El Tata de Managua, un talento de barrio
16 de septiembre de 2013
Proviene del barrio Managua, donde desde pequeño Oliver Serrano, alias el Tata, cuenta con excelente popularidad. Ya con 22 años, este joven reguetonero, alto, mestizo, muy delgado, habla de sí mismo como un gran amante de la música.
Desde el 2003, comenzó a destacarse en su escuela por su canto y proyección escénica. El centro escolar le brindó disímiles oportunidades donde exponerse ganándose la aceptación de muchos. “Por las noches después de clases, teníamos lo que llamamos ‘disco escuelas’, donde cantaba muchos canciones que yo mismo componía. Mis amigos por aquella época, decían que yo era un ‘talento de barrio’”.
En el año 2005, conforma su primer dúo Los Blacks Boys, con el cual sobresalió ganando varios premios, y obteniendo la categoría del más popular en los FESTIFEEM y otras actividades del preuniversitario. Luego en el 2007, se asocia a otro cantante muy talentoso, formando el dúo Primera Clase. Actualmente forma parte de otro dúo: Los Más Valiosos, donde comparte escena con Frank. “Frank y yo nos hemos compenetrado a tal grado que encajamos muy bien en el escenario obteniendo muchos logros y reconocimientos desde finales del 2007. Sin embargo, desde hace un tiempito me encuentro cantando solo, pues Frank está pasando por una etapa compleja de su vida”.
La mayor parte del tiempo se presenta en la disco El Caney, de San José, donde presentaron el disco A recogerse, su primer sencillo, el cual es una fusión a lo underground con mucha mezcla de hip hop, reggae y algo de “pastilla” o “moña norteamericana”, que además tiene unos temas con algo de salsa cubana. Con dicho disco, grabado en un estudio de grabación no profesional, pero de mucha calidad, el Tata logró su sueño de tener un disco propio.
Igualmente cuenta con un espacio habitual en La Madriguera, todos los viernes y lunes intercalados, a partir de las 8 p.m. También se presenta en ocasiones en el Cabaret Nacional y El Club de los Oficiales. “Allí nos tratan muy bien, además de recibir una remuneración monetaria significativa y poseer muy buena acogida popular”.
En estos momentos se encuentra como solista en El Gato Tuerto, donde aprovecha para desarrollar su talento en otros géneros, principalmente en los clásicos del blues, esperando así que Frank se reincorpore al grupo.
El tema de los contratos musicales es su principal dificultad actual: “Este es un mundo muy complicado, difícil y de escaso acceso para el joven talento que busca abrirse un camino en el mundo de la música underground. Tratamos casi siempre de abrirnos un contrato por la izquierda, pero en estos momentos la cosa está mala, los inspectores de la empresa musical cubana Adolfo Guzmán dando tremendo bateo y las multas que llegan a poner generalmente son altísimas”.
Sus mayores aspiraciones son seguir progresando en el género musical de su interés y promocionar su música en el exterior, oportunidad que parece concretarse mediante un contrato realizado meses atrás con un productor italiano interesado en su trabajo. Desea lograr la fama y el dinero que le garanticen seguir superándose y avanzar en este mundo tan complicado con el duro oficio de ser músico.
“Siempre tengo presente la idea de ser un gran músico y compositor, si algún día tengo esa posibilidad sería el hombre más feliz del mundo. Espero tener un éxito merecido por mi trabajo intenso y persuasivo, llevado a cabo por tanto tiempo, por ello aspiro ser recompensado o que algún dios, si existe, me ayude a mí con todos mis propósitos y metas soñadas. Eso es lo que a Dios le pido, como dice la canción de Juanes”.
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16 de septiembre de 2013
Proviene del barrio Managua, donde desde pequeño Oliver Serrano, alias el Tata, cuenta con excelente popularidad. Ya con 22 años, este joven reguetonero, alto, mestizo, muy delgado, habla de sí mismo como un gran amante de la música.
Desde el 2003, comenzó a destacarse en su escuela por su canto y proyección escénica. El centro escolar le brindó disímiles oportunidades donde exponerse ganándose la aceptación de muchos. “Por las noches después de clases, teníamos lo que llamamos ‘disco escuelas’, donde cantaba muchos canciones que yo mismo componía. Mis amigos por aquella época, decían que yo era un ‘talento de barrio’”.
En el año 2005, conforma su primer dúo Los Blacks Boys, con el cual sobresalió ganando varios premios, y obteniendo la categoría del más popular en los FESTIFEEM y otras actividades del preuniversitario. Luego en el 2007, se asocia a otro cantante muy talentoso, formando el dúo Primera Clase. Actualmente forma parte de otro dúo: Los Más Valiosos, donde comparte escena con Frank. “Frank y yo nos hemos compenetrado a tal grado que encajamos muy bien en el escenario obteniendo muchos logros y reconocimientos desde finales del 2007. Sin embargo, desde hace un tiempito me encuentro cantando solo, pues Frank está pasando por una etapa compleja de su vida”.
La mayor parte del tiempo se presenta en la disco El Caney, de San José, donde presentaron el disco A recogerse, su primer sencillo, el cual es una fusión a lo underground con mucha mezcla de hip hop, reggae y algo de “pastilla” o “moña norteamericana”, que además tiene unos temas con algo de salsa cubana. Con dicho disco, grabado en un estudio de grabación no profesional, pero de mucha calidad, el Tata logró su sueño de tener un disco propio.
Igualmente cuenta con un espacio habitual en La Madriguera, todos los viernes y lunes intercalados, a partir de las 8 p.m. También se presenta en ocasiones en el Cabaret Nacional y El Club de los Oficiales. “Allí nos tratan muy bien, además de recibir una remuneración monetaria significativa y poseer muy buena acogida popular”.
En estos momentos se encuentra como solista en El Gato Tuerto, donde aprovecha para desarrollar su talento en otros géneros, principalmente en los clásicos del blues, esperando así que Frank se reincorpore al grupo.
El tema de los contratos musicales es su principal dificultad actual: “Este es un mundo muy complicado, difícil y de escaso acceso para el joven talento que busca abrirse un camino en el mundo de la música underground. Tratamos casi siempre de abrirnos un contrato por la izquierda, pero en estos momentos la cosa está mala, los inspectores de la empresa musical cubana Adolfo Guzmán dando tremendo bateo y las multas que llegan a poner generalmente son altísimas”.
Sus mayores aspiraciones son seguir progresando en el género musical de su interés y promocionar su música en el exterior, oportunidad que parece concretarse mediante un contrato realizado meses atrás con un productor italiano interesado en su trabajo. Desea lograr la fama y el dinero que le garanticen seguir superándose y avanzar en este mundo tan complicado con el duro oficio de ser músico.
“Siempre tengo presente la idea de ser un gran músico y compositor, si algún día tengo esa posibilidad sería el hombre más feliz del mundo. Espero tener un éxito merecido por mi trabajo intenso y persuasivo, llevado a cabo por tanto tiempo, por ello aspiro ser recompensado o que algún dios, si existe, me ayude a mí con todos mis propósitos y metas soñadas. Eso es lo que a Dios le pido, como dice la canción de Juanes”.
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