Música underground en el Escambray

26 de agosto de 2013



Todavía le quedaba un largo trecho por recorrer a los artistas participantes en el festival Cumanayagua Alternativa. La jornada del 26 de julio se planteaba como la más extensa.

Primero, Claudia con K tuvo más de una hora de presentación en el poblado de Crucesitas. Después, abordar nuevamente el atiborrado Kamaz ruso y proseguir camino montaña arriba, hacia uno de los lugares más bellos, más paradisiacos y de difícil acceso de la geografía cubana: El Nicho.

Muy pocos de los músicos habían estado por estos lares, observaban sorprendidos la belleza del paisaje y la soledad reinante de estas montañas.

Alrededor de las 2 de la tarde llegó la comitiva al poblado. Se preparó el concierto en un pequeño bar, los técnicos montaron el incipiente aparataje sonoro con la mayor prontitud posible, el público se sentó en el piso y Rockablues Trío interpretó un blues por primera vez en la historia de ese sitio. “Aquí los únicos que han tocado son grupitos de música tradicional, el mariachi, gente que cultiva lo campesino y una vez al año el evento Montaña Son, no hay otras opciones, nada donde escoger. ¿Música alternativa? ¡Aquí nadie sabe qué es eso muchacho!” Expresó Yusmel Villalobos, bibliotecario y promotor cultural del municipio.

Humberto García Manrufo no podía ocultar su emoción, estos músicos habían venido a eso, a darse a conocer en el lugar más recóndito.

Comenzaron con “Hey Joe” a lo Jimi Hendrix, y desde los primeros acordes, varios pueblerinos se acercaron más a curiosear que cosa era ese ruido y ese montón de gente, que para escuchar la música.

Las camareras observaron con asombro a García Manrufo interpretar la armónica en el cover “Stormy Monday”, también se destacaron sus originales de “Back Again”, “Paranoia Blues”, “Broke” y “Count On Me”.

Al finalizar su presentación, Humberto nos regaló unas palabras: “Este es el Woodstock cubano, hemos pasado un poco de trabajo y estamos molidos, pero sabíamos a qué veníamos. Esto es impresionante, nunca pensé tocar en un lugar como este, compartir experiencias con todas estas bandas. Esta es una experiencia única, es como si viajáramos en el tiempo. Estamos en Cuba y ahora nos toca a nosotros alzar nuestras voces por una mayor diversidad estilística en la música cubana. ¡Ojalá que vengan miles de Cumanayagua Alternativas!”

Siguieron los muchachos de Tr3s Palabras en su versión acústica y sin batería. Escuchamos una versión más intima de “Así no más”, que particularmente me encantó. El coro femenino tomó la iniciativa por la afección vocal de Emilio que en una tonalidad más baja y sin dudar, nos regaló un unplugged que me sorprendió.

Incentivaron al público y se mostraron ansiosos de complacer peticiones. “Another Day in Paradise”, de Phil Collins, sui generis sin la percusión, pero con un tremendo solo de piano de Rizo, una versión bien distante de la original, más cercana al jazz con reminiscencias del bebop en la voz de Johanna Pola, acercándonos a los ritmos afrocubanos, improvisaciones breves y estructuradas en forma de riffs.

Acto seguido, interpretaron “Roxanne”, de Sting, el momento álgido de la tarde, también muy diferente de la original y más cercana a la versión que hace George Michael. Lástima que Pepito Scull, “La Voz Soul de Cuba”, no se animó a unirse.

Pasaron a los temas incluidos en su más reciente disco: “Espejismo”, “No lo dudes más”, “Sentimental”, “Extrañándote”, y para cerrar “Sin bandera”.

Al concluir, recogieron todo bien rápido, se montaron en el camión y partieron para el río. Todos los músicos se esparcieron por el centro turístico, la hermosura del lugar fue acompañada por descargas de guitarras y canciones de amor a capella. Unos tocando la clave e improvisando una conga a la orilla de una pequeña laguna. Otros no pudieron más con el calor y se dieron un chapuzón en las heladas aguas.

Alejandro Castillo director de Tierra Santa expresó visiblemente emocionado: “Este día nunca se me va a olvidar, haber sufrido tanto para llegar aquí. ¡Oye un calvario para llegar al paraíso! Pero todo eso es pasado, la música, la gente, el paisaje, el manantial, esto es mágico. Voy a volver con mi esposa y con mi banda, aun no sé cómo, pero ya inventaré”.

Estoy muy complacido de haber sido testigo de este evento, el sentimiento de libertad experimentado por los músicos fue contagioso. Su nivel creativo se incrementó de manera superlativa y muchos proyectos surgieron de las conversaciones ocasionadas por esos días. El Festival Cumanayagua Alternativa hecho con el corazón, repartía música underground por el Escambray.

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