17 de febrero de 2014
Sobre la base de la amistad, la comunicación fluida y las funcionales relaciones interpersonales, surge en el año 2004 la agrupación cubana de hip hop Cuentas Claras.
Hasta el estudio de grabación independiente de los músicos llegó PMU para entrevistarlos mientras mezclaban los tracks que conformarán el repertorio de su segundo disco. Nos comentan que los inicios de Cuentas Claras fue llevado a cabo por tres integrantes, quedando en la actualidad sólo dos: Amaury Lelievre Pedro (El Temba), su director, y José Daniel Rivas Rodríguez (Dano), vocalista.
Sin apartarlos del clásico estilo referente a críticas sociales que caracteriza al género, algunas personas los identifican como hacedores de rap satírico o de hip hop punk, pero ellos prefieren clasificarse como raperos satíricos, pues en la mayoría de sus composiciones tratan las temáticas marcadas con un tono sarcástico y no por esto risible, “por el contrario, muy serio”. Según su director, el objetivo de la agrupación es lograr que la gente se divierta y a la par reflexionen.
Pertenecientes al catálogo de la Agencia Cubana del Rap (ACR), se presentaron con su primer disco Con lo que tenemos en el Festival Puños Arriba en el 2012. Sensibilidad, sentimientos, contradicciones personales, así como la fuerza de voluntad que posea cada individuo para enfrentarlas, son reflejadas en esta producción. Abordan problemáticas sociales proponiendo soluciones y mensajes positivos a través de los 11 temas que conforman el disco y constituyen un elemento clave dentro del discurso de los raperos.
A la efectividad esperada por Cuentas Claras en cada una de sus presentaciones, tributan sus actuaciones dramatúrgicas y performáticas, dos complementos que hacen más comprensibles su discurso satírico.
Como la mayoría de los cantantes de hip hop en Cuba, Cuentas Claras no dispone de un espacio fijo para sus presentaciones y la promoción es “totalmente a lo underground, por sus propios medios”, según palabras textuales de su director. Esto por supuesto, influye negativamente en la efectividad de la promoción de su trabajo.
Pero no todo es blanco y negro. Después de gestionar personalmente los equipamientos necesarios para producirse sus discos, las expectativas de Cuentas Claras son mayores. El hecho de ser independientes les genera tranquilidad, seguridad y calidad en el resultado de sus próximas producciones. Ahora, sin tantas presiones ni tensiones, trabajan en Sin tribu y sin rey, segunda producción que se centrará también en situaciones económicas, políticas, sociales y su repercusión en la parte humana de cada ente afectado. Cuentas Claras pretende terminar y lanzar esta producción en la primera mitad del año.
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