Las tribulaciones del rock en Cuba



Cuba, por carambola, fue una de las difusoras del rock and roll en México y España, de la década de 1950. Surgieron muchos seguidores desde 1956 cuando llegaron Bill Haley y sus Cometas, y después Elvis Presley, quienes encontraron muchos seguidores y detractores.

En la década de 1960 apareció el pop electrónico de Los Beatles, la más grande revolución musical de la historia que trajo más revuelo que la llegada de la luz eléctrica. Ya aquí comenzaron las diatribas contra una música interrelacionada con aquellos turbulentos tiempos de hippies y droga, pero la música es la música y no es más que el reflejo de una época.

En Cuba comenzaron las censuras contra una música catalogada de enemiga. Los grupos de rock eran por lo general, aficionados como Los Beatles, no oficiales ni organizados. Eran como balas perdidas que los contrataban en bailes particulares, fiestecitas de 15 que organizaban las presentaciones con coreografías y descargas en la calle, utilizando bocinas altoparlantes en los postes de la luz.

La música rock, mucha de ella censurada o mal vista, se convirtió en algo underground, grabada domésticamente, con un radio que dejaba escuchar las emisoras de Miami, a centenas de millas de Cuba. Los fieles a la música moderna electrónica debían andar con discos de pasta negra (de vinil) con una carátula falsificada de otra agrupación de barricada como Carlos Puebla, por ejemplo. No había una penalización por llevar música underground, pero hay cosas que son tácitas y se reprimen sin saber por qué.

En los tiempos actuales, pasados ya 50 años, “todavía quedan restos de humedad” como diría el trovador Pablo Milanés. El rock aun no lleva una existencia muy amable en Cuba. “El rock anda muy mal –me dijo uno de los integrantes que causó baja del grupo Los Kents-, los que consumen esa música no tienen un centavo para escucharla y en alguna medida está restringida para ellos. El futuro del rock en Cuba es tenebroso, estamos haciendo música para un público que está ‘arrancao’ (sin platica). Nosotros estamos sobreviviendo y somos una de las bandas más reclamadas como Dimensión Vertical, Gens, Los Takson. Estamos en bancarrota”.

Algunos de los músicos de estos grupos han desertado, otros marchan al exterior, y encontramos otros que pasan a nuevos oficios buscando la supervivencia. “No creo que el rock ande bien en ninguna parte –dice el especialista en rock Carlitos Fornés-, Cuba no es ninguna excepción. Las crisis han existido siempre, hay que ver qué pasará en el futuro”.

“Los rockeros cubanos tienen corcho. Esta música no muere”, me dijo un viejo rockero. Por lo pronto, ellos inventan medios para salir a flote en una etapa difícil y complicada. La vida no se detiene, los músicos son como reflejo de su tiempo, en eso andan todos, tratando de reflejar en lo posible su momento aunque unos piensen que no queda mucho futuro por delante para un género que lleva más de 50 años en la Isla.

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