El escándalo del reggaetón en Cuba



El reggaetón nació utilizando una mezcla explosiva de beat de reggae, hip hop, soca, danceball, elementos de toques de batá como un golpe del iyá en el tambor mayor con elementos electrónicos. El término viene de la palabra “reggae” y el sufijo “tón” y fue acuñado por el productor panameño Michael Ellis en Puerto Rico, en el año 1988. Y según dijo el artista gringo, el término significa “reggae grande”.

La música reggaetón actúa como una salida para los jóvenes latinos para expresar y comentar sobre las luchas que experimentan y perciben en la sociedad actual. Las letras del reggaetón se caracterizan por apoyarse en la rima, para lograr que la canción sea pegajosa y de fácil identificación para el público. Un estilo de rima que está también inspirado en el raggamuffin y dancehall jamaicano, aunque principalmente en el rap.

Sin embargo, para el percusionista Eduardo Córdova, de Cuba, “el reggaetón posee elementos o células ritmáticas de los tambores batá. En el tambor batá, el iyá hace la célula ritmática relacionada con el reggaetón que se hace digitalmente. En el toque a Ochosi se produce esa combinación de dos ritmos con la acentuación del bombo”.

En Cuba, el reggaetón lo asumieron los estamentos marginales, provocando que los medios oficiales lo condenaran como de “mal gusto” e incluso, lo “satanizaran” como casi siempre hacen con las músicas populares de los más humildes. Aprovecharon una loca canción llevada al vídeo clip por Osmani García, para publicar en un periódico oficial y “parametrar” (distanciar) el movimiento que estaba tomando fuerza de los demás géneros musicales “aprobados” en la Isla.

Un funcionario del Instituto Cubano de la Música, en una conferencia, habló de reggaetones “fantasmas” (de los que todos hablan, pero nadie ve) hechos con grabaciones caseras al estilo underground, y que se escuchaban en ómnibus, por bicicleteros o en las casas, pero que no cuentan con el apoyo oficial.

El musicólogo Danilo Orozco antes de fallecer, dejó escrito un artículo donde dijo que “la batida del reggaetón y de otras manifestaciones cercanas, fue una verdadera cruzada fundamentalista, sin un conocimiento socio-antropológico de la vida de los barrios habaneros”. Orozco vivía en el barrio marginal de Alamar donde fue confinado y pudo conocer de cerca este movimiento musical. El musicólogo recordaba que esa cruzada fundamentalista también se ejerció en la década de 1990 contra la timba cubana durante su boom. “En la etapa de la timba dura ocurrieron cosas muy similares en la que inculpaban a los letristas que provocaba el desnudo o cosas de ese tipo. En una reunión de músicos y funcionarios yo expliqué que fenómenos de ese tipo encontramos en canciones tradicionales de clásicos de la música cubana como Miguel Matamoros, Ignacio Piñeiro y Arsenio Rodríguez”.

A pesar de la “prohibición” impuesta, hoy figuras como Gente D’ Zona, Los Cuatro, Desiguales, Baby Lores, Osmani García y algunos que otros que han cubanizado el ritmo, aplicando inteligentemente los tumbaos y montunos de la timba de los 90, ganan vítores dentro y fuera de Cuba.

En suma, el reggaetón no pudo prohibirse en la población porque evitar una moda musical es como parar un tren que va cuesta abajo o como meter un colchón de muelles por una escalera de caracol, usando el conocido término del presidente estadounidense Kennedy.

Las prohibiciones provocan el mito, el morbo cultural. Los géneros tienen inicios, subida y decadencia, pero si un ritmo de moda se prohíbe y no se difunde por la radio y la TV, entonces se mantiene más en los seguidores porque no se logra crear la “saturación” que provoca la “saciedad”. Eso justamente ha sucedido con el reggaetón en Cuba. Tanto así es que el reggaetón ya sobrepasa el decenio de estar en la moda de muchos cubanos y continúa con tremenda fuerza.

Para cerrar, comentaré que este reportero hasta hoy no había opinado sobre el reggaetón porque a las músicas hay que darles su tiempo, pero solamente recordaré esta ley musical: la música es la verdad de un sentimiento plasmado en una obra de arte. Si una música es verdadera, si es sincera, si cumple con las leyes y la teoría del arte, hay que aceptarla como cultura, porque como dijera John Lennon cuando criticaban a la música pop: “Toda música tiene su valor artístico”.

En la vida real, hay que decir que no hay música mala, porque si es mala, entonces no es música. Igual que una comida, si está mal cocinada, es un salcocho y no es comida. Igual si una música está mal hecha, no es música.

Más escandalosa que el reggaetón han sido músicas hechas en la colonia por los negros esclavos africanos que hacían una música “salvaje”, “primitiva”, pero era una música auténtica y, tan auténtica resultó que hoy la rumba es patrimonio Cultural Nacional de Cuba. Igual pudiéramos decir de la conga, el son, la guaracha, la habanera, el mambo y el chachachá.

¡A esconderse que ahí viene el reggaetón!

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Comentarios   Dejar un comentario
Kamilo Jr. 918
13 de febrero, 2014 10:26 pm (GMT-5:00)
Que me puede decir entonces de la imparable ola de nuevos "artistas" del reggeaton en Cuba? Como es posible que se les llame "músicos" a todos aquellos que "componen" temas pegajosos, o no, e incluso sean aceptados dentro del sistema de empresas artísticas como tales. A veces solo dos "cantantes", otras hasta cuatro, mas un DJ, es el formato básico que encontramos en estos proyectos para los que las condiciones requeridas son minimas a la hora de ser aceptados en una empresa. Quizas no sabe utd cuanto papeleo, autorizos y audiciones tiene que pasar un grupo musical durante toda su vida, incluso se realizan audiciones para dar baja a aquellos que no cumplan con ciertos requisitos técnicos o sonoros. Lo que es curioso, porque si no eres músico graduado o abalado profesionalmente por el ICM, no hay manera de que puedas ser contratado. A no ser que empieces a trabajar con El Yonqui, El Chacal, Los Desiguales ...
Por otra parte, me parece una falta de respeto a la identidad cultural de nuestro país la idea de comparar el reggeaton con géneros cubanos tradicionales en cuanto a contenido de las canciones y demás. Quizas encontro alguna similitud escondida entre " Mamá me lo contó", "Ponte como a ti te gusta" de Gente de Zona, "La Corrupcion" del Chacal y Yacarta, y los temas con doble sentido de Faustimo Oramas. O quizas entre el infinito loop digital (basado en el toque del batá) con la riqueza ritmica de la rumba, el Guaguancó ...
Bueno, lo cierto es que la prohibicion en los medios se veía venir, pues el contenido de las canciones no estaba precisamente tomando un buen camino. Tomará algun tiempo, pero al menos esto ayudara a calmar las ansiosas mentes creativas de estos ¨compositores¨. Ya lo dijo Alexander en su letra "..esto es pá los que dicen que al reggeaton le queda poco"... al parecer alguien le avisó lo que estaba en camino.
Solo el mal uso de los recursos musicales y la falta de originalidad de algunos de los nuevos "artistas" es merecedor del famoso comentario "eso no es música". No hay que negar que muchos de los trabajos musicales estan muy bien realizados, solo que no es nada atractivo tener a nuestros niños y adolescentes cantando el contenido de las letras, no le parece?