Médula Records: el empirismo subordinado a la necesidad



En su concepto más primario, a veces se suele pensar que el artista es un simple empirista, un curandero conducido por el instinto, pobre y vago, pero es cierto que seas artista o no, el instinto compensa la carencia de una idea (orden, formación, educación, estudio) de la que no puede darse definición (alcance, trascendencia, importancia, eficacia), y esto precisamente justifica que existan estudios independientes donde el trabajo comienza en niveles como la educación, porque aunque sus operadores sean artistas underground, quienes solicitan sus servicios enrumban su música por imitaciones del producto cultural más comercial de poderosas redes internacionales que dominan la estética, y estandarizan desde cómo debe escucharse la voz y los instrumentos hasta el efecto que debe causar en el público. Un acercamiento a Médula Records es un acercamiento al empirismo subordinado a la necesidad y la falta de orientación.

Reinaldo Martínez Perugorrías, además director de la banda de rock Médula, es el operador de este estudio. Sorprende saber cómo se las agencia para producir música con un público tan exigente (usamos este eufemismo para llamar a las camisas de fuerza que ponen los “artistas” que sólo quieren escucharse como las bandas de moda y dejan límites tan estrechos para la creatividad y la autenticidad).

PMU: ¿Cómo consigues el software y el equipamiento para grabar la música?

Reinaldo: Pidiendo a mis amigos, pero yo no sé de dónde le entra el agua al coco. Estoy pasando un curso de la Berkeley College of Music que conseguí por Internet.

PMU: Existen programas para afinar las voces y hacer todo tipo de cambios de la grabación original, ¿no crees que esto impone una estética, digamos, electrónica, preconcebida por un programador o un interés ajeno? A veces lo que nos entrega el disco es muy diferente de la entrega en un concierto en vivo.

Reinaldo: Particularmente no me gusta afinar la voz, precisamente porque se ve un poco irreal, a veces incluso es bueno que se oiga lo que sucede. A veces hay músicos que son buenos y croman algunos detalles, pero es bueno, es natural, es un error, pero ese errorcito es parte de la música. Las cuerdas de las guitarras aun cuando estén afinadas, van cambiando por la vibración. Imagina seis cuerdas de una guitarra más cuatro de un bajo, porque hay frecuencia y cosas que no están exactamente perfectas, pero bueno todo está bien. La música no sólo se basa en notas y escalas, también está el sentimiento y eso se puede expresar con un ruido, con cualquier cosa que a ti te funcionó o te hizo sentir algo, y si es capaz de mover más gente, mejor todavía, puede estar mal musicalmente, pero funciona. Les pasa a muchos músicos que son buenos y quieren constantemente demostrar su maestría con acordes raros y luego viene un músico joven que aprendió muy bien unos acordes, dos noticas y a todo el mundo le gustó más porque te llega más, al final eres un ser humano que no siempre quieres oír veinte notas por segundo, lo que quieres es que una nota te haga sentir bien.

PMU: ¿Qué grabas aquí, además de la música de tu banda? ¿Quiénes y qué te piden?

Reinaldo: Yo hago aquí de todo un poquito, a personas de la comunidad. Muchos lo usan de background o graban varios temas para un disco y casi todo termina en una distribución alternativa. Muchos compositores no saben de música entonces me cantan el tema tarareado, yo saco los acordes y a la semana ya tienen el trabajo. Algunos vienen con alguna maqueta, algunos dicen “esto una onda Camila o por ahí”. Hay algunos para quienes si la música no tiene violín y piano, no funciona, aunque sean las mismas notas, pero con otros instrumentos, a veces les digo que escuchen nueva música y hago sugerencias, pero el movimiento de música alternativa aquí en Pinar del Río, está lento. No hay movimiento alternativo que florezca de verdad, muy poca gente que grabe discos porque o no tiene el tiempo, o las posibilidades o el dinero o las ganas, vaya a saber.

Reinaldo tiene nuevos proyectos, de los que conseguí algunas muestras y a los que yo le llamaría música electrónica, con licencia del debate sobre el tema, que incluye instrumentos y mezclas más simples, pero igualmente dinámicas. Ahí nos quedó pendiente discutir el tema si es o no lícito incursionar en varios géneros musicales, en lugares de una dinámica tan contradictoria, nos referimos a mucha información, poco acceso e intercambio y público habituado a consumir lo que se importa de las grandes industrias culturales.

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