Travesía un tanto acertada



En la actualidad Manuel Roberto Alonso es uno de los pocos no jóvenes que prefieren, disfrutan y hacen buen hip hop. Todo el que pueda llegarse a La Timba, los jueves y domingos a las 8:00 de la noche, podrá darse cuenta de ello, ya que allí, a esa hora, realizan sobre una tarima improvisada por los propios cantantes, un estupendo espectáculo de hip hop a lo cubano.

La noche que fui invitada no pude creer lo que apreciaban mis ojos y oídos. Era algo insólito que me hizo preguntar: ¿cómo tan excelentes interpretaciones no eran capaces de llegar a niveles más altos, viéndose obligadas a estar sólo en este hermoso barrio, sólo entre cuatro esquinas?

Posteriormente, conversando con Alonso pude enterarme de su carrera musical. Fue a la temprana edad de 12 años que se sintió atraído por este tipo de música mientras cantaba arriba de canciones de este género, en la esquina con sus amigos, demostrando que era el que mejor improvisaba, minuto tras minuto sin equivocarse. Un día, Ledian, un amigo de su primo, lo escuchó y al gustarle lo que él hacía, le propuso apadrinarlo y enseñarle todo lo que sabía del mundo de la música. En ese momento fue cuando Alonso comenzó verdaderamente esta carrera.

Ledian llevaba a Alonso a los conciertos clandestinos de hip hop donde comenzó a conocerse como “la mascota del hip hop”. Al sentirse seguro y dar fin a su timidez, comenzó a abrir y cerrar presentaciones con una canción, en ese entonces su primera composición que a los mayores les gustaba mucho, porque con sus 13 años ya hacía bailar a muchachos y muchachas de 20 y 30 años.

Cuando Alonso cumplió 20 años, Ledian decidió que ya le había enseñado todo lo que sabía y le dijo que era hora que siguiera solo su carrera. Posteriormente y con 21 años, Alonso graba un dúo con Alín, demostrando una vez más su talento y gustando en el barrio.

Durante los 4 últimos años de su carrera se apartó de los conciertos clandestinos por el rigor de los exámenes en la universidad, pero nunca dejó de componer aunque los estudios le ocupaban las 24 horas del día. Al terminar la carrera universitaria, se pone en contacto con Alín que ya tenía otro grupo y empieza en serio su carrera como solista.

Dos años después de graduarse, hizo realidad uno de sus sueños con su primer disco Rajando el barrio, un éxito en varios “repartos” y sobre todo en La Timba. En el año 2012 se muda por problemas familiares para La Víbora, donde no conocía a nadie y todo le parecía extraño. En la soledad de su nuevo cuarto empieza a escribir como loco, semana tras semana, sin salir a la calle. Justo después de tres meses y medio sale por primera vez de su casa con las manos llenas de esperanza y la terminación de muchas canciones. Se pone en contacto con sus viejas amistades de La Timba y graba dos nuevos discos: Anochece durante el día e Inesperado giro. Del disco Inesperado giro se hacen muy populares las canciones “Cambio de la nada” y “Para que más si tengo menos”, las cuales cantó en varias peñas, en una de ellas acompañado de Maykel Flow, cantante de hip hop que en ese momento era lo que más se escuchaba en toda la Habana Vieja.

Hoy Alonso sigue luchando por lo que le gusta y muestra de esto es la popularidad que tiene en las peñas de barrio, donde los jóvenes cuentan que sin él no hay espectáculo. Muchos aseguran también, que Alonso es un ejemplo a seguir para quienes quieren lograr algo en la vida. Por eso, Alonso puede decir que ha logrado todo lo que se ha propuesto y por lo que ha luchado. Por eso, creo que ya no es ese niño que cantaba en las esquinas, ni aquel que quisieron apadrinar hasta cierto nivel, y mucho menos, aquel joven solitario en un nuevo barrio. Claro que no, hoy en día Alonso es un nuevo ejemplo a seguir.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.