fue imposible vivir el boom del jazz suave de comienzos de los 90.
Pero Lina no se detiene, paralelamente forma parte de Nube Roja, dúo de música alternativa, un proyecto que apenas está dando sus primeros pasos, pero en el que tiene cifradas todas sus esperanzas de trascender. Algo difícil, pues lo alternativo no entra dentro de las prioridades de las disqueras cubanas. No obstante, Lina sigue intentándolo con su sugerente propuesta musical, su manera de tocar el saxofón, su bella voz y desenfadada imagen que hacen muy atractiva su propuesta artística. Esperemos que ese ímpetu y talento que la acompañan, la lleve por los buenos caminos en la escena musical cubana.
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