El 264 esconde al Prófugo



Raydel Obrador Evora es el nombre del Prófugo, y dentro de sus registros se puede encontrar sanciones de premio de la popularidad por hacer levantar las manos y gritar a los asistentes del Club Karachi durante la primera Edición del Big Tanke Tune.

Prófugo: “Muchos raperos vienen aquí y me dicen: yo quiero que mis pistas sean (hace un sonido de vehículo automotor en movimiento a alta velocidad) y yo les contesto que es difícil hacer algo con sólo una onomatopeya como referencia, pero con el tiempo he aprendido a comprenderlo, y les prometo que cuando comience el background todo el mundo se pondrá eufórico y con las manos en el aire, en eso ha ayudado mucho haber estudiado Psicología en la Universidad. Mi estudio tiene unos pocos meses, pero ya lo había pensado desde hace muchos años y estudié hasta física, que odio, para cubrir cada detalle, la resonancia de los cristales, etc.”.

El 264 es un lugar magnífico para esconderse, sólo unos pocos saben la posición exacta (lo más lejos que llegaron los investigadores fue a Calle 264, Arroyo Arenas, La Lisa), a pesar de que muchos ya conocen sus experimentos, escuchados en producciones como la de Los Aldeanos (CD El Atropello); Bárbaro, el Urbano Vargas (CD Casi crudo); Raudel Escuadrón Patriota (CD El Legado), y La Alianza (Van MCs, cazadores de animales) y Mano Armada. El trabajo arduo e independiente es el abono a la cosecha de 264 Producciones, aunque quien cultiva no cree en la colaboración (creo que es sobre todo porque tiene un concepto muy particular y es difícil llegar a una formulación precisa después que uno se ha declarado independiente).

Prófugo: “Cuando me refiero a que no hay colaboración es que cuando yo pienso en colaboración, pienso en la creación de un proyecto, de un disco donde participen más de un productor al menos, a eso es lo que yo me refiero como colaboración: vamos a sentarnos a hacer algo juntos”.

PMU: Para mí, en el mismo momento que Carlitos necesita un plug-in y tú se lo das, un banco de sonido y tú se lo das, hay colaboración ahí…

Prófugo: “En cuestiones de producción, yo insisto en que se trata de decir: vamos a sentarnos y hacer tres pistas a Julito que es socito de nosotros y no tiene backgrounds. Por ejemplo, yo fui a Matanzas y pensé que iba a aburrirme, pero de pronto me dijeron: siéntate ahí y has lo que tú quieras, y cuando le dieron play a aquello, se me quitó todo el sueño que tenía, me senté y empecé a arreglar los niveles, aunque no tenía nada que hacer porque aquello estaba muy bien, ahí yo colaboré. Ahora, sí, tengo amigos que colaboran conmigo, se sientan ahí y me dicen: no soy el que mejor rapea ni el que mejor hace backgrounds, pero soy el que mejor escucha y yo creo esto y esto y esto. Y aunque no tenga conocimiento, que yo tampoco los tengo muy avanzados, de cómo debe sonar un instrumento, en qué frecuencia, sé cuándo me gusta una pista. El más inculto puede estar sentado ahí, entreteniéndose con lo que yo estoy haciendo, como se sienta mucha gente aquí a ver el trabajo, yo los escucho, creo y experimento, hay que experimentar para poder obtener nuevos resultados y probar, probar, probar…”

PMU: ¿Y para localizarte?

Prófugo: “Yo soy muy cuidadoso con eso porque hay mucha gente que se acerca para hacer cosas que no son serias y no me gusta dar mi teléfono o mi dirección”.

Aquel día entraba el primer instrumento a grabar al estudio, un violín, y nuestro equipo se fue satisfecho porque todavía aunque con ilusiones de aislamiento, existen personas que crean y sueñan.

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