PALAMUSICA: Un aniversario al descubierto
24 de febrero de 2014
El pasado 31 de diciembre el sitio de PALAMUSICA cumplió un año de su aparición en Internet. El aniversario transcurrió prácticamente inadvertido, al menos es lo que ha podido detectar este redactor que primero mensual y luego semanalmente, ha digerido con buen apetito todas sus ediciones.
Pese a lo específico de la conmemoración, los creadores de esta ventana abierta a la música underground en Cuba se mantuvieron fieles a la política editorial de no ahogarse en la estridencia egocéntrica, en el autobombo desbordado, en no confundir esfuerzos verdaderos con lentejuelas banales, en no alardear con los indiscutibles saldos positivos. Nosotros los colaboradores también pasamos por alto el hecho, tal vez imbuidos en el mismo espíritu de hacer más y gritar menos.
Ya han transcurrido cerca de dos meses del evento. Alguien podrá argumentar que esta nota está desfasada. Razones de salud me impidieron hacerla llegar en el momento preciso, pero quedó una deuda que cada día se enfrentaba al recato de la modestia la cual, aunque válida, no debe sepultar en el silencio los primeros doce meses de constante flujo y reflujo que ha proporcionado sobre la música alternativa cubana esta publicación digital.
Semana tras semana en PALAMUSICA, nombres de jóvenes y no tan jóvenes de creadores desconocidos en su inmensa mayoría, han plasmado historias y vivencias, han promovido tanto sus creaciones musicales como sus eventos artísticos, han planteado inquietudes, análisis críticos, cuestionamientos a lo errado y reconocimiento a lo positivo, propuestas para el beneficio colectivo, todo en lo cual el denominador común ha sido la esencia de gritar al mundo que pese a la mil y una barreras que se anteponen, se lucha por el espacio ambicionado y porque los sueños no sean por siempre una inquebrantable abstracción.
Sin cortapisa sectaria, pero sin caos sensacionalista, en este sitio se han planteado criterios y reflexiones desde una diversa gama de conceptos sociales y políticos relacionados con la música en general, y la llamada underground en particular. Ha primado, eso sí, “el respeto al derecho ajeno”.
PALAMUSICA no posee la varita mágica que nos induzca a pensar utópicamente que detrás de cada caso individual existe un potencial artístico relevante y que cada uno de ellos llegará al estrellato al cual humanamente aspira. Se trata simplemente, que PALAMUSICA brinda la oportunidad de que ese anhelo, tantas veces llamado sueño, trascienda más allá de los estrechos círculos de amigos y familiares, además de proveerle a los que ya despuntan un vehículo de promoción que tan enmarañado y caro les resulta a muchos, y un abierto puerto cibernético donde se pueden confrontar los productos creativos de los que pulsan el afán de llegar.
No pretendo alargarme en un discurso apologético, ni menos adular a los cuatro vientos sobre un proyecto que como éste ha sido cimentado y abonado por sus fundadores y colaboradores, seres humanos genéticamente imperfectos desde la misma creación. Es meramente que independientemente a las observaciones críticas que se les pueden esgrimir, PALAMUSICA se ha convertido en un contenedor de valores, objetivos y beneficios que apenas poco más de un año atrás, no figuraban en los presupuestos de la realidad musical de nuestro país.
Por otra parte y personalmente, es una deuda pendiente que ahora puedo saldar. Sólo resta hacerles llegar unas felicidades grandes y brindar porque prosiga la voluntad de permanencia para los que tantos requieren de esta válvula de escape.
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24 de febrero de 2014
El pasado 31 de diciembre el sitio de PALAMUSICA cumplió un año de su aparición en Internet. El aniversario transcurrió prácticamente inadvertido, al menos es lo que ha podido detectar este redactor que primero mensual y luego semanalmente, ha digerido con buen apetito todas sus ediciones.
Pese a lo específico de la conmemoración, los creadores de esta ventana abierta a la música underground en Cuba se mantuvieron fieles a la política editorial de no ahogarse en la estridencia egocéntrica, en el autobombo desbordado, en no confundir esfuerzos verdaderos con lentejuelas banales, en no alardear con los indiscutibles saldos positivos. Nosotros los colaboradores también pasamos por alto el hecho, tal vez imbuidos en el mismo espíritu de hacer más y gritar menos.
Ya han transcurrido cerca de dos meses del evento. Alguien podrá argumentar que esta nota está desfasada. Razones de salud me impidieron hacerla llegar en el momento preciso, pero quedó una deuda que cada día se enfrentaba al recato de la modestia la cual, aunque válida, no debe sepultar en el silencio los primeros doce meses de constante flujo y reflujo que ha proporcionado sobre la música alternativa cubana esta publicación digital.
Semana tras semana en PALAMUSICA, nombres de jóvenes y no tan jóvenes de creadores desconocidos en su inmensa mayoría, han plasmado historias y vivencias, han promovido tanto sus creaciones musicales como sus eventos artísticos, han planteado inquietudes, análisis críticos, cuestionamientos a lo errado y reconocimiento a lo positivo, propuestas para el beneficio colectivo, todo en lo cual el denominador común ha sido la esencia de gritar al mundo que pese a la mil y una barreras que se anteponen, se lucha por el espacio ambicionado y porque los sueños no sean por siempre una inquebrantable abstracción.
Sin cortapisa sectaria, pero sin caos sensacionalista, en este sitio se han planteado criterios y reflexiones desde una diversa gama de conceptos sociales y políticos relacionados con la música en general, y la llamada underground en particular. Ha primado, eso sí, “el respeto al derecho ajeno”.
PALAMUSICA no posee la varita mágica que nos induzca a pensar utópicamente que detrás de cada caso individual existe un potencial artístico relevante y que cada uno de ellos llegará al estrellato al cual humanamente aspira. Se trata simplemente, que PALAMUSICA brinda la oportunidad de que ese anhelo, tantas veces llamado sueño, trascienda más allá de los estrechos círculos de amigos y familiares, además de proveerle a los que ya despuntan un vehículo de promoción que tan enmarañado y caro les resulta a muchos, y un abierto puerto cibernético donde se pueden confrontar los productos creativos de los que pulsan el afán de llegar.
No pretendo alargarme en un discurso apologético, ni menos adular a los cuatro vientos sobre un proyecto que como éste ha sido cimentado y abonado por sus fundadores y colaboradores, seres humanos genéticamente imperfectos desde la misma creación. Es meramente que independientemente a las observaciones críticas que se les pueden esgrimir, PALAMUSICA se ha convertido en un contenedor de valores, objetivos y beneficios que apenas poco más de un año atrás, no figuraban en los presupuestos de la realidad musical de nuestro país.
Por otra parte y personalmente, es una deuda pendiente que ahora puedo saldar. Sólo resta hacerles llegar unas felicidades grandes y brindar porque prosiga la voluntad de permanencia para los que tantos requieren de esta válvula de escape.
Comentarios Dejar un comentario
- Antero de Quental
- 24 de febrero, 2014 10:20 am (GMT-5:00)
- Soy colaborador de este sitio desde sus inicios. Palamusicaunderground ha sido una puerta abierta a todos esos artistas sin soporte institucional, un lugar donde encontrar la verdad, la libertad de expresarla, oajala que su esfuerzo se mantenga por muchos años felicidades amigos
- 24 de febrero, 2014 10:20 am (GMT-5:00)
- Carlos
- 24 de febrero, 2014 10:13 am (GMT-5:00)
- Muchas Felicidades y gracias por regalarnos la oportunidad de conocer más sobre la música underground cubana, gracias!!!!
- 24 de febrero, 2014 10:13 am (GMT-5:00)