¿En qué consiste la originalidad de Toques del Río?



El rompimiento, la superación, la discontinuidad y hasta lo novedoso, son señales artístico-estéticas de la originalidad, aunque insuficientes para su plena fundamentación. Provocadoras, contestatarias y efímerasson, muchas veces, algunas de las pretensiones de los individuos manipuladores de arte que intentan canalizar sus aspiraciones contracorrientes y autotélicas. Ser diferente, por supuesto, captaría la atención afirmativa o no, de otros, pero la originalidad es un arma que puede ser usada por las dos partes contrarias. Entonces, ¿cuándo podemos fiarnos? No hay absolutismos en los acercamientos intelectuales, sólo la convicción de que en la búsqueda hay interrupciones, tan variadas y bruscas como el pensamiento matemático es capaz de graficar en funciones, pero hay que estar atentos, sospechar, porque no siempre lo bello es útil y lo útil tiene que ser feo. Lo que queremos decir es que la originalidad no debe ser un fin en sí misma, sino la manera de asumir de forma creativa la misma tarea, o para hacer los puentes que reconcilien lo irreconciliable, unan lo aparentemente disperso.

Veamos que piensan los chicos de Toques del Río sobre el tema.

Toques del Río nombra a un grupo que lo único que ha mantenido constante es precisamente, la denominación. Sería muy largo contar sobre los muchos géneros que intentó, los disímiles formatos que asumió y los planes que cambió a cada nuevo estímulo. Lo interesante es el trabajo que ahora defienden, comenzado en enero de 2013.

Pi Q, autodidacta, vocal del grupo y también integrante de Los Muchachitos: “lo más importante es que lo que hacemos es para uno mismo. No sabes cuanta diversión tenemos cuando estamos en el escenario. ¿Sabes? Somos unas estrellas y nos tienen apagados”. (Todos ríen).

Kike, pianista y graduado del ISA: “es alternativo porque no respondemos a ningún género fijo, pero reconocemos que nos debemos a nuestro público y muchas veces tocamos lo que ellos deseen escuchar, a nuestra forma, con nuestros arreglos, pero con las aspiraciones del que escucha, primero. Puede que, quizás en algún momento, sea música banal, pero sobre esto, lo que no es discutido es que otros niveles hacen falta”.

Zeney, director y bajista del grupo: “El sentido creativo del grupo es que es como un taller. Siempre nos reunimos y ponemos un poco de cada uno. Como ves, todos tenemos orígenes y formaciones diversas. Creo que nadie puede enmarcarnos, pero no queremos tocar lo que no tiene mercado. La originalidad está en la variedad que tiene el proyecto”.

Dibu, nivel elemental de música y toca el drums: “todos ponemos influencias distintas, a mí me gusta el jazz, Yunior y el Pi Q rapean y cantan, Javier tocó mucho flamenco y en bandas de rock, y a Kike le encanta la timba. Todo termina siendo como un rocktimbajazzrap, todo mezclado, mucha fusión”.

Alston Yunior, vocal e integrante de Los Muchachitos: “el Pi Q y yo tenemos un proyecto independiente de hip hop, pero la colaboración con Toques del Río nos ha enriquecido grandemente”.

Javier, graduado del ISA y la mejor guitarra flamenca de al menos, todo Pinar del Río: “yo comencé con guitarra flamenca, pero es increíble lo que sale de estas cabezas, hasta nuestros utileros ponen su aporte”.

Durieski, percusión menor: “ya sé que a veces, tocamos a José José, pero es tan cambiado que no sé si todavía merezca el nombre. Lo cierto es que la gente lo disfruta y por supuesto, nos da la oportunidad de ganar seguidores de diferentes generaciones que también escuchan nuestros temas más underground”.

No sé qué le ha parecido a usted, pero yo daría crédito a esta agraciada forma de construcción espiritual. ¿El objetivo? Ser escuchados. ¿Métodos? Todos los que vengan a mano.

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