La cuestión es soñar
20 de enero de 2014
La cuestión está en soñar y luchar por ello, claro. No dejarse caer por los estigmas y otras representaciones sociales que parezcan ahogarlos, sólo mirar adelante, vencer, pero ¿será posible?. Los chicos de Caribe Añejo demuestran que sí, aunque estos chicos ya no son tan chicos porque andan rondando los 50 años con la energía, fuerza y espíritu de un veinteañero, y la experiencia y carisma popular de unas tres décadas más.
Los escépticos les dirían inmaduros a estos soneros, salseros y reguetoneros que con edad de retiro, siguen aficionados de la música y salen de los barrios cubanos con el afán de lograr su soñada carrera musical, y así llevarle su ritmo a un público fiel que los sigue por la química y empatía demostrada en las presentaciones. Estas presentaciones son posibles gracias a una institución que no se cansa de promover la música nacional: el Palacio de la Artesanía Cubana y que brinda a numerosos artistas, principalmente a los seguidores de ritmos cubanos como el son, la guaracha y el chachachá, entre otros géneros musicales, la posibilidad de ofrecer sus talentos. Siendo además, un recinto artífice de grandes proyectos comunitarios, donde se desarrollan varias esferas de la cultura popular.
Caribe Añejo se inserta dentro de las agrupaciones que agradecen la existencia de estas instituciones, ya que les ha abierto las puertas al mundo artístico y laboral, sin importar sus características, y cuentan con oportunidades de concertar contratos de trabajo y giras al extranjero, muy beneficioso para su desarrollo profesional y económico. Las oportunidades que brinda este centro cultural y comercial son únicas, según Pedro, director musical del grupo Caribe Añejo: “En este sitio cultural y comercial, se brinda y facilita un buen espacio para desarrollarse profesional y musicalmente”.
Hablando más de estos soñadores, ellos prefieren los clásicos musicales cubanos dentro de su repertorio, pero incluyen temas propios y extranjeros. El esfuerzo ha dado sus frutos materializados en un disco Son para el mundo, promocionado principalmente en España, Portugal y Alemania, y donde la mayoría de sus canciones fueron creadas por el grupo. Ahora esperan una gira próxima hacia Latinoamérica y Asia, especialmente a China, para darse a conocer internacionalmente, y lo que increíblemente parece más difícil, se les tome en cuenta dentro de su propio país.
“Sería de gran importancia para nosotros, que instituciones musicales cubanas, las cuales gozan de reconocimiento y prestigio internacional, reconocieran la labor artística que viene desarrollando la agrupación Caribe Añejo”, nos cuenta Pedro. Sin embargo, en el Palacio de la Artesanía, la audiencia les gratifica su talento, compartiendo su música, no sólo desde sus asientos, sino desde el propio escenario, otro ejemplo de la grandeza de estos artistas.
Sus presentaciones en las tardes y noches de viernes a domingo, crean una armonía casi perfecta entre oyentes y creadores. Los últimos están constantemente preocupados por hacer sentir bien a su público, complaciéndoles en sus gustos y peticiones, y luego de todo un periplo musical, brindan la posibilidad de subir al escenario y la única condición exigida es el deseo de cantar junto a ellos el tema que deseen interpretar.
Los músicos están complacidos y se sienten a gusto con la aceptación popular brindada por los asiduos a sus presentaciones, además de la oportunidad económica y de empleo que representa para algunos, ya retirados. Caribe Añejo es, como muchas otras agrupaciones empíricas y creadas por músicos aficionados, profesionales como talentosos y pone a bailar a cualquier público del mundo, como lo hacen otras de reconocido nombre y prestigio dentro del país.
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20 de enero de 2014
La cuestión está en soñar y luchar por ello, claro. No dejarse caer por los estigmas y otras representaciones sociales que parezcan ahogarlos, sólo mirar adelante, vencer, pero ¿será posible?. Los chicos de Caribe Añejo demuestran que sí, aunque estos chicos ya no son tan chicos porque andan rondando los 50 años con la energía, fuerza y espíritu de un veinteañero, y la experiencia y carisma popular de unas tres décadas más.
Los escépticos les dirían inmaduros a estos soneros, salseros y reguetoneros que con edad de retiro, siguen aficionados de la música y salen de los barrios cubanos con el afán de lograr su soñada carrera musical, y así llevarle su ritmo a un público fiel que los sigue por la química y empatía demostrada en las presentaciones. Estas presentaciones son posibles gracias a una institución que no se cansa de promover la música nacional: el Palacio de la Artesanía Cubana y que brinda a numerosos artistas, principalmente a los seguidores de ritmos cubanos como el son, la guaracha y el chachachá, entre otros géneros musicales, la posibilidad de ofrecer sus talentos. Siendo además, un recinto artífice de grandes proyectos comunitarios, donde se desarrollan varias esferas de la cultura popular.
Caribe Añejo se inserta dentro de las agrupaciones que agradecen la existencia de estas instituciones, ya que les ha abierto las puertas al mundo artístico y laboral, sin importar sus características, y cuentan con oportunidades de concertar contratos de trabajo y giras al extranjero, muy beneficioso para su desarrollo profesional y económico. Las oportunidades que brinda este centro cultural y comercial son únicas, según Pedro, director musical del grupo Caribe Añejo: “En este sitio cultural y comercial, se brinda y facilita un buen espacio para desarrollarse profesional y musicalmente”.
Hablando más de estos soñadores, ellos prefieren los clásicos musicales cubanos dentro de su repertorio, pero incluyen temas propios y extranjeros. El esfuerzo ha dado sus frutos materializados en un disco Son para el mundo, promocionado principalmente en España, Portugal y Alemania, y donde la mayoría de sus canciones fueron creadas por el grupo. Ahora esperan una gira próxima hacia Latinoamérica y Asia, especialmente a China, para darse a conocer internacionalmente, y lo que increíblemente parece más difícil, se les tome en cuenta dentro de su propio país.
“Sería de gran importancia para nosotros, que instituciones musicales cubanas, las cuales gozan de reconocimiento y prestigio internacional, reconocieran la labor artística que viene desarrollando la agrupación Caribe Añejo”, nos cuenta Pedro. Sin embargo, en el Palacio de la Artesanía, la audiencia les gratifica su talento, compartiendo su música, no sólo desde sus asientos, sino desde el propio escenario, otro ejemplo de la grandeza de estos artistas.
Sus presentaciones en las tardes y noches de viernes a domingo, crean una armonía casi perfecta entre oyentes y creadores. Los últimos están constantemente preocupados por hacer sentir bien a su público, complaciéndoles en sus gustos y peticiones, y luego de todo un periplo musical, brindan la posibilidad de subir al escenario y la única condición exigida es el deseo de cantar junto a ellos el tema que deseen interpretar.
Los músicos están complacidos y se sienten a gusto con la aceptación popular brindada por los asiduos a sus presentaciones, además de la oportunidad económica y de empleo que representa para algunos, ya retirados. Caribe Añejo es, como muchas otras agrupaciones empíricas y creadas por músicos aficionados, profesionales como talentosos y pone a bailar a cualquier público del mundo, como lo hacen otras de reconocido nombre y prestigio dentro del país.
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