Soy un compositor de Manigua

3 de marzo de 2014



No lo podía creer. Quedé sorprendida cuando oí su disco, no sabía de sus cualidades histriónicas. Pregunté varias veces escéptica: ¿ese eres tú Leonel?

Esperé oír del viejo amigo de la universidad, sus experiencias como profesional en las ciencias. Pero no fue así. En ese momento comprendí que no estaba frente al Ingeniero, pues Leonel Pérez Correa se había convertido en un artista. Ante mi asombro Leo, su nombre artístico, decidió contarme cómo la música lo atrapó. Descubrí desde el inicio una gran pasión en sus palabras y no dudé un minuto en formalizar nuestro diálogo para los seguidores de PMU. De esas experiencias y desafíos trata esta entrevista.

PMU: ¿Cuando comenzó tu vocación por la música?

Leonel: Gracias por esta oportunidad, es un honor que me haces con esta entrevista. Un día comencé a escribir lo que iba sintiendo a modo de bromas y nadie lo quería creer, pero fue en el 2006 cuando escribí mis primeras canciones, cuando la musa me acompañaba mientras viajaba de mi natal Baracoa hasta la Universidad de Holguín.

PMU: ¿Habías tenido experiencias con la música anteriormente?

Leonel: A decir verdad me he aprendido pocas canciones completas, trataba mucho de imitar a José José y soy un apasionado de Wily Chirino, me encanta su manera de componer y cantaba muchos estribillos y pedazos de sus canciones, de las del Benny y de Los Beatles.

PMU: ¿Tienes alguna formación musical o eres totalmente autodidacta?

Leonel: Para ser sincero no sé tocar ningún instrumento, no sé leer ninguna nota musical, voy caminando por la calle y viene una idea a la mente acompañada de melodía, y trato de seguirla y repetirla pues es la vía que encuentro más fácil para poder grabarla, todo lo almaceno en el disco duro como decimos, por ahí sale la cosa. Soy compositor de manigua.

PMU: Cuéntame una anécdota de tus inicios en la música.

Leonel: Cuando hice mi primera canción tenía conjuntivitis hemorrágica y estaba de reposo absoluto, salió una oración con una melodía que me agradaba al oído, y empecé a improvisar y repetir desde el principio hasta donde lo iba logrando, así salió casi sin escribir hasta el estribillo. Traté de repetirlo durante una hora y no me quedó otra que dejar los fomentos fríos y escribir unos garabatos porque no podía ver muy bien. Ese tema se llama “Ganas” y según los especialistas está dentro del género canción y algunos lo catalogan como jazz.

PMU: ¿Cuándo y cómo decides lanzarte a la música en serio?

Leonel: Me interesaba grabar un disco que recopilara una parte importante de mi vida y así poder distribuirla a músicos interesados en mi obra. Busqué a Conrado Moniert, uno de los grandes arreglistas contemporáneos cubanos y él me comentó del concurso de interpretación y composición musical “Lili Martínez Griñán”. Me interesó la idea y me vinculé al concurso, y de más de 80 obras mi canción quedó entre las 20 seleccionadas. Al final del fallo, obtuve una mención en composición, pero me fui contento porque en poco tiempo todos coreaban mi tema y me lo pedían. Competí con cantantes profesionales, gente de grandes ligas, yo simplemente era un improvisado ahí, fue maravilloso. Terminando el evento al año siguiente 2011, llegaba la fecha de los 500 años de Baracoa y salió un concurso de composición. Para eso compuse una canción que dice así: “Con el permiso del Nengón y el Quiriba, quiero cantarle a mi tierra, con el permiso del Conjunto Guanma y maravillas Yunqueñas”. Aunque no estuve en la final del concurso fue una experiencia maravillosa, obtuve el premio de la popularidad, la canción se radió mucho, la ponían en los bicitaxis, se convirtió por esos días en un himno, se llama “Baraconga”, y es una fusión entre la conga y el merengue que son ritmos urbanos y populares y que se pegan fácilmente. Eso para mí fue el mejor premio.

PMU: ¿Que lugar ocupa la música en tu vida?

Leonel: Es un equilibrio para poder flotar entre tanta vorágine y seguir echando pa’lante, me salva del stress que tengo hoy y del que voy a tener mañana, siempre voy a estar agradeciéndole a Dios por este regalo.

Cuando le agradecí por acceder a ser entrevistado comentó una frase que elegí para el cierre de esta entrevista. “Soy aquel que no se perdonaría jamás el dejar sus obras en el anonimato sin compartirlas con sus semejantes y tiene el valor de cantarlas a su manera. No soy cantante. Los entendidos en la materia ya me dicen compositor”.

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