Claudia con K en el Escambray cienfueguero
26 de agosto de 2013
El primer día del Festival Cumanayagua Alternativa fue todo un suceso. Mucho dio de que hablar el evento teórico realizado en las horas de la mañana del 25 de julio, y el blues jam de la tarde y el mega concierto en la noche dejaron al público con ansias de consumir más música underground. Se avecinaba un nuevo reto: conquistar el Escambray cienfueguero.
La presentación del grupo Claudia con K en el poblado de Crucesitas era muy importante, porque se llevaría la música alternativa a sitios donde los únicos músicos que se habían presentado fueron cultivadores de los géneros campesinos, tradicionales o mexicanos. Ahora los lugareños disfrutarían el pop rock, la balada, el funk y el rock alternativo de Claudia con K.
Toda la comitiva del festival se alistó para brindar su apoyo y vivir la experiencia. Muchos de nosotros estábamos ansiosos por escuchar a esta agrupación cuyo formato con trompeta, saxofón, bajo y percusión cubana contrasta con dos guitarras punks de los 80, y ver además, la reacción del público.
Desde las 10 de la mañana del día 26 de julio más de 70 personas partieron hacia las montañas del Escambray montados en un camión Kamaz ruso. Igualmente transportaban todos los instrumentos y equipos técnicos para asegurar los conciertos. Aunque los músicos viajaron hacinados y casi no se podía dar un paso encima del camión, todos se divirtieron y disfrutaron del bello paisaje.
“Pocos sabíamos a que nos aventurábamos, pero estábamos convencidos de llevar nuestro arte hasta lo más recóndito de estas montañas. Esta es una de las experiencias más maravillosas que he tenido en mi vida y en cuanto pueda volver, lo haré”, declaró Elvis García, baterista de Rockablues Trío.
Llegamos alrededor del mediodía al pequeño círculo social de Crucesitas. Varios vecinos curiosos asomaron la cabeza para ver a la rara comitiva. Estábamos a más de 500 metros sobre el nivel del mar y la vista era maravillosa.
Se preparó todo y la agrupación Claudia con K comenzó su presentación bajo los vítores de sus correligionarios.
Claudia Álvarez Acosta, vocalista de la banda, estaba afectada de las cuerdas vocales por la mala noche, pero hizo su mayor esfuerzo para llevar a buen término esta aventura. Varios muchachos de Backspace y AKDA 1 se sumaron en la percusión.
La agrupación interpretó prácticamente todos los temas recogidos en su larga duración Llévame a la Luna. Abrieron con el corte del mismo nombre, siguieron con “Libre espero”, “Miradas” y “Pide lo que quieras”, hasta que una falla en el fluido eléctrico los obligó a una descarguita acústica improvisada de 20 minutos.
Cuando volvió la electricidad, continuaron con “Qué más da”, “Todo se va de control”, “Mi sed contigo” y “Extensión de mi alma”, en una versión a capella.
“Muchas otras bandas debieran seguir el ejemplo de Claudia con K, y de manera desinteresada llegar a lugares recónditos como este para marcar la diferencia. Lo hecho por estos muchachos es un acto de fe y desprendimiento. En los grandes teatros, con buenas condiciones técnicas y aire acondicionado toca cualquiera”, declaró Livan Marrero, director de Habana en Serio.
Poco a poco los pobladores de Crucesitas se fueron acercando al concierto, sorprendidos por los sonidos pop rock poco comunes en estas montañas. Claudia interactúo con un grupo de niños que emocionados disfrutaban con varias canciones de las más movidas. Los residentes de mayor edad fueron reticentes a romper su rutina y sólo observaban desde sus portales.
Tras casi una hora de concierto, para finalizar la banda improvisóuna conga que unió a músicos y público bailando en una hilera por todo el recinto. Este fue uno de los momentos más felices de la tarde e hizo que todo el trayecto valiera la pena.
Entre los acontecimientos maravillosos de la tarde, una niña de alrededor de 10 años se acercó a Claudia y le pidió el micrófono, para sorpresa de todos los presentes interpretó 4 rancheras de manera impecable y sin acompañamiento musical. Indudablemente, un diamante en bruto que ponía bien en alto el talento artístico local, y un agradecimiento al pop rock que le descubrió Claudia.
La presentación de Claudia con K no sólo demostró que la música alternativa puede llegar a cualquier rincón, sino también que este ya es un grupo hecho y derecho, que puede presentarse ante cualquier público y en las más diversas condiciones. Mucha suerte para ellos y su arte que de una manera sincera y atractiva ya comenzó a esparcirse a todos los rincones de Cuba.
Ver fotos del concierto
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26 de agosto de 2013
El primer día del Festival Cumanayagua Alternativa fue todo un suceso. Mucho dio de que hablar el evento teórico realizado en las horas de la mañana del 25 de julio, y el blues jam de la tarde y el mega concierto en la noche dejaron al público con ansias de consumir más música underground. Se avecinaba un nuevo reto: conquistar el Escambray cienfueguero.
La presentación del grupo Claudia con K en el poblado de Crucesitas era muy importante, porque se llevaría la música alternativa a sitios donde los únicos músicos que se habían presentado fueron cultivadores de los géneros campesinos, tradicionales o mexicanos. Ahora los lugareños disfrutarían el pop rock, la balada, el funk y el rock alternativo de Claudia con K.
Toda la comitiva del festival se alistó para brindar su apoyo y vivir la experiencia. Muchos de nosotros estábamos ansiosos por escuchar a esta agrupación cuyo formato con trompeta, saxofón, bajo y percusión cubana contrasta con dos guitarras punks de los 80, y ver además, la reacción del público.
Desde las 10 de la mañana del día 26 de julio más de 70 personas partieron hacia las montañas del Escambray montados en un camión Kamaz ruso. Igualmente transportaban todos los instrumentos y equipos técnicos para asegurar los conciertos. Aunque los músicos viajaron hacinados y casi no se podía dar un paso encima del camión, todos se divirtieron y disfrutaron del bello paisaje.
“Pocos sabíamos a que nos aventurábamos, pero estábamos convencidos de llevar nuestro arte hasta lo más recóndito de estas montañas. Esta es una de las experiencias más maravillosas que he tenido en mi vida y en cuanto pueda volver, lo haré”, declaró Elvis García, baterista de Rockablues Trío.
Llegamos alrededor del mediodía al pequeño círculo social de Crucesitas. Varios vecinos curiosos asomaron la cabeza para ver a la rara comitiva. Estábamos a más de 500 metros sobre el nivel del mar y la vista era maravillosa.
Se preparó todo y la agrupación Claudia con K comenzó su presentación bajo los vítores de sus correligionarios.
Claudia Álvarez Acosta, vocalista de la banda, estaba afectada de las cuerdas vocales por la mala noche, pero hizo su mayor esfuerzo para llevar a buen término esta aventura. Varios muchachos de Backspace y AKDA 1 se sumaron en la percusión.
La agrupación interpretó prácticamente todos los temas recogidos en su larga duración Llévame a la Luna. Abrieron con el corte del mismo nombre, siguieron con “Libre espero”, “Miradas” y “Pide lo que quieras”, hasta que una falla en el fluido eléctrico los obligó a una descarguita acústica improvisada de 20 minutos.
Cuando volvió la electricidad, continuaron con “Qué más da”, “Todo se va de control”, “Mi sed contigo” y “Extensión de mi alma”, en una versión a capella.
“Muchas otras bandas debieran seguir el ejemplo de Claudia con K, y de manera desinteresada llegar a lugares recónditos como este para marcar la diferencia. Lo hecho por estos muchachos es un acto de fe y desprendimiento. En los grandes teatros, con buenas condiciones técnicas y aire acondicionado toca cualquiera”, declaró Livan Marrero, director de Habana en Serio.
Poco a poco los pobladores de Crucesitas se fueron acercando al concierto, sorprendidos por los sonidos pop rock poco comunes en estas montañas. Claudia interactúo con un grupo de niños que emocionados disfrutaban con varias canciones de las más movidas. Los residentes de mayor edad fueron reticentes a romper su rutina y sólo observaban desde sus portales.
Tras casi una hora de concierto, para finalizar la banda improvisóuna conga que unió a músicos y público bailando en una hilera por todo el recinto. Este fue uno de los momentos más felices de la tarde e hizo que todo el trayecto valiera la pena.
Entre los acontecimientos maravillosos de la tarde, una niña de alrededor de 10 años se acercó a Claudia y le pidió el micrófono, para sorpresa de todos los presentes interpretó 4 rancheras de manera impecable y sin acompañamiento musical. Indudablemente, un diamante en bruto que ponía bien en alto el talento artístico local, y un agradecimiento al pop rock que le descubrió Claudia.
La presentación de Claudia con K no sólo demostró que la música alternativa puede llegar a cualquier rincón, sino también que este ya es un grupo hecho y derecho, que puede presentarse ante cualquier público y en las más diversas condiciones. Mucha suerte para ellos y su arte que de una manera sincera y atractiva ya comenzó a esparcirse a todos los rincones de Cuba.
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