Trastrovando con Nelson Valdés



Aunque la trova del presente siglo no conserve el estilo meticuloso que en la época medieval desarrollaron sus iniciadores franceses, sigue siendo uno de los géneros musicales más caballerescos, espontáneos y francos. La trova latinoamericana en especial, ha influido en el carácter de denuncia política y social que fue adquiriendo dicha expresión artística después de la década del sesenta del siglo XX y que perdura en nuestros días. No obstante, en los mensajes trovadorescos predomina un componente romántico muy fuerte que ha delimitado y diferenciado su poética de la de otros géneros.

En Cuba, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés son los exponentes a los que más se refiere la prensa escrita, televisiva y radial, pero otros muchos como Noel Nicola, Amaury Pérez y Sara González, también engrosan las filas del llamado Movimiento de la Nueva Trova que sigue influyendo en los músicos cubanos más jóvenes. Lo que más los distingue y por eso gustan todavía, es el sello personal que cada uno le ha impregnado a su obra.

La distinción, lo inconfundible, lo nuevo, la poesía elegante, quizá resume lo que viene haciendo uno de los seguidores de Silvio y Pablo. El joven trovador cienfueguero Nelson Valdés se erige como uno de esos cantores de hoy, lleno de verdades y su trabajo sostenido lo ha traído a la luz.

Valdés ha logrado abrirse camino en el mundo musical de manera atrevida y posee en el presente, dos espacios permanentes en la ciudad de Cienfuegos: la sede de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) y el Café Teatro Terry.

Cada martes a partir de las 10:30 de la noche, el patio trasero del Café Teatro Terry es el escenario de su peña Trastrovando. Aquí Nelsito, como cariñosamente lo llaman sus amigos, ha logrado reunir un público selecto y fiel que tararea sus estribillos. “Cuando yo era chiquitico”, “todo se nota”, “te hice voltear”, “me perderás el paso y no me mires tanto”, “quiero darte vida a cada rato”, o “es que me devora demasiado lento”, son los más notables.

Con una “voz oscura”, como él mismo dice, Nelsito le canta a su ciudad, a una novia que abandonó el país, a las mujeres, al amor y al desamor, a Cuba, a un amigo, a un amor de la niñez. Renovada es su propuesta cada martes y para colmo de buenas nuevas, últimamente no se presenta solo, porque haciendo los coros y cantando sus propios números, alterna en el mismo escenario otro joven artista: Rolo Rivera.

Rolo Rivera demuestra en cada cita un dominio extraordinario de los ritmos cubanos y un especial talento para la improvisación. Sus arreglos y composiciones resultan un producto musical fino que se alimenta en cada nota del enérgico toque de cuerdas de su guitarra.

La descarga informal y por eso acogedora de Nelson, junto a la música alternativa de Rolo, y su indiscutible aroma latino y caribeño, hacen de la peña Trastrovando un lugar atractivo para un auditorio cada vez más numeroso, íntimo e inteligente.

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