Simplemente, Roland San



Desde pequeño Rolansa ha dado que hablar, porque no perdía tiempo alguno para demostrar lo que era capaz de hacer, ya fuese en su escuela, en la Casa de la Cultura o en cuantas actividades del barrio lo invitaran. Ahora Rolansa tiene 26 años y persevera en la vocación que encontró de chico, ser cantante pop.

Rolando Sánchez Figueredo, Rolansa, residente del Reparto Martí en el Cerro, es un joven bien parecido, de 1,75 metros de estatura, pelo rubio y ojos claros. Además, es muy emprendedor y seguro de sí mismo, y capaz de realizar su propio proyecto Roland San. Actualmente mantiene una relación estable con una chica, joven también, la cual lo ha apoyado mucho en su sueño, actuando como modelo en sus vídeos y acompañándolo en todas sus actuaciones.

Rolansa se identifica principalmente con el género pop donde se desempeña como cantante solista, aunque asegura que se arriesga a fusionar otros géneros contemporáneos internacionales, como la música electrónica y la balada.

Sus dotes artísticas no se detienen en el canto porque en el proyecto que dirige también baila. Sus presentaciones han sido diversas y en lugares como Macumba Habana, el Maxim Rock, el Golfito de La Habana, la Sala Atril, entre otros. Aunque actualmente no cuenta con un espacio fijo, afirma que puede tener uno próximamente. Mientras tanto, por estos días se encuentra grabando un disco, del cual ya tiene tres canciones y las restantes, piensa que estén listas para finales de este año.

Rolasan cuenta que al emprender el camino de la música, ha tropezado con muchos retos que empañan su avance dentro de este mundo. Los principales radican a la hora de recibir la remuneración de sus contratos y los conflictos económicos que le dificultan primeramente el vestir, el transporte, y pagar los costos de la producción musical. Sin embargo, esto no amaina sus ganas de hacer música y considera que sus momentos más felices se manifiestan cuando obtiene el reconocimiento del público que asiste a sus presentaciones y le ofrece aplausos prolongados. Aplausos bien merecidos, si tomamos en consideración los difíciles proyectos que Rolando emprende.

Para entender esto mejor, pongamos el ejemplo de un concierto dado por su proyecto en el Maxim Rock. La actividad estaba programada para las 10 de la noche, pero comenzaron a trabajar desde las 3 de la tarde en función de lograr la escenografía en relación a los conceptos que determinan su proyecto. Mientras hacían esto, se filmaban los preparativos del concierto, incluyendo fotos que luego irían a graficar su disco. El tema de mayor ensayo y esfuerzo fue “Super Nova”, que además de bailarines, requiere de la preparación de las pinturas del artista invitado que expondría su arte en el performance, ya que el proyecto integra las artes plásticas, la música y el baile. A pesar de que esa noche llovió, el concierto se llevó a cabo satisfactoriamente, con una audiencia de aproximadamente 200 personas, muchas de las cuales, una vez concluida la actividad, se acercaron a Rolando para felicitarle.

El joven Rolansa se esfuerza mucho en función de cumplir sus expectativas tal como vimos en este ejemplo. Expectativas que espera completar el día que pueda mostrar su trabajo artístico Roland San, a nivel nacional e internacionalmente.

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