Ángel sólo de nombre



Ángel Julián Valdés prácticamente nació y se crió dentro del rap, desde muy niño asistía a los conciertos y a las grabaciones clandestinas, y muy pronto formó parte de la familia de los rapers cubanos.

Un día del año 2000, mientras su hermano de crianza Andreis Mendoza Mira, “Papagoza”, cantaba en casa de unos amigos, Ángel quiso hacerle una broma y comenzó a imitarlo, pero no se dio cuenta de que los allí presentes callaron al instante y él tuvo que terminar el tema. Amigos y artistas reconocieron sus dotes, y desde entonces acompañó a Papagoza en todas las presentaciones, comenzó a escribir sus propios temas que cantaban a dúo, y colaboró en los demos y discos de algunos de los mejores raperos capitalinos como La Alianza, P & P, El Tipo Este, Poeta Líriko y Albany.

“Así se fueron mis primeros años –dice- en los que aprendí de todos y acumulé experiencias que me permitieron, poco a poco, forjarme un estilo propio. Entonces en el año 2012, después de consultarlo con mi hermano, comienzo mi carrera en solitario”.

“Me caracterizo –afirma- por trasmitir mensajes críticos y textos representativos de la cultura underground de forma concisa y con un lenguaje muy directo”.

Es quizás por ello que decidió adoptar el nombre artístico de El Simple, pero en el mundo del rap cubano también se le conoce como “El que de Ángel sólo tiene el nombre”, por la agudeza de sus composiciones y las constantes y atrevidas innovaciones en el flow, la métrica, y los textos.

Sus amigos le ayudaron a producir en ese mismo año su primer disco que tiene por título De ángel sólo tengo el nombre, que se grabó en estudios independientes de Alamar, con la colaboración de El Poeta Líriko, Albany, P & P, y El Pionero Iré. “Ese álbum me marcó –dice- y al mismo tiempo me dio a conocer como uno de los raperos más críticos y polémicos. Se enfoca en los problemas del hip hop en Cuba, de la sociedad y sobre todo, define los rasgos más importantes de mi personalidad que no son visibles a primera vista”.

Sin embargo, por falta de divulgación, el disco no tuvo mucho éxito, pero si sirvió para que se dieran a conocer los presupuestos artísticos de El Simple, y que a su vez llamara la atención de los integrantes del proyecto De Sury, quienes de inmediato lo invitaron a formar parte de esa familia de raperos. “Desde entonces –agrega- me he presentado donde puedo y asisto a todas las peñas de rap de la capital, y siempre no me puedo resistir a la tentación de acceder a realizar algunos de mis temas”.

El Simple al Desnudo es el último disco de Ángel donde se aprecia un raper mucho más maduro, muy lejos de sus límites de creación, abierto, que toca los temas más álgidos con un toque picaresco, pero directo y explícito. “Los temas que lo conforman –enfatiza- constituyen las más representativas de mis más recientes y son expresiones intimistas, desgarros poéticos de mis sueños y problemas. Además, entre ellos no podían faltar los conflictos sociales no sólo nacionales, sino también de interés mundial… Son reflexiones acerca de hechos en los que se debería pensar más a menudo, a fin de alcanzar un menor entendimiento entre las personas, pero para nada los trato de manera muy seria, mezclo frases idiomáticas desde lo más culto a lo más chabacano, alegre y jaranero para que tenga mejor aceptación y llegue a la mayor cantidad de personas”.

El Simple y sus canciones, su manera de rapear, su amor por el hip hop, y la calidad de las cosas que hace son una perfecta muestra de la vitalidad y garantía de futuro de ese género que cada día gana más adeptos en Cuba, y que como él, de Ángel sólo tienen el nombre.

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