Yolo Bonilla, médico devenido trovador



Yolepsis Echevarría Bonilla, conocido como Yolo Bonilla, habanero de la generación del 70, comenzó a los nueve años de edad su incursión en el mundo de la literatura en los géneros de cuento y poesía. Poco tiempo después le salen a flote sus inquietudes musicales, pero no es hasta 1992 que decide hacer composiciones. Paralelamente, aprende a tocar la guitarra de manera autodidacta.

Yolo Bonilla ingresa en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana destacándose con su trabajo musical en el Movimiento de Artistas Aficionados de la Federación de Estudiantes Universitarios. Su participación en festivales nacionales y otros eventos, lo hacen merecedor de importantes premios, así como de reconocimientos especiales provenientes de algunas instituciones por el nivel de composición de sus obras. También lleva a cabo la gira de conciertos “Saliendo a flote” por las sedes universitarias de Ciudad de La Habana y otras provincias del resto del país.

Una vez graduado de la carrera de Medicina en el 2001, ejerce su profesión durante 2 años y en el 2003 le da un giro de 360 grados a su perfil laboral para dedicarse completa y profesionalmente a la música. Decidido por la trova, Yolo Bonilla hubo de ganarse su espacio dentro de los muy buenos hacedores del género por estos años, una tarea difícil si tenemos en cuenta que no es un músico de formación profesional. Pero su talento demostró sus potencialidades innatas para formar parte del gremio trovadoresco.

Sus primeros pasos en grande y en serio, fueron en la apertura del verano de presente 2013 en el Teatro Astral ofreciendo junto a 14 jóvenes músicos de la Escuela de Arte, a William Vivanco y Eduardo Sosa como invitados, su primer concierto bajo el nombre de Yolo Bonilla Bands. Tal acontecimiento no sólo le abrió las puertas, sino que le permitió caminar hacia la fusión de la trova, la música brasilera y de géneros como, el funk, el reggae, el hip hop, el rock and roll y el jazz como elemento presente en todas las mezclas.

Un elemento que tributa a lo antes expuesto es la aceptación en la Asociación Hermanos Saíz en el año 1996 con un repertorio cuyas canciones a interpretar eran seleccionadas por el jurado de la Asociación, y en el 2004 recibe la distinción de Proyecto Nacional de la AHS después de concursar en el Festival Nacional de La Trova “Longina”, en Santa Clara.

El estilo de Yolepsis es irrepetible, variable, cambiante en relación a la estética, el estilo, el formato y el género en cada una de sus producciones, proponiéndose divertir al público consumidor de su música. Y a esto se debe que se considera un ecléctico.

Entre sus producciones musicales encontramos su primer disco realizado en el 2003 y titulado “Anhelos de pez”, presentado en el Teatro de Bellas Artes. Entre el 2004-2005 graba en los estudios independientes TANCEL LAB, ¿Y entonces qué…? su segunda producción nominada al Cubadisco en la categoría trova. Agradeció en esta producción la colaboración de Regis y Abel Calderón, David Faya, Carlos Sarduy, Reinier Mendoza, Ariel Bringues, entre otros. En el 2006 se le presenta la oportunidad de grabar en vivo su tercera producción Bonijazz.

El disco Yolinho habaneiro es su cuarta producción musical que además de estar a su cargo, resultó nominado en la categoría de Antología de versiones en el Cubadisco 2012. Una magnifica entrega que recoge varias versiones de clásicos cubanos interpretados en portugués cuyas traducciones fueron hechas por el propio Yolo Bonilla. Con este álbum el artista aborda las diferentes problemáticas sociales llamando a la reflexión y el debate a nivel global. “Esta es una manera de hacerle llegar a la gente, no sólo de Brasil estamos hablando, sino de cientos de millones de habitantes que hablan el portugués, la música cubana en su idioma para que se adentren en la manera de decir de nuestros autores”. Nos expresa Yolo.

Mucho más pudiéramos abarcar sobre la vida y obra de Yolepsis Echevarría Bonilla y les prometo amigos lectores, la continuación del trabajo del trovador. Pero cierto es que hasta aquí, constatamos el buen tino que ha tenido Yolo en este resumido recorrido por su carrera musical.

La existencia de músicos revolucionarios, en el verdadero sentido de la palabra, como Yolo Bonilla, prometen una salud de hierro para la trova cubana y su fusión con los diferentes géneros foráneos.

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