Hombres, mujeres, y el universo de la música electrónica en Cuba



Aunque no es usual, en los últimos tiempos el sexo femenino ha ascendido al podio de la música electrónica en Cuba. Si bien es cierto que este es un escenario dirigido fundamentalmente por hombres, la realidad es que hoy no son pocas las mujeres que se interesan por el mundo de las máquinas.

Este movimiento tiene cabida en el país desde hace algo más de una década. En discotecas, clubes, restaurantes, hoteles, playas u otros sitios de recreación y esparcimiento, usted quizás pueda disfrutar de espectáculos electrónicos gracias a las prodigiosas manos de creadores autodidactas que luchan sin descanso por un lugar digno en la cultura nacional y que cuentan además, con miles de seguidores.

A pesar de esto, actualmente en Cuba son pocos los espacios reales para mostrar las creaciones propias de los DJs, aunque es válido destacar que en los últimos años ha habido algún interés en la comunidad artística por promocionar más y mejor lo que hacen bandas como I.A y Electro Zona; compositores, VJs y DJs como BJoyce, el dúo PAUZA con Zayra y Paula, DJoy de Cuba, entre otros.

Así mismo ciudades como Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey, Ciego de Ávila, Santa Clara y Matanzas se hacen eco de lo que ocurre en las plazas y salones habaneros, y acogen sin vacilación a los exponentes de cualquier sexo de la música electrónica.

Por este auge del mundo de las máquinas en Cuba, durante los últimos años se creó el festival de música electrónica Pro Electrónica que tiene un alcance nacional y una frecuencia anual. Cada edición del Pro Electrónica ofrece un espectáculo diverso, tanto en su implicación con los nuevos medios como en la acogida de DJs de ambos sexos.

Dicho evento tiene como premisa ampliar la electrónica en el ámbito musical cubano y así otorgar mayor connotación a este movimiento que se desarrolla hace ya más de 15 años, pero a juicio de no pocos seguidores consultados por PMU, el hecho de permitir la interacción entre artistas que llevan mucho tiempo trabajando el género, con otros que se presentan por primera vez en escenarios profesionales le da al Pro Electrónica un carácter diferente.

Durante el festival es muy usual ver integrados en escena a BJoyce DJ con DJoy de Cuba o Iván Lejardi, presentando producciones propias, y también asistir a espacios de debate y formación profesional sobre el género.

Organizado por PM Records, un estudio de grabaciones y centro de promoción cultural fundado por el cantautor Pablo Milanés, el Pro Electrónica persigue además ampliar la electrónica en la música cubana, visibilizar este movimiento y ofrecer espacios recreativos para jóvenes y no tan jóvenes que amen el género.

Joyce Álvarez o BJoyce DJ, quien es una de las primeras mujeres en Cuba que se lanzó a las máquinas para crear temas latin house, tecno, electro-swing, entre otros, ha expresado en varias ocasiones que no hay en Cuba un mercado en el que se pueda comercializar la música que hacen y tampoco una institución que se empeñe en patrocinar sus presentaciones, motivo de más para luchar por la permanencia del Pro Electrónica.

Esta joven de 32 años, editora en un canal de la televisión nacional y DJ de la agrupación femenina Sexto Sentido, no se cansa de recalcar también el placer que le causa ver cómo la gente se divierte al escuchar y bailar la música electrónica, algo de lo que ha sido testigo debido a su participación en los proyectos “Analógica” liderado por DJoy de Cuba y el Green Bus, un ómnibus con verdadera iconografía hippie que transita por las calles habaneras sorprendiendo a todos con sus sesiones de DJs en vivo.

Aunque a algunos pueda parecerle que absolutizo con la afirmación, los DJs de la capital y los proyectos que tienen lugar en esta zona del país son un espejo para el resto de los DJs de las provincias. Sin embargo, no existen referencias que en algún otro lugar de la geografía cubana se encuentren proyectos similares, puesto que para este tipo de trabajos se necesitan condiciones técnicas muy costosas.

La verdad es que productores y compositores afrontan a diario limitaciones para acceder a las tecnologías necesarias que garanticen una gran calidad sonora. La mayoría crean sus temas en casa, usando programas informáticos en computadoras personales. También carecen de estudios de grabaciones y las dificultades de conexión a Internet no les permiten publicitar sus obras y conocer la de otros, presentarse a las convocatorias de festivales internacionales, entre otras opciones.

No obstante, ninguna de las referidas carencias materiales ha sido pretexto para que aquellos que aman el mundo de las máquinas y le dedican todo su empeño, dejen de crear y popularizar su música.

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