Trova con Ray en el Diablo Tun Tun



Las canciones de la otrora trova eran especialmente notables por la originalidad de sus textos. Hoy, continúan siéndolo en la Nueva y la Novísima Trova gracias a la existencia de cantautores contemporáneos como Ray Fernández, quien ha defendido el legado de los insignes de este género genuinamente cubano desde lo que siente, desde su perspectivamás concreta, más crítica y más épica de la realidad actualde la sociedad cubana.

Con una capacidad de convocatoria increíble, Ray Fernández aglomera decenas de personas en el reducido, pero acogedor espacio del Diablo Tun Tun, de la Casa de la Música de Miramar, todos los jueves de 5 de la tarde a 9 de la noche, desde hace más de 5 años. Tiempo que parece detenerse ante los acordes que logra con su guitarra, el timbre de su voz y sus inteligentes composiciones.

Testigo de la constancia y habitualidad de la peña, y de la asistencia de los seguidores del trovador, el lugar comparte una alegría generalizada y una complicidad sin igual entre los presentes, pues hasta los empleados disfrutan de cada entrega del trovador.

Temas como “Lucha tu yuca taíno”, “Matarife”, “Suelta el lastre”, “La calamidad”, “Mister Policeman”, entre otros tantos de su repertorio, son aclamados por un público ávido de esta música sabia, y a la vez jocosa y reflexiva. Excelente mezcla trovadoresca de la que resulta una amalgama de sonoridades y sentimientos muy variados, como si en este argumento radicara su fuerza interior.

La cubanía, la reflexión, el uso coherente de la razón, el humor y el doble sentido en sus canciones, la espontaneidad, así como el dominio de la crítica social en sus composiciones, distinguen a Ray Fernández entre muchos cantantes del panorama musical de la Isla. Una muestra de ello es su canción “Bucanero”, otra dentro de las aclamadas y tarareada en un coro unánime por todos los presentes: “El barco está haciendo agua/La línea de flotación está llena de agujeros/y roto el palo mayor/Busca a un bucanero viejo/y dile que te lo explique/si no remamos parejo/el navío se va a pique”. Perfecta para meditar sobre la indispensable unidad en los trémulos tiempos.

Ray Fernández ha mantenido el espacio por su ingenio, la variación de sus compilaciones y su funcional estrategia de invitar a otros trovadores en cada ocasión, haciendo lo paralelamente factible para los no tan jóvenes que comenzaron a escucharlo desde sus inicios en Alamar, como para los más nuevos que comienzan a contagiarse con sus canciones, imbricándose todos sin diferencia de edades.

“La Nueva Trova es el resultado actual de toda la tradición de música popular cubana, que adquiere sus rasgos propios en los inicios del siglo XVII, y que traspasa las épocas hasta invadir el mundo en 1930. En el siglo pasado, las canciones de los trovadores o bandistas recogen toda una línea de influencias que viene directamente de España y que, por diversas razones, no asimilará inmediatamente el componente africano, el cual sólo se introducirá en la música popular cubana en nuestro siglo, entregándole su impronta definitiva”1

Desde hace varios siglos transitan por el mundo melodías y ritmos isleños como este excepcional género que se ha convertido en uno de los movimientos más fuertes del continente, influyente sobre toda la canción de habla hispana. Es por eso que en estos momentos urge en el país la proliferación de la trova, de músicos como Ray Fernández y de espacios como El Diablo Tun Tun para el esparcimiento, el enriquecimiento cognitivo, la oportunidad para los nuevos talentos y la elevación de la cultura nacional.

1. Eduardo Carrasco Pirard. “La nueva canción en América Latina”. Revista internacional de ciencias sociales. Los componentes de la música. Pág. 667

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