Más que ser un Vándalo
15 de julio de 2013
En la Antigüedad los vándalos arrasaban con los pueblos y aldeas que encontraban a su paso, poseían una conducta destructiva que no respetaba lo ajeno y solían expresarse a través de la violencia. Pero al conversar con Los Vándalos, me di cuenta que no tienen nada que ver con aquellos vándalos de la Antigüedad, y que sólo se apropiaron del término porque necesitaban un nombre impactante para entrar en el universo del reggaetón, porque según ellos, es un género competitivo que requiere imponerse.
Hoy en día Yowan Ulloa y Javier Antonio López quieren cambiar su estilo musical, el mismo que en sus inicios cultivaron: el reggaetón underground, con un ritmo contagioso, letras fáciles de tararear. Un género que cualquier cubano está acostumbrado a escuchar en las esquinas y en los centros nocturnos.
“Nuestro nombre no lo podemos cambiar porque de esa manera nos conoce el público farandulero. Hacemos el reggaetón porque a la juventud le gusta mucho, este género es de rima, de denuncia social, y lo mantenemos porque es algo inevitable y está muy de moda, vas a cualquier sitio y la gente quiere reggaetón, hay que darle lo que piden, nacimos en esta época”. Se deciden a contarme. “Seguiremos con el reggaetón aunque en menor medida, en general a nosotros lo que nos gusta en la música es mezclar, fusionar y experimentar con los ritmos. Estamos produciendo una música muy comercial aunque queremos probar con otros géneros en los que creemos también tener talento, incluso más que en el reggaetón. Hacemos merengue electrónico y bachata, nuestro repertorio completo es de música bailable, sobre todo con letras que expresen la situación real de la sociedad en que vivimos, porque ahora mismo hay mucha gente que está haciendo cosas y no dicen nada. No nos limitamos, los dos componemos y hacemos los arreglos”.
Les insisto en que me cuenten el porqué de su unión. “Decidimos unirnos porque aunque a Javi le gusta la balada y yo vengo de la onda del hip hop, juntos hacemos un buen contraste de voces”.
Ahora es Javi quien conversa conmigo y se muestra interesado en la entrevista, no sin antes indagar un poco sobre los objetivos de PMU. “Una de nuestras primeras canciones expresa que el reggaetón está que arde y que la situación en la calle no está para andarse con contemplaciones, así de sociales somos. En nuestras próximas canciones trabajaremos más en el empaste vocal y la profundidad de las letras que nos están funcionando bastante bien”.
La última composición de Los Vándalos se titula “Soñar no cuesta nada”, es romántica y está basada en hechos reales donde cuenta la historia de un amor imposible, una pareja que al final no funcionó y que pasó al olvido, algo muy común donde muchos se pueden sentir identificados. “Su sonoridad proviene del merengue electrónico al estilo del dúo venezolano Chino y Nacho, y aunque creo que este tipo de historia es un poco cursi, tiene buena pegada entre la juventud que consume nuestra música. Le tienen tremenda fe al tema y lo escogieron para grabar un video clip”.
“Repartir” es otra de sus canciones que tiene muy buena acogida en el público cuando Los Vándalos se presentan en vivo, en la casona de Miramar, todos los viernes en una peña joven. La canción es muy movida, un reggaetón con saxofón, el background tiene influencias de Benny Moré. Otro tema con el que se pegaron es un featuring con Damián, del grupo Los Desiguales.
“El objetivo principal de nuestra música es que la gente se divierta y baile”. Y con esta premisa me despido del dúo Los Vándalos, que aseguran que quieren llegar lejos en el reconocimiento del público que disfruta del reggaetón underground cubano. Esperemos que su nueva incursión en otros géneros los lleve por el buen camino de hacer una música aceptada y gustada por todo tipo de audiencia.
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15 de julio de 2013
En la Antigüedad los vándalos arrasaban con los pueblos y aldeas que encontraban a su paso, poseían una conducta destructiva que no respetaba lo ajeno y solían expresarse a través de la violencia. Pero al conversar con Los Vándalos, me di cuenta que no tienen nada que ver con aquellos vándalos de la Antigüedad, y que sólo se apropiaron del término porque necesitaban un nombre impactante para entrar en el universo del reggaetón, porque según ellos, es un género competitivo que requiere imponerse.
Hoy en día Yowan Ulloa y Javier Antonio López quieren cambiar su estilo musical, el mismo que en sus inicios cultivaron: el reggaetón underground, con un ritmo contagioso, letras fáciles de tararear. Un género que cualquier cubano está acostumbrado a escuchar en las esquinas y en los centros nocturnos.
“Nuestro nombre no lo podemos cambiar porque de esa manera nos conoce el público farandulero. Hacemos el reggaetón porque a la juventud le gusta mucho, este género es de rima, de denuncia social, y lo mantenemos porque es algo inevitable y está muy de moda, vas a cualquier sitio y la gente quiere reggaetón, hay que darle lo que piden, nacimos en esta época”. Se deciden a contarme. “Seguiremos con el reggaetón aunque en menor medida, en general a nosotros lo que nos gusta en la música es mezclar, fusionar y experimentar con los ritmos. Estamos produciendo una música muy comercial aunque queremos probar con otros géneros en los que creemos también tener talento, incluso más que en el reggaetón. Hacemos merengue electrónico y bachata, nuestro repertorio completo es de música bailable, sobre todo con letras que expresen la situación real de la sociedad en que vivimos, porque ahora mismo hay mucha gente que está haciendo cosas y no dicen nada. No nos limitamos, los dos componemos y hacemos los arreglos”.
Les insisto en que me cuenten el porqué de su unión. “Decidimos unirnos porque aunque a Javi le gusta la balada y yo vengo de la onda del hip hop, juntos hacemos un buen contraste de voces”.
Ahora es Javi quien conversa conmigo y se muestra interesado en la entrevista, no sin antes indagar un poco sobre los objetivos de PMU. “Una de nuestras primeras canciones expresa que el reggaetón está que arde y que la situación en la calle no está para andarse con contemplaciones, así de sociales somos. En nuestras próximas canciones trabajaremos más en el empaste vocal y la profundidad de las letras que nos están funcionando bastante bien”.
La última composición de Los Vándalos se titula “Soñar no cuesta nada”, es romántica y está basada en hechos reales donde cuenta la historia de un amor imposible, una pareja que al final no funcionó y que pasó al olvido, algo muy común donde muchos se pueden sentir identificados. “Su sonoridad proviene del merengue electrónico al estilo del dúo venezolano Chino y Nacho, y aunque creo que este tipo de historia es un poco cursi, tiene buena pegada entre la juventud que consume nuestra música. Le tienen tremenda fe al tema y lo escogieron para grabar un video clip”.
“Repartir” es otra de sus canciones que tiene muy buena acogida en el público cuando Los Vándalos se presentan en vivo, en la casona de Miramar, todos los viernes en una peña joven. La canción es muy movida, un reggaetón con saxofón, el background tiene influencias de Benny Moré. Otro tema con el que se pegaron es un featuring con Damián, del grupo Los Desiguales.
“El objetivo principal de nuestra música es que la gente se divierta y baile”. Y con esta premisa me despido del dúo Los Vándalos, que aseguran que quieren llegar lejos en el reconocimiento del público que disfruta del reggaetón underground cubano. Esperemos que su nueva incursión en otros géneros los lleve por el buen camino de hacer una música aceptada y gustada por todo tipo de audiencia.
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