Emotivo espectáculo de Geyser en Buena Vista
27 de enero de 2014
El grupo aficionado Geyser ofreció emotivo espectáculo en el barrio tunero de Buena Vista durante la mañana del pasado sábado. Los espectadores disfrutaron de un vibrante repertorio de pop rock hispanoamericano de las décadas del sesenta y setenta con algunos matices de actualidad.
Geyser es un quinteto compuesto por el pianista Rolando Sales, el bajista William Viñales, el guitarrista líder y cantante Arturo Suárez, el guitarrista rítmico y cantante Orlando Jorge y el operador de la máquina de ritmos y director Roger “Rojita”.
Desde el jueves los vecinos comentaban sobre la presencia de un grupo musical que amenizaría un proyecto comunitario en la calle Guillermo Tejas al final, muy cerca de la línea del ferrocarril que enlaza la capital tunera con el distante poblado de Manatí.
El sábado amaneció como un día corriente, pero alrededor de las 8:00 a.m. comenzaron a llegar camiones con mercancía y un equipo de audio. Gradualmente el ambiente fue tomando colorido, los chicos correteaban de un lado para otro comiendo golosinas y los adultos bebían licor al compás de la música grabada.
A las 10:15 a.m. aparecieron los músicos y pasaron varios minutos ecualizando hasta lograr la sonoridad deseada. Comenzaron con la pegajosa canción “Pequeñas cosas” que popularizó el grupo español Los Ángeles. La respuesta del público fue bien cálida y eso que el audio tenía sus limitaciones, no sólo de potencia, sino en cuanto a calidad del sonido.
El sol comenzó a sentirse algo fuerte y no pocos se refugiaron en los portales o bajo vistosas sombrillas, pero era notable la fascinación que provoca la música en directo. Continuaban llegando personas de otros extremos del reparto, e incluso de los aledaños repartos Casa Piedra y Aeropuerto.
Destacar que se les vio muy complacidos a los jóvenes, sobre todo a aquellos que siguen febrilmente los cánones de la pepillería con las nuevas corrientes de pop, reggaetón y timba. También causaron impresión algunos octogenarios que salieron a contonearse apoyados en sus bastones.
Geyser continuó el espectáculo con “Esos ojitos negros”, una canción enternecedora que el pueblo recuerda en la voz de Manuel de la Calva Diego y Ramón Arcusa Alcón, del célebre Dúo Dinámico. A primera instancia parece fácil de interpretar, pero requiere de cierto oficio para lograr una puesta en escena digna. Orlando y Arturo combinaron bien sus voces y recibieron merecidos aplausos.
Enfatizar que los miembros de Geyser no son artistas asalariados, sino unos apasionados por la música en su máxima expresión. La calidad del audio no era óptima, el sol castigaba con rigor y el escenario era una ruinosa calle, o más bien un terraplén de rocas afiladas, pero se desempeñaron con desbordante alegría ante la adversidad.
Prosiguió la fiesta con “Nos falta fe”, una canción encantadora que dio a conocer hace muchos años otro famoso dúo español: Juan y Junior. Al comienzo Orlando mostró algunas imprecisiones que pudo enmendar luego con un cierre por todo lo alto. El trabajo instrumental estuvo impecable, a tal punto que un escéptico preguntó si la música era secuenciada.
Para el cierre interpretaron las moviditas canciones: “Oh, oh, July”, “Un rayo de sol” y “Cuéntame”. En ese lapso de tiempo la adrenalina contenida se liberó y les puso a mover los pies a los espectadores más prudentes. Un espectáculo un poco breve, pero suficientemente divertido como para recordarlo toda la vida.
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27 de enero de 2014
El grupo aficionado Geyser ofreció emotivo espectáculo en el barrio tunero de Buena Vista durante la mañana del pasado sábado. Los espectadores disfrutaron de un vibrante repertorio de pop rock hispanoamericano de las décadas del sesenta y setenta con algunos matices de actualidad. Geyser es un quinteto compuesto por el pianista Rolando Sales, el bajista William Viñales, el guitarrista líder y cantante Arturo Suárez, el guitarrista rítmico y cantante Orlando Jorge y el operador de la máquina de ritmos y director Roger “Rojita”.
Desde el jueves los vecinos comentaban sobre la presencia de un grupo musical que amenizaría un proyecto comunitario en la calle Guillermo Tejas al final, muy cerca de la línea del ferrocarril que enlaza la capital tunera con el distante poblado de Manatí.
El sábado amaneció como un día corriente, pero alrededor de las 8:00 a.m. comenzaron a llegar camiones con mercancía y un equipo de audio. Gradualmente el ambiente fue tomando colorido, los chicos correteaban de un lado para otro comiendo golosinas y los adultos bebían licor al compás de la música grabada.
A las 10:15 a.m. aparecieron los músicos y pasaron varios minutos ecualizando hasta lograr la sonoridad deseada. Comenzaron con la pegajosa canción “Pequeñas cosas” que popularizó el grupo español Los Ángeles. La respuesta del público fue bien cálida y eso que el audio tenía sus limitaciones, no sólo de potencia, sino en cuanto a calidad del sonido.
El sol comenzó a sentirse algo fuerte y no pocos se refugiaron en los portales o bajo vistosas sombrillas, pero era notable la fascinación que provoca la música en directo. Continuaban llegando personas de otros extremos del reparto, e incluso de los aledaños repartos Casa Piedra y Aeropuerto.
Destacar que se les vio muy complacidos a los jóvenes, sobre todo a aquellos que siguen febrilmente los cánones de la pepillería con las nuevas corrientes de pop, reggaetón y timba. También causaron impresión algunos octogenarios que salieron a contonearse apoyados en sus bastones.
Geyser continuó el espectáculo con “Esos ojitos negros”, una canción enternecedora que el pueblo recuerda en la voz de Manuel de la Calva Diego y Ramón Arcusa Alcón, del célebre Dúo Dinámico. A primera instancia parece fácil de interpretar, pero requiere de cierto oficio para lograr una puesta en escena digna. Orlando y Arturo combinaron bien sus voces y recibieron merecidos aplausos.
Enfatizar que los miembros de Geyser no son artistas asalariados, sino unos apasionados por la música en su máxima expresión. La calidad del audio no era óptima, el sol castigaba con rigor y el escenario era una ruinosa calle, o más bien un terraplén de rocas afiladas, pero se desempeñaron con desbordante alegría ante la adversidad.
Prosiguió la fiesta con “Nos falta fe”, una canción encantadora que dio a conocer hace muchos años otro famoso dúo español: Juan y Junior. Al comienzo Orlando mostró algunas imprecisiones que pudo enmendar luego con un cierre por todo lo alto. El trabajo instrumental estuvo impecable, a tal punto que un escéptico preguntó si la música era secuenciada.
Para el cierre interpretaron las moviditas canciones: “Oh, oh, July”, “Un rayo de sol” y “Cuéntame”. En ese lapso de tiempo la adrenalina contenida se liberó y les puso a mover los pies a los espectadores más prudentes. Un espectáculo un poco breve, pero suficientemente divertido como para recordarlo toda la vida.
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