Soy un soñador

2 de diciembre de 2013



Por muy cotidiano que se nos haga cierta tarea, siempre llegan personas que nos sorprenden y así me sucedió con una de sus respuestas: “la música es un duendecillo malvado que se te mete bajo la piel y no hay forma de sacarlo nunca”, y esta es la manera de pensar de un chico que desde pequeño le gusta jugar con las notas.

Rancel Suarez es un cibernético muy divertido de 29 años cumplidos y siempre metido en su casa en la barriada de El Cerro, cerca del Estadio Latinoamericano. Pero Rancel es también Nano que a su vez es como su personalidad oculta, un sobrenombre que le viene del juego con la palabra enano y con la unidad de medida: nano. Sin embargo, a veces hay que medir a los hombres por su tamaño de la cabeza al cielo o por el tamaño de sus metas, “soy un soñador, esa es la mejor forma de describirme”.

Nano vive la música como una diversión y no como una profesión, aunque sea un profesional en este mundo hace ya casi dos años. “La música tienes que sentirla y divertirte con ella. Me encanta cuando termino una fiesta y la gente sale comentando que le gustó”, y esta dedicación puede ser la que lo hace superar las vicisitudes propias de nuestro contexto como es la falta de equipos, de lugares donde estudiar su profesión y de presupuesto para adquirir los materiales para realizar este trabajo, pero Nano sólo responde: “a todo uno se adapta y lucha por vencer las adversidades, evoluciona”.

“Me dedico a tiempo parcial a poner música, lo que en Cuba nos da por llamar DJ y que en algún momento fue un musicólogo”, pero realmente no es considerado por muchos como músico, aunque él no lo acepta y confiesa que desde niño le encantaba mezclar canciones y grabarlo todo en su casetera. “Los muchachos del barrio me llamaban para que pusiera la música, y con mi bolígrafo y mis casetes parecía yo un loco corriendo para adelante y para atrás para poner música decentica”.

En cuanto a su devenir profesional, Nano tiene un largo recorrido hecho porque comenzó en PMM Light, grupo ya extinto y perteneciente al famoso PMM. Luego hizo su propia fiesta que se llamó Party Privado que básicamente eran fiestas privadas en “paladares”. Ahora pertenece al Proyecto Cuba Show, La Fiesta en Grande, donde presenta un evento llamado Salsita que tuvo muy buena aceptación durante el verano pasado. En el grupo hace de todo: producción, promoción, DJ, animación y lo que haga falta. “Somos un grupo muy unido en el que casi todos somos profesionales y hacemos lo que haga falta hacer en el momento. Pero lo que más me gusta es ser DJ, así que es lo que trato de hacer siempre”.

Actualmente se encuentra bastante a menudo en el Salón Rosado de la Tropical con orquestas de primer nivel y en los espectáculos de Maykel Blanco y su Salsa Mayor. Igualmente labora en conjunto con la Unidad de Actos de la UJC Nacional en sus eventos y además, se ha presentado en casas de cultura de La Habana, en la Tribuna Antiimperialista José Martí, en plazas de pueblos de campos, en el Hotel Tritón y en muchos otros sitios.

Su lista de agradecimientos es muy grande aunque intenta resumirla, “a todo el que de una forma u otra me enseñó un poquito en este mundo del espectáculo”. Igualmente habla de su principal necesidad actual que es el tiempo que no le alcanza para cumplir metas como componer algún tema.

La calidad de la música es otro eje vertical de su labor, “consumo todo tipo de música, pues nunca sabes a qué público tienes que enfrentarte. Soy súper exigente en cuanto a la calidad de esta que se pone en un lugar donde trabajo, sobretodo porque no todo lo que suena se le puede llamar música”.

Para finalizar me cuenta que su vida sentimental está en espera de algo mejor, aunque afirma no encontrarse solo, ni tener pareja, “puedo decir que tengo compañía cuando así lo deseo.” También dice que sus aspiraciones varían con la temporada aunque afirma “creo que si tuviera que escoger la más recurrente, sería hacerme famoso, tener notoriedad y prestigio”.

Atrás

Comentarios   Dejar un comentario

---