Ramón Hernández: lo que se quiere, se puede



Con tan sólo 19 abriles y así de la nada, Ramón Hernández decidió que le gustaba la música y eligió el canto. Hoy, recién pasado su cumpleaños número 23, está muy orgulloso de conformar un trío con sus dos mejores amigos del preuniversitario.

Cuando lo ves, te da la impresión que no se alimenta bien y con su pequeña estatura parece digno de lástima, pero que su físico no los engañe, ya que a pesar de su edad y su apariencia, ha logrado casi todo lo que se ha propuesto en esta vida y ser un gran músico es un sueño que no ve muy lejos.

La escuela no le da casi tiempo para nada que no sea estudiar, pero aun así, trata de no acostarse a dormir sin hacer dos o tres rimas nuevas. Se imponía una pregunta: ¿cómo es posible que con tanta presión que ejerce la universidad tengas tiempo para la música? La respuesta no demoró: “Eso es gracias a las ganas que tengo de triunfar en esta vida como músico y como Informático. Nunca he recibido ayuda de casas de cultura y lo que sé de música es gracias a una maestra de canto que tuve hace 7 años, la cual trató de enseñarme todo lo que sabía y creo que lo logró, y no pienso parar hasta lograr mi propósito en esta vida”.

Ramón se siente contento con lo que ha logrado hasta ahora, muy a pesar de no pertenecer a ninguna institución musical. Según su público, sus presentaciones hasta ahora, son muy buenas y aunque quiere más, por el momento va más despacio por la universidad.

De los cuatro CD que sostenía en mis manos me dijo: “Mis bebés, como les digo a mis producciones, son lo mejor que haya podido hacer, ya que cada uno de ellos fue hecho en momentos duros, tristes y difíciles de mi vida, y yo soy de los que cree que las canciones salen mucho mejor cuando no te va bien en la vida personal”.

Su estupendo trío está conformado por Adrián, Yesnieldys y él, y no les ha sido muy fácil darse un lugar dentro del movimiento underground. “No ha sido fácil ser quienes somos, ya que desde la realización de las canciones hasta su puesta en escena, todo ha sido siempre muy difícil. El vestuario es otro que bien baila, ya que en el mundo de la música se ve muy mal repetir ropas en varias presentaciones. Adrián es buenísimo haciendo backgrounds, pero tampoco disponemos de una computadora, y gracias a dos guantes de béisbol que tenía en mi casa pudimos realizar estos cuatro CD, ya que los vendí y con el dinero que me dieron hicimos un arreglo con un DJ y nos hizo el background de las 40 canciones que conforman los discos”.

Siendo parte de un trío tan joven surgieron anécdotas que contar: “Cierta vez, teniendo pocos meses de estrenarnos como trío, nos invitaron a una actividad cultural en el Vedado. Cuando hacemos acto de presencia me di cuenta que allí se encontraba el director de una de las casas de cultura que nos cerró las puertas y no perdió tiempo para hablar mal de nosotros, cosas como qué hacen ellos aquí, son muy malos para esta categoría, lo que hacen no es música y cosas por el estilo. No puedo negar que sentimos miedo, pero la presentadora de aquel evento que era Edith Massola, nos dio su apoyo. Salimos a cantar y cuando terminamos todo el mundo se puso de pie, empezaron aplaudir y el director de la casa de cultura tuvo que irse del lugar”.

Sobre su visión futura en cuanto a la música, añadió sin pensar: “Estoy trabajando en canciones para un nuevo disco y quiero poner aunque sea, una en la radio o en la televisión. Lograr mi primer video musical en el 2014, seguir trabajando sin parar y tener la oportunidad de seguir probándole a los demás de lo que estoy hecho. Lo ideal sería ser conocido a nivel nacional e incluso internacional, pero no me amilano porque sé que seguir luchando como siempre lo he hecho, me pone cada vez más cerca de mis sueños, que sé, dependen de mí hacerse o no realidad”.

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