El anhelado Manicomio de KiKi Pro (I parte)



Si de beat maker alguna vez se hace un libro en Cuba, este estaría incompleto sino se escribe de Don Kiki Pro “El señor de los sonidos”, quien en poco más de una década ha trascendido del infra al umbral del under.

¿Dónde encontrarlo? Sencillo, buscas Calle H entre Avenida de Céspedes y Calle 4ta, del Reparto Sueño, en Santiago de Cuba, y sin mucho preguntar te darás cuenta del entra y sale de personas con libretas, hojas, lápices, bolígrafos, laptops. De momento crees que entrarás a una escuela y cuando pasas el grafiti de la entrada te empiezas a dar cuenta que estás en presencia del home studio que sin temor a equivocar el criterio, es donde más backgrounds y grabaciones se han hecho en esta ciudad. Por eso y más PMU decidió entrevistarlo.

Su verdadero nombre es Arquimedes Ennis Tamayo Larrea, pero hace rato que lo perdió porque donde quiera, dentro y fuera de Cuba, lo conocen como Kiki Pro.

PMU: ¿Es cierto que primero fuiste bailador?

Kiki Pro: Con 15 años comencé mi carrera artística en el Ateneo Cultural, aquí en Santiago de Cuba. Había muchos bailadores y grupos. Yo estaba con un socio mío, Reynier, y andábamos siempre bailando, haciendo coreografías, estábamos en un movimiento que venía en evolución. Como dos años más tarde me uní a un muchacho, Sandy, cantaba en La Habana en un grupo que se llamaba Advertencia. Fue el primer paso que di en la música, después comencé hacer featuring con varios artistas cercanos como Dani Vatos Lokos, hasta que creé una agrupación, Magia Negra. Después le entregué todo a Edel, el que estaba en Onda Record, porque me empecé a enfocar en la producción.

PMU: ¿Y esos primeros pasos cómo fueron?

Kiki Pro: Yo no tenía idea, nunca, de hacerme productor musical ni de tener un súper estudio ni de coordinar nada, yo simplemente empecé con el objetivo de hacer los arreglos para mi agrupación. Cuando trabajaba con otras personas siempre notaba que los arreglos para mi música no quedaban como quería, por esa necesidad comencé a producir y además de mi propio beneficio, para ayudar a la gente, fue como un vicio. Dejé el casete, empecé con Pentium III, pero todo eso gracias a una gran persona que se llama Pedro, de aquí de Santiago de Cuba, que me encaminó en el mundo de la producción. Actualmente vivo agradecido por esa acción que hizo conmigo. De ahí comenzó la película, hasta que Kiki Pro salió a relucir. Y trabajando con los artistas urbanos, no a nivel internacional, poco a poco los fui ayudando.

PMU: ¿Y el home studio? ¿Cómo llegaste a tenerlo de esta manera?

Kiki Pro: Yo empecé en mi cuarto, estaba el armario, la cama, todo súper apretadísimo, una mesa, la computadora y dos speaker o bocinas, tremenda lucha, tremendo trabajo. Imagínate, yo vivo en una casa chiquita, donde no había una entrada de dinero grande, tenía que enfocarme fuerte en la comodidad, para que por los menos mi papá y mi mamá me pudieran aceptar y dejaran correr esto.

Cuando aquello mi cuarto estaba lleno de gente. Y tú sabes que tiempo atrás los artistas eran un poquito discriminados, cualquiera que llegaba con un espeldrum, que era negro, un blanco lleno de tatuajes, pensaban que era un delincuente. Tuve que prepararme psicológicamente para poder dar comodidad a mi casa y más independencia a mi música. Tuve que remodelar mi casa, ampliarla de forma tal que mi cuarto que era el primero, estuviera lo más independiente posible, así no molestar la paz de mi familia o afectar a las demás personas que viven conmigo. Lo conseguí, actualmente no tengo un súper estudio, pero tengo uno que cumple los objetivos que quiero, me permite componer, hacer mis cosas y no molesta a nadie, todo está cerrado en un circuito.

PMU: Tus producciones musicales van por múltiples caminos, aunque se te ve más inmerso entre el reggaetón y el hip hop. ¿Has vivido alguna discriminación?

Kiki Pro: Antes yo veía que habían ciertas clases o divisiones en la música, estaban la gente del reggaetón, del hip hop, otros géneros como la salsa, la disco. Yo notaba que entre el reggaetón y el hip hop siempre había cierta discriminación. Yo no sé por qué. Para mí los artistas urbanos son urbanos, no importa si hacen reggaetón o hip hop, pero aquí cada uno está clasificado. Yo los veo como música urbana, por su raíz y el origen, y yo vi esa discriminación aquí. Por eso hice el disco Los Poetas. CONTINUARÁ...

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