Camagüeyano de pura cepa



Quien lo ve, no se lo cree, “soy camagüeyano de pura cepa, y no lo escondo, aunque a mis 31 años viva en Boyeros, parte de La Habana, uno nunca debe olvidar sus raíces”, me cuenta Jaco, con tremendo orgullo de su provincia. “Me dicen Jaco, pero mi nombre artístico prefiero que sea Jacomy, luego de que mi mamá cometió el error de ponerme Jesús Jacomino Fernández, ya ves de donde sale mi seudónimo”.

Jaco es el mayor de los miembros del grupo In Vivo, pero no el más alto, tendrá unos escasos 1.68 metros, de piel blanca, ojos pardos, pelo castaño medio y complexión atlética. “Tengo que reírme, puesto que mis compañeros siempre bromean que de todos soy el que más chicas consigo”, pero eso no es cierto. “Acabo de pasar por una separación algo extraña, tengo a una nueva chica, pero ella tiene que demostrar su valía, en este mundo es muy fácil dejarse llevar por las apariencias”.

Quizás por ello Jaco se haya volcado de a lleno en su música, la cual se basa en ritmos y géneros caribeños, y americanos, principalmente. “Estos son los que escucho con más frecuencia y mi fuente de inspiración, hago lo que se llama fusión trova. También compongo cuando de momento me sube la musa, un algo que pasa, situaciones, personajes, otras músicas que escucho que me influyen”. Y ese algo es el culpable de temas como “Pantomima”, “Meditando”, “Desandar”, “Mala rima”, entre otros.

“Este grupo promete. Son, o mejor dicho, somos muchachos jóvenes, tenemos cosas por hacer”, explica de In Vivo, grupo del que es director, compositor, cantante, y además ayuda en la guitarra acompañante. En estos momentos la agrupación está recomponiendo o retomando nuevas ideas, para lograr una especie de proyecto que aún no se ha presentado. Pero antes del grupo, Jaco se ha presentado como Jesús, solista vocal en El Gato Tuerto, en las facultades del ISDI, la UH y la CUJAE, y con su grupo anterior Vedado, en varios teatros de Camagüey y La Habana, así como en algunos festivales de aficionados donde ganó varios premios. Desde luego, premios conseguidos con mucho esfuerzo, para alguien que se insertó en el mundo de la música a los once años. “Creo en el ‘algo’ creador de la existencia, por eso me gusta la música, porque significa crear. Siempre existirán problemas, trabas que nos limiten. Por ejemplo, cuando alguien del grupo falta a los ensayos, pasamos tremendo trabajo. Y cuando hay que remontar los temas de una nueva manera y todo se vuelve una locura, de la que tratamos salir si no contentos, satisfechos por el gran trabajo en equipo que hacemos, pero es muy difícil”.

“Nos afecta además y mucho, la tecnología y la logística, o sea los recursos materiales para lograrlo, un buen video, una buena grabación, pero seguimos adelante, gracias a la gente que nos apoya”, y aprovecha este espacio para agradecerle a su mamá y a sus buenos amigos, especialmente L Gustavo, El Gaby, Raulo y los del grupo actual. “También agradezco a la vida y a la suerte por enseñarme el camino por el que realmente quiero ir”.

“Yo siempre trato de estar contento, así se le saca mejor provecho a la vida. Cada canción que compongo es un motivo de alegría, cada resultado favorable con el grupo, cada trabajo que realizo, lo hago como digo yo, de sangre”, confiesa con ahínco y termina, “espero que la vida me de la oportunidad de ser reconocido por la calidad de la música que compongo y hago, vivir de ello al menos”.

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