Centro Habana se tiñe de blues

4 de noviembre de 2013



Humberto García Manrufo es una leyenda del blues cubano. Se inició como guitarrista en las famosas “guerras de bandas” entre los Sesiones Ocultas y los Almas Vertiginosas de finales de los años 60.

Por la censura imperante en los medios y la mala vida de los músicos en aquellos tiempos, se apartó del arte y se dedicó a estudiar en el Instituto Pedagógico de Lenguas Extranjeras (ISPLE) Pablo Lafargue, hasta que Miguel D’Oca lo captó para su banda Sociedad Havana Blues, allá por el 2006.

Tiempo después decidió formar su propia agrupación RockaBlues Trío, con su hijo Elvis García Tapia en la batería y Raúl Pérez de Ozaba en el bajo.

Muchas penurias han sufrido para cultivar la música que aman, porque el género sureño no es muy popular en Cuba y no es bien acogido por algunos, por ser un género norteamericano por excelencia. Además, Humberto trabaja en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos. Pero RockaBlues Trío no se rinde y crearon una peña de blues realizada primero en la Casa de Cultura del municipio Cerro, y luego en la Joseíto Fernández, ubicada en la avenida Carlos III Número 720 esquina a Castillejo.

Todos los primeros viernes de cada mes, a las ocho de la noche, podemos disfrutar del más puro blues sureño en esta Peña que no siempre gozó de buena salud, pues el recinto donde se lleva a cabo estuvo cerrado varios meses por peligro de derrumbe. Algunas instituciones culturales han prometido repararlo, pero no lo han hecho hasta la fecha y a los músicos no les quedó otro remedio que reanudar sus actividades con el peligro de que algún pedazo de techo caiga y los pueda golpear. A pesar de esto, sus fervientes seguidores los apoyaron y más de 40 personas se dieron cita en el lugar el 4 de octubre.

Antes de comenzar la presentación, me acerqué a Humberto y le inquirí al respecto. “Aquí estamos de nuevo en el portal del blues. Retomamos nuestro espacio después de estar alejados por 5 meses. Me agrada tocar aquí pues nuestra música se escucha en toda la calle Carlos III. Muchos transeúntes que pasan, se unen a nosotros. También nos presentamos una vez al mes en el Castillo del Morro. Todos los que quieran descargar con un poco de blues y rock son bienvenidos”.

Elvis García Tapia también expresó a PMU: “Estoy muy feliz de regresar con mi familia a la casa del blues. Luchamos por mantener nuestro lugar, nuestros hábitos bluseros. El público asistente debe crecer cuando la noticia de que volvimos se expanda”.

Muy emocionado Raúl Pérez opinó: “Me deprimí cuando estuvimos alejados de la Casa de la Cultura. Al final no arreglaron el techo ni tumbaron la pared. Nuestro sacrifico fue en vano, pero regresamos con más fuerzas. La acogida del público es fundamental y la directora de la institución está encantada con nosotros”.

Ya los acordes de la guitarra de Humberto estaban sonando, cuando me escabullí entre la gente bailadora y logré apartar a Vladimir González, uno de los más asiduos a las presentaciones de RockaBlues Trío y amigo personal de Humberto: “Nunca falto, cuando estuvieron cerrados me volvía loco los viernes sin saber qué hacer. Por fin los tenemos de vuelta. Me encantan sus canciones y sus versiones de Hendrix, Stevie Ray Vaughn, The Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, B.B. King y Albert King. Si los sacan de aquí, los llevo para el patio de mi casa. Lo malo es que es en Caimito. Imagínate, yo arranco mi motico y los voy a ver donde sea. Mi sueño es tocar la armónica con ellos. Ojalá esto se mantenga y que Dios le dé larga vida al blues underground cubano”.

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